¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

22°
26 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

El "hit del verano" y un curioso hallazgo: se origina en una pieza de Louis Armstrong de 1932

A la tribuna no se le puede cobrar derecho de autor. 
Martes, 24 de abril de 2018 14:59

Aunque algunos se apuran en etiquetar los cánticos en las tribunas como folclóricos, en mi caso -sin el ánimo de discrepar con los estudiosos de este inagotable filón cultural- me animo a catalogarlos de “populares”, teniendo presente que esta caracterización también es inherente al controvertido término de folclore.
Estas líneas van a colación de la autoría -que con el crédito queda desvirtuada la raíz folclórica- del “Hit del Verano” atribuida al músico Raúl Fernández Guzmán.
“Me puso muy bien, muy feliz, que se haga popular mi canción nuevamente. La gente está mal, sobre todo los que menos tienen”, dice este santiagueño -conocido en la década del 70 como Sherikó- en declaraciones recientes realizadas al diario Perfil y al sitio de Infobae. 
El tema que Sherikó considera de su inspiración se llama “Es tiempo de alegrarnos” y auguraba años felices después de las traumáticas dictaduras militares de entonces. El tema se grabó en el 73 pero recién salió a la luz en el 75, después de la muerte del presidente Perón. Con otras letras, y según la circunstancia, fue cantada por las hinchadas futboleras y en distintas protestas sociales en cuantiosas oportunidades. Guzmán asegura que no cobra derechos de autor pero no se anima a asegurar que no lo haría para alegría de los que menos tienen. ¿Por qué?

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Aunque algunos se apuran en etiquetar los cánticos en las tribunas como folclóricos, en mi caso -sin el ánimo de discrepar con los estudiosos de este inagotable filón cultural- me animo a catalogarlos de “populares”, teniendo presente que esta caracterización también es inherente al controvertido término de folclore.
Estas líneas van a colación de la autoría -que con el crédito queda desvirtuada la raíz folclórica- del “Hit del Verano” atribuida al músico Raúl Fernández Guzmán.
“Me puso muy bien, muy feliz, que se haga popular mi canción nuevamente. La gente está mal, sobre todo los que menos tienen”, dice este santiagueño -conocido en la década del 70 como Sherikó- en declaraciones recientes realizadas al diario Perfil y al sitio de Infobae. 
El tema que Sherikó considera de su inspiración se llama “Es tiempo de alegrarnos” y auguraba años felices después de las traumáticas dictaduras militares de entonces. El tema se grabó en el 73 pero recién salió a la luz en el 75, después de la muerte del presidente Perón. Con otras letras, y según la circunstancia, fue cantada por las hinchadas futboleras y en distintas protestas sociales en cuantiosas oportunidades. Guzmán asegura que no cobra derechos de autor pero no se anima a asegurar que no lo haría para alegría de los que menos tienen. ¿Por qué?

La autoría

Este es el punto en el que necesitamos detenernos: la autoría.
Entre una copia y la verdadera inspiración hay una distancia considerable. El plagio supone un atentado contra el derecho moral del autor a reconocer su obra como propia, como se indica en el artículo 14 de la Ley de Propiedad Intelectual (sic).
Pero retomemos el hilo para no perdernos en la madeja. 
La historia de esta marcha -que hace rato se instaló con fuerza en las redes sociales para irritar a algunos y regocijar a otros- aparece por estos lares, en la década del 60, de la mano del Cuarteto Leo con el pegadizo y polémico fox-trot “Rasca-Yu”. Esta suerte de pasodoble con marcado humor negro en su letra y cuestionable gusto musical estaba registrado, a mediados de los 40 en la España franquista, bajo la firma del cantante Pedro Bonet Mir. 

"MMLPQTP"

Lo concreto es que el tema cuenta la historia de un hombre (Rasca-Yu) que llora a su amada muerta y va todos los días a visitarla al cementerio. En el estribillo repite: “Raska Yu ¿cuando mueras qué harás tú?” -M M L P Q T P se puede parangonar sin dificultad- “Tú serás un cadaver nada más”. Esta última oración provocó la censura del régimen franquista y su difusión fue prohibida porque en la Madre Patria imaginaban que la frase aludía al Generalísimo. Por acá, el cuarteto cordobés, con el olfato musical y comercial que caracterizaba a su lider, Augusto Marzano, resucitó la canción y fue un éxito desopilante en las propaladoras de aquellos años.
Si bien Bonet Mir debe haber cobrado su porción en el negocio del crédito, muchos dudan de que la letra que se adjudica fuese suya. En Centroamérica existen una parva de letras de corte necrofílico en el devenir popular. 

Betty Boop

Pero acá podemos encontrar algo más curioso todavía y que da luz sobre la falsa copia. El indiscreto hallazgo de un antiguo cortometraje del primer sex symbol animado, Betty Boop, también pone sobre la mesa la hipótesis del plagio musical hecho por el músico español. Se trata de ‘I’ll be glad when you’re dead, rascal you‘ dirigido y producida por Dave Fleischer en 1932, en una de las primeras apariciones cinematográficas de Louis Amstrong. Del rascal you al Raska Yu no hay mucha distancia fonética, y la copia del título se muestra sin ninguna sutileza.
Estereotipos racistas aparte, la cinta que se puede gozar en Youtube, posee un exquisitez sin igual y ofrece la posibilidad de disfrutar con la precaria mezcla que lo se logra con la imagen real y la animada en el momento en que el gran trompetista persigue a dos de los protagonistas (Bimbo y Koko) mientras interpreta el tema de su autoría y que da título al filme.
Si bien Armstrong no hubiera reclamado una “denominación de origen” por la autoría de la pieza es justo considerar al autor en toda su dimensión.


Siguiendo el hilo conductor de lo que nos atañe y que no es otro que el de la música popular, es preciso señalar que esta es concebida por la industria discográfica mundial para grupos de audiencias masivas y socio-culturales heterogéneas, mientras que un hecho folclórico -dicen los estudiosos- debe ser empírico, colectivo, anónimo, funcional, regional y oral.
En definitiva, sin ponernos colorados, podemos afirmar que el Hit del Verano es popular y además tiene un toque folcórico.
 

 

PUBLICIDAD