Fue una noche para el olvido en la que vecinos de distintos barrios combatieron las aguas que descendieron con furia de oeste a este, por la pendiente que tiene San José de Metán. Se calcúla que durante la tormenta que se produjo entre la tarde y la noche del lunes , cayeron entre 70 y 80 milímetros en distintos sectores.
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Fue una noche para el olvido en la que vecinos de distintos barrios combatieron las aguas que descendieron con furia de oeste a este, por la pendiente que tiene San José de Metán. Se calcúla que durante la tormenta que se produjo entre la tarde y la noche del lunes , cayeron entre 70 y 80 milímetros en distintos sectores.
Debido a los inconvenientes, de inmediato se activó el sistema de emergencias coordinado por Defensa Civil y del que participaron bomberos voluntarios del cuartel Posta de Yatasto y de la Policía de la Provincia, personal de la comisaría 30, de Seguridad Urbana y de la Policía Vial, los Preventores municipales, miembros de monitoreo y despacho de emergencias e integrantes de la Brigada de Búsqueda y Rescate.
Los mayores problemas se produjeron en la calle Independencia al 1300, en el barrio El Crestón. Donde el agua ingresó por el frente a las casas de unos siete vecinos.
"El problema es que las viviendas en ese lugar están por debajo del nivel de la calle. Allí se tuvo que romper dos paredes para permitir la evacuación de las aguas, una daba hacia un lote baldío y otra hacia un canal colector, de esa manera pudimos minimizar los problemas", dijo Roberto Nieva, director de Protección Civil.
Un bajo nivel, colapsado
Lo más impresionante se observó en la zona del puente bajo nivel del ferrocarril de la calle Río Piedras, que se transformó en un río caudaloso que atravesaba a gran velocidad por el lugar, donde colapsó el sistema de desages debido a la acumulación de basura.
"En el bajo nivel, por prevención, se cortaron los accesos. Los preventores y bomberos de la Policía hicieron un despeje de la basura del enrejado. Hubo un inconveniente porque un motociclista no respetó la indicación de un preventor, siguió la marcha y la correntada lo volteó de la moto, por lo que tuvo que ser rescatado al igual que el rodado", detalló Nieva.
Por otra parte, un auto fue arrastrado en la calle Belgrano Este al 700, pero luego pudo ser recuperado. El agua ingresó a las casas de otros vecinos en los barrios Lugano, Virgen del Valle, Las Delicias y Los Laureles, entre otros, lo que provocó que se mojaran colchones, muebles, ropa y otras pertenencias de personas humildes.
En la calle 9 de Julio al final, en la Villa San José, al norte de la ciudad, nuevamente se produjeron inconvenientes por el desborde de una acequia. El agua ingresó a las viviendas de algunos residentes de la zona.
Los rescatistas también trabajaron en prevención por cables cortados y en prevención en el tramo urbano de la ruta nacional 9/34, por el desborde de tres arroyos, que ganaron la cinta asfáltica.
"El mayor problema fue por el arroyo Madrazo, ya que cuando cedieron las aguas quedaron escombros sobre la ruta 34, por lo que se hizo una importante tarea preventiva con los vehículos que circulaban por la zona", dijo el director de Protección Civil.
Colapso en El Galpón
El secretario de Gobierno de la Municipalidad de El Galpón, Germán Rebak, confirmó que en esa localidad cayeron alrededor de 130 milímetros en cuatro horas. "La tormenta intensa fue entre las 18 y las 22 horas. El agua ingresó a tres viviendas de vecinos que residen al costado de las vías del ferrocarril. Esto se debió al desborde de una acequia que se encuentra a un costado de la ruta nacional 16", detalló el funcionario.
"No hubo evacuados. Los sistemas de desages en el pueblo funcionaron bien", remarcó Rebak.
En Pichanal también hubo daños
Marisa, una vecina de la calle Rivadavia, de Pichanal, en el norte provincial, donde cayeron 145 mm entre las 2 y las 9 de ayer, estuvo sacando agua con baldes y haraganes hasta después del mediodía.
No solo las calles de este pueblo norteño quedaron completamente anegadas, sino que entró agua en muchas de las casas.
En el barrio Los Paraísos fue donde más afectados se contaron en el tendal de daños que dejó esta lluvia inusual para el otoño. El agua también tapó los cordones de las veredas. En la esquina de 20 de Febrero y Pedro Rallé, hasta ayer por la tarde, el agua prácticamente tapaba las ruedas de los vehículos que se atrevían a pasar.
En Pichanal también aguardan la llegada de personal de Defensa Civil de la Provincia para colaborar con los inundados y para evaluar los daños que provocó esta tormenta de verano, que cayó en pleno otoño, cuando nadie la esperaba, llenando de necesidades a los empobrecidos vecinos.