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Cuatro personas sabían Gaspar Cinco planeaba matar a Amir Párraga

La primera semana del juicio al periodista develó su idea de eliminar al hijo de su novia.A todos les pidió ayuda o datos para un tercero inexistente. Ninguno sospechó de él.
Domingo, 29 de abril de 2018 00:00

Durante la última dictadura militar la frase "no te metás" estuvo emparentada con el latiguillo "por algo será". Ambas consignas graficaron el comportamiento de una sociedad temerosa que optó por no comprometerse frente al terror imperante.

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Durante la última dictadura militar la frase "no te metás" estuvo emparentada con el latiguillo "por algo será". Ambas consignas graficaron el comportamiento de una sociedad temerosa que optó por no comprometerse frente al terror imperante.

Con este proceder, en muchos casos, se justificaba veladamente la desaparición o la eliminación de personas. Lo hacían a partir de un mensaje perverso que el Gobierno de facto instaló en el seno de las familias argentinas.

Si bien, a partir del advenimiento de la democracia en 1983, son otros los tiempos que se viven, lo que se advierte es que el estigma del "no te metás" se mantiene en la superficie como una marca registrada del inconsciente colectivo.

El juicio que se está ventilando en la Ciudad Judicial al periodista Franco Rodrigo Gaspar Cinco grafica de manera patética que la frase de marras estuvo asociada con los prolegómenos del caso que lo tiene como imputado de envenenar con cianuro a su novia y al pequeño Amir, hijo de la chica. Muchos de los testigos que desfilaron hasta ahora por la Sala de Grandes Juicios reconocieron que, días antes del 5 de junio de 2017, el licenciado en Ciencias de la Comunicación estuvo abonando el terreno para consumar su plan macabro, de acuerdo con la acusación fiscal.

Gaspar Cinco no procedió como el típico psicópata que ejecuta a su víctima sin despertar sospechas, como lo hizo Gabriel "Chirete" Herrera las dos veces que asesinó a sus parejas en las cárceles de Salta.

Pasos fracasados

A varias personas el joven de 28 años les manifestó que quería deshacerse del hijo de Alejandra Párraga porque lo consideraba un estorbo en su relación con la muchacha.

Fue así que intentó contratar a dos sicarios para eliminar al nene de dos años de edad. Fueron los dos primeros pasos que dio para lograr su objetivo, pero le salieron mal.

Cuando fracasó en el plan de contratar a alguien para que hiciera "el trabajo", el muchacho decidió hacerlo con sus manos y consultó a una amiga dónde podía comprar cianuro e incluso le pidió que le precisara las equivalencias del producto, con lo cual dejó entrever que quería asegurarse que al mezclar el veneno con agua produjera un efecto letal. También habló con una tarotista de confianza, a quien le manifestó que odiaba al niño, que quería desprenderse de él a toda costa y que de ser necesario lo haría por sí mismo.

Cada relato

La licenciada en nutrición Violeta Evangelina Cruz manifestó que se tomó en broma la consulta que le hizo Gaspar Cinco acerca de dónde podía adquirir cianuro. "Él tenía un humor negro, todo se lo tomaba en broma, y no creí que realmente estuviera interesado en comprar ese producto", argumentó. Cruz interpretó en igual sentido el requerimiento que le hizo el periodista, días después, respecto a si una cucharada sopera de cianuro equivalía a veinte gramos.

Juan Daniel Arias, un examigo de la primaria, pidió perdón a la familia Párraga, al asumir un sentimiento de culpa por no haber dado la voz de alerta cuando Gaspar Cinco le ofreció 10.000 pesos para asesinar a un niño. El imputado arguyó que hacía la propuesta en nombre de un amigo que quería deshacerse del hijo de su novia. Sin embargo, los hechos confirmarían luego que todo esto formaba parte de la oscura trama que había maquinado Gaspar Cinco.

Con el mismo argumento también apalabró a Nicolás Francisco Luna, otro examigo de la niñez. A este le pidió ayuda para contratar a un sicario por 20 mil pesos. Luna explicó que un sentimiento de furia se apoderó de él luego de escuchar tamaña propuesta y para graficar su enojo le respondió en estos términos: "Le respondí a Gaspar Cinco que yo pagaría veinte mil, pero para matar al tipo que quiere liquidar al niño".

La tarotista que declaró bajo identidad reservada fue mucho más elocuente y precisa. Era la vidente, consejera y guía espiritual a la que Gaspar Cinco recurrió en forma asidua desde que conoció a Alejandra Párraga.

Fue a esta mujer a quien el comunicador le manifestó que odiaba al hijo de su novia, que lo consideraba un estorbo y que si fuera por él lo mataría.
- ¿Por qué no le advirtió a la madre (de Gaspar Cinco) su comportamiento?, le preguntó el abogado Luis Agüero Molina, defensor de Gaspar Cinco, luego de que la testigo identificada con las iniciales SABQ refirió que la señora también concurría con frecuencia a su consultorio para que le tirara las cartas. La mujer respondió con una evasiva.

Golpe interior

Todos los testigos manifestaron sentirse muy afectados por no haber atinado ni siquiera a dar una mínima voz de alerta a los familiares de las víctimas, a parientes del acusado o utilizar el servicio del 911.

La sensación de impotencia quedó reflejada durante el emotivo testimonio de la tarotista, a quien Gaspar Cinco le expresó que estaba angustiado. Ella lo vio llorar de impotencia al sentir que no podía resolver el dilema entre su novia y el hijo de ésta. Pese a reconocer que vio al joven terriblemente afectado por esta situación, la tarotista se limitó a darle consejos y a sugerirle que vea a un psicólogo y que en último de los casos rompa su relación con Alejandra.

Los testigos coincidieron en que nunca pensaron que Gaspar Cinco llegaría a tanto, a pesar de que el imputado dejó sembrado como una impronta muchas señales de lo que podía suceder.

Quizás en esto mucho tenga que ver aquello de la cultura del “no te metás”.

Recurrente

Una testigo del juicio por el caso Thiago Quipildor, el año pasado, recurrió a esta frase para justificar porqué no denunció a los padres sustitutos que golpearon al niño hasta causarle la muerte.

“Mi marido me dijo que no me meta”, arguyó la mujer ante el tribunal que juzgó la conducta del matrimonio de Patricia Alejandra Sánchez con Víctor Marcelo Senise.

“La cultura del no te metás es un dato de la realidad y eso lo vemos a diario en muchas causas”, expresó Ramiro Ramos Ossorio, quien fue fiscal en aquel juicio y también en el que se está ventilando ahora contra el periodista Gaspar Cinco.

“La gente debe tomar conciencia”

El fiscal Ramos Ossorio y el querellante Benegas dieron su punto de vista sobre el tema.

Gaspar Cinco contará su verdad en la audiencia del próximo viernes.

El fiscal de Graves Atentados contra las Persona, Ramiro Ramos Ossorio, fue categórico en sus expresiones al señalar que “el no te metás” es una cuestión cultural que está arraigada en la sociedad. “Esto es algo que lo vemos a diario en los distintos casos que abordamos”, aseguró el representante del Ministerio. Ramos Ossorio trajo a colación el juicio por la muerte Thiago Quipildor, el niño martirizado por sus padres sustitutos. “Me quedó grabado lo que declaró una vecina de la pareja, quien argumentó que no denunció el maltrato al niño porque su marido le dijo que no se meta”. Al referirse al juicio al periodista Gaspar Cinco el fiscal señaló que “todos hemos visto que muchos testigos se lamentaron no haber tomado conciencia lo que el imputado estaba tramando”.
A su juicio, muchos casos graves se podrían evitar si la sociedad diera la voz de alerta cuando advierte o toma conocimiento de hechos de violencia. “Creo que la gente debería tomar conciencia que hay que romper con la cultura del no te metás”, dijo. Y agregó: “Con los medios que contamos y las garantías que existen de proteger la identidad del denunciante, yo creo que es posible”.
Por su parte, el querellante del Estado en el juicio a Gaspar Cinco sostuvo que “frente a los hechos de violencia que estamos viendo en Salta, tenemos que estar más atentos a este tipo de móviles para poder discernir si una persona puede potencialmente cometer un delito”. Rafael Benegas interpretó que poca gente que rodeó a Gaspar pensó que le iba a quitar la vida a un nene de tres años. Al referirse a los testigos que conocían lo que podía suceder Benegas subrayó que le resulta llamativo que nadie haya podido advertir esta situación. “Con esto no quiero decir que fueron cómplices necesarios, porque está evidentemente no lo advirtieron”. Como jefe del Programa Asistir Benegas anunció que van a poner el acento en este tema para que hechos como estos no se vuelvan a repetir.

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