¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

16°
7 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Una injusticia reiterada

“La institución pide respeto y ellos no respetan nada”, dijo lo madre.
Miércoles, 16 de mayo de 2018 00:00

La denunciante contó que, hace tres o cuatro años, a su hijo Miguel los policías también lo agarraron, "esa vez me lo entregaron con el ojo verde y lleno de golpes". Después de algunas horas, según la mujer, los uniformados se contactaron con ella para pedir las disculpas del caso. "Una vez lo dejé pasar, ahora no. Encima se pasaron porque sacaron las armas y como si fueran los peores delincuentes comenzaron a los tiros".

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

La denunciante contó que, hace tres o cuatro años, a su hijo Miguel los policías también lo agarraron, "esa vez me lo entregaron con el ojo verde y lleno de golpes". Después de algunas horas, según la mujer, los uniformados se contactaron con ella para pedir las disculpas del caso. "Una vez lo dejé pasar, ahora no. Encima se pasaron porque sacaron las armas y como si fueran los peores delincuentes comenzaron a los tiros".

"Quiero gritar a los cuatro vientos que esto no puede volver a pasar ni en Orán ni en ninguna parte, es una injusticia muy grande porque no somos gente que anda robando ni delinquiendo por ahí, al contrario todos los días salimos a trabajar. Lo que hicieron es un abuso de autoridad, la institución policial pide respeto cuando son ellos los primeros que deberían respetar. Son unos atrevidos, a mi hija le dijeron de todo y encima le hicieron una causa, tiene apenas 20 años; no puede ser".

Con la impotencia a flor de piel, la madre de uno de los damnificados asegura que ninguno de los dos -ni su hijo ni su yerno- había estado haciendo algo malo, "a mi hijo solo lo agarraron por cuestiones de alcohol y esas cosas, pero nunca por robo. Ellos -por los policías- salieron a decir que fueron solo dos balazos, cuando en realidad no es verdad, basta con mirarle la espalda a mi hijo".

 

PUBLICIDAD