Desde el sábado pasado, el propietario de un aserradero de la ciudad de Orán y su familia están viviendo momentos dramáticos luego de que le usurparan el predio que poseen en la calle Arenales al 2000. Si bien el martes a la mañana la Policía había logrado desalojar a los intrusos y detener a dos de los instigadores, el clima de tensión persiste, ya que el inmueble de casi una manzana permanece rodeado por un centenar de personas que amenazan con ingresar de nuevo al establecimiento, instigados por un puntero político, informó su propietario.
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Desde el sábado pasado, el propietario de un aserradero de la ciudad de Orán y su familia están viviendo momentos dramáticos luego de que le usurparan el predio que poseen en la calle Arenales al 2000. Si bien el martes a la mañana la Policía había logrado desalojar a los intrusos y detener a dos de los instigadores, el clima de tensión persiste, ya que el inmueble de casi una manzana permanece rodeado por un centenar de personas que amenazan con ingresar de nuevo al establecimiento, instigados por un puntero político, informó su propietario.
El lunes, la fiscal penal Mariana Torres dispuso la detención de dos personas relacionadas con el hecho y el desalojo de unas diez familias que usurparon la propiedad donde funciona un aserradero y una carpintería. La medida fue dispuesta a partir de la denuncia presentada por Rubén Cordero, quien atribuyó la usurpación a una persona identificada como Francisco Álvarez, quien fue detenido junto a María Salinas.
"Nosotros hemos adquirido esta propiedad hace más de cuarenta años y resulta que ahora aparece este señor Álvarez instigando a la gente a usurpar lo que nos pertenece", expresó Cordero a El Tribuno
Tras el desalojo de la familia, la fiscalía dispuso una consigna policial en el predio y que se prohíba el ingreso de personas extrañas. Sin embargo, en horas de la tarde de ayer la situación volvió a complicarse luego de que el juez de Garantías, Francisco Oyarzú, dispusiera la libertad de los detenidos. "Esta decisión nos pone en una situación de indefensión, ya que Álvarez trajo a más gente con la firme intención de usurpar definitivamente nuestro terreno", señaló Cordero con profunda preocupación.
Dijo que "la Justicia puso a dos policías de custodia, pero los que están rodeando el predio son más de cien".
Cordero explicó que su esposa e hijos se apostaron en el aserradero para proteger sus bienes. "Aquí tenemos maquinarias y herramientas de carpintería y esta gente nos está amenazando de que nos van a quemar todo, y estamos con miedo", exclamó.