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Una recordada enfermera hoy se siente abandonada

Edmunda Carrazán tiene 88 años y padece diabetes e hipertensión. Se encuentra absolutamente sola y sin apoyo. Hizo una denuncia por falta de asistencia.
Viernes, 18 de mayo de 2018 02:28

Edmunda Carrazán fue enfermera y una reconocida militante de la Unión Cívica Radical. Hoy, con 88 años, sufre diabetes y se encuentra totalmente sola y sin asistencia, pese a que tiene tres hijos.

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Edmunda Carrazán fue enfermera y una reconocida militante de la Unión Cívica Radical. Hoy, con 88 años, sufre diabetes y se encuentra totalmente sola y sin asistencia, pese a que tiene tres hijos.

La mujer se comunicó con la redacción del diario El Tribuno para hacer público su caso y pedir ayuda.

En su humilde vivienda, sobre la avenida 20 de Junio del barrio San José, recibió a un equipo de este medio. Contó que su situación empeoró a fines de febrero. "En esa fecha cobré mi jubilación. Yo mensualmente compro mis remedios para la diabetes e hipertensión mediante la Asociación de Jubilados de la que soy socia. En ese momento pedí los medicamentos. Salen 1.600 pesos. Vino una mujer cadete en moto. La hice pasar y la plata estaba sobre la mesa. Como me faltaban 100 pesos fui a buscarlos a mi cuarto. Cuando volví, no estaban los 1.500 ni la mujer", se lamentó.

"Reclamé a quien correspondía pero nadie vino a preguntarme nada", añadió.

A causa del robo del dinero, Edmunda sufrió un shock diabético. "Tuve un ataque muy fuerte por todo lo que pasé. Vecinos me llevaron arrastrándome al centro de salud de villa Primavera, donde me pusieron suero", manifestó.

Cuenta que luego cayó internada en una clínica. "Mis hijos solamente iban un rato a verme pero por las noches nadie se quedaba conmigo. Me dejaban sola. Los enfermeros veían por mí", expresó con tristeza.

La mujer tiene una úlcera en la pierna izquierda, según dijo, por una vena que explotó. "Un enfermero viene todos los días a hacerme las curaciones. Las heridas van sanando de a poco gracias a Dios", dijo Edmunda.

La mujer tiene dos hijos y una hija. "Ellos formaron sus familias y trabajan, pero hace un mes que no vienen a verme. Creo que es porque cada vez que se portaban mal yo les reclamaba. No les gustaba y pegaban el portazo. Siempre decían que no volverían pero después regresaban. Ahora no aparecen, así que los denuncié por abandono de persona. Quiero que por lo menos el más chico venga", aseguró.

Desde hace cuatro días la mujer solo come galletas de agua con mermelada y toma té. "No tengo quién me cocine, me ayude a bañarme o a limpiar. Si mis hijos no quieren venir, pido que por lo menos venga una mujer para trabajar ayudándome. Yo le puedo pagar dos mil pesos para que cocine", suplicó.

En la Standard Oil

Edmunda cobra una magra jubilación. "La estiro como puedo. Solo en remedios tengo casi dos mil pesos de gasto, más otros dos mil de servicios, más la comida. Una ahijada me ayuda y va a pagar las cuentas pero ella trabaja y tampoco puede ver demasiado por mí", dijo.

Nació en la capital salteña el 17 de noviembre de 1931. A los 17 años se fue a Tartagal a estudiar en la prestigiosa Escuela de Nurses, que en la década del 30 fundó la Standard Oil Company-ESSO en Tartagal.

A los 19 ya trabajaba en el hospital zonal, en medio de los montes. Se recibió como enfermera profesional. Militó en la Unión Cívica Radical. Tuvo tres hijos, a quienes crió sola tras el abandono de su esposo. Pasaron los años y regresó a la capital salteña, cuando tenía 60 años, y compró la casa en la que vive hoy.

Distinguida  por la Unión  Cívica

En 2011 Edmunda recibió una distinción de la fraternidad femenina por su compromiso militante y lucha por una sociedad justa. Fue nombrada integrante honorífica del ateneo de la mujer radical Juana Azurduy.

La mujer conserva la distinción cuidadosamente y la exhibe con orgullo, al igual que una fotografía en la que está saludando al expresidente Raúl Alfonsín.

"Ahora me la paso todo el día rezando mucho por el mundo entero. La gente está alejada de Dios, por eso el mundo está como está, muy mal y en el país peor, por lo que veo en el noticiero", contó.

"Toda mi vida milité en la Unión Cívica Radical. Luché mucho por los trabajadores de la salud, quienes siempre hemos arriesgado nuestras vidas trabajando para que nos paguen sueldos miserables que no nos alcanzaban. Solita he peleado por las enfermeras y enfermeros porque no nos valoraban", culminó Edmunda.

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