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Un barrio sin nombre, calles ni servicios

Vecinos de la zona sur que viven entre pozos y baldíos piden soluciones.
Miércoles, 02 de mayo de 2018 00:00

"Anses" o "Ampliación los Alerces". Los vecinos no saben cómo se llama el barrio de tres cuadras donde viven. Levantaron sus casas en terrenos que compraron en el 2010 a través de una cooperativa de empleados de Anses, en la zona sur. Hoy, tanto los peatones como los autos circulan por calles que parecen sendas y la gente exige que el municipio se responsabilice del trazado, el desmalezado y otros servicios.

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"Anses" o "Ampliación los Alerces". Los vecinos no saben cómo se llama el barrio de tres cuadras donde viven. Levantaron sus casas en terrenos que compraron en el 2010 a través de una cooperativa de empleados de Anses, en la zona sur. Hoy, tanto los peatones como los autos circulan por calles que parecen sendas y la gente exige que el municipio se responsabilice del trazado, el desmalezado y otros servicios.

Es un nuevo caso que evidencia la encrucijada en la que quedan entrampados los salteños que, para tener una vivienda, compran lotes a vendedores que operan sin cumplir con los requisitos municipales.

"Prefiero que no pase más el camión de basura", dijo Hernán Fabi, vecino que vive hace más de cinco años en la hectárea que adquirió junto a otras 28 familias. Afirma haber pagado 12 mil pesos para nivelar la calle que pasa por su casa para que el "camión de basura lo rompa y deje ahora una laguna".

Los baches complican la circulación del camión de basura y del puñado de autos de las familias que viven en las tres manzanas que forman el barrio. "Preferimos caminar a tirar la basura hasta el barrio de al lado, a que entre el camión y nos arruine el trabajo que nosotros mismos hacemos", insistió

A las calles anegadas se suma el problema de los baldíos, que se convierten en tierra fértil para basurales espontáneos. Según indicaron los vecinos, los propietarios de los terrenos hasta hace tres años mantuvieron sus tierras, pero habrían dejado de desmalezar por "estar cansados de la falta de respuestas de la Municipalidad". "Piensan que perdieron los terrenos", aseguraron.

Ubicado entre barrio Los Alerces y Docente Sur, ambos entregados por planes de vivienda estatales, el complejo habitacional se vuelve un punto ciego. Los actuales dueños tienen un boleto de compraventa y una escritura compartida como testigos de su compra. Con estos documentos, realizan los trámites para obtener una escritura y catastro a nombre propio.

Una vez cumplimentado todo el proceso, deben realizar una cesión a la Municipalidad de las tierras en común para que el ejecutivo realice las obras de urbanización como plazas, trazado de calles y servicio de recolección de basura.

Sin embargo, los vecinos señalaron que el proceso que deben seguir para acceder a las obras y servicios públicos es complejo. "Para obtener los catastros contratamos un agrimensor y a un ingeniero, también hay un plano de mensura que se hizo, pero dijeron que no coincidían algunas medidas y volvió para atrás", informó Carina Rodríguez. Para su vecino, esto sería un modo de dilatar tiempos. "Se tiran la pelota, cuando no hay presupuesto cuestionan cualquier punto para ganar tiempo y no hacer las obras", indicó Fabi.

Por estar de paso entre dos barrios, las calles tapadas por pasto cubano fueron utilizadas para algunas obras públicas. Se instaló un caño de agua que conecta las redes de los barrios Alerces y Docente Sur. Esta situación agitó los ánimos de los vecinos, que indicaron que sus reclamos son desoídos con el justificativo de que sus casas están en una terreno que figura como una única propiedad privada y no como un barrio, pero que eso no se tuvo en cuenta para realizar las obras.

"Me cansé, voy a comprar alambre y voy a poner un cartel que diga "propiedad privada", que no pasen más los caños de agua ni el camión de basura", amenazó molesto Fabi.

En búsqueda de soluciones, los vecinos analizaron la posibilidad de juntar firmas pero desistieron. Aseguran que, por ser siete familias, sus reclamos no serían escuchados. "Somos un número tan chico que políticamente somos insignificantes para la votación, si fuéramos mil sería mucho más fácil", indicó Rodríguez.

Los vecinos se reunieron en las últimas semanas con un concejal y presentarán hoy una nota a la Municipalidad. Las siete familias del barrio sin nombre tampoco cuentan con cloacas ni instalaciones de gas.

 

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