La Policía de Orán investiga el macabro hallazgo del cadáver de una persona completamente quemado, a un costado de la ruta nacional 50 que conduce a Aguas Blancas, en la frontera con Bolivia. El cuerpo apareció en un tramo del camino conocido como "senda de los bagayeros", a pocos metros del control del Puesto 28 de Gendarmería Nacional.
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La Policía de Orán investiga el macabro hallazgo del cadáver de una persona completamente quemado, a un costado de la ruta nacional 50 que conduce a Aguas Blancas, en la frontera con Bolivia. El cuerpo apareció en un tramo del camino conocido como "senda de los bagayeros", a pocos metros del control del Puesto 28 de Gendarmería Nacional.
Debido a que el cadáver estaba virtualmente carbonizado, hasta anoche no se podía saber el sexo, edad ni las causas de la muerte. Todo indicaría que la víctima fue ejecutada a tiros o cuchilladas y que luego incineraron el cuerpo. "Esto huele a un crimen mafioso", especuló una fuente consultada por El Tribuno.
Fueron efectivos de Gendarmería quienes durante un patrullaje de rutina, ayer a las 9, observaron un extraño bulto a la vera del transitado camino de una finca aledaña que los bagayaros utilizan para sortear los controles de la mercadería que transportan de contrabando desde Bolivia. De inmediato se dio aviso al servicio de emergencia 911 y a partir de ese momento se montó un operativo de control para proteger el lugar. Más tarde arribó el médico legal y con la autorización del juez interviniente se procedió al levantamiento del cuerpo que fue trasladado hasta el hospital San Vicente de Paúl de Orán para realizar las pericias médicas. Ninguna información oficial surgió al respecto y todo indicaría que por el estado del cadáver los peritos del Cuerpo de Investigaciones Fiscales tendrían dificultades para determinar el sexo.
Por ese motivo se especula con la posibilidad de trasladarlo a Salta. De la investigación se hizo cargo la fiscal de Graves Atentados con las Personas, Claudia María Cecilia Carreras.
Lo más llamativo del caso es que el cuerpo haya aparecido a unos 300 metros del puesto de Gendarmería. Si bien la garita está rodeada por yuyos altos y árboles, lo sorprendente es la audacia de asesinos para quemar un cuerpo con los riesgos que ello implica de ser descubiertos. Lo concreto es que nadie escuchó nada, no vio las llamas ni sintió olores extraños que hagan sospechar que un cuerpo se estaba quemando en un lugar desolado.
Varias hipótesis surgieron en torno a este suceso que tiene todos los condimentos de los crímenes mafiosos que son moneda corriente en la frontera norte, como el ocurrido días pasados en Salvador Mazza. Lo que se sospecha es que este caso podría estar relacionado con la banda de narcos desbaratada en Orán, cuyo líder era "Juanzuti" Aguilera. Este hombre era el jefe de la cooperativa de bagayeros El Froterizo y mantenía duros enfrentamientos con otro grupo que explota esta actividad en la zona. Una de las teorías que se manejan es que la víctima podría ser un adversario de Aguilera o algún ladero que lo delató.