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El “profe” Tobar, el otro puntal del San Antonio campeón del Federal C

Matías Tobar, parte importante del título de la villa, festejó también su primer ascenso. El preparador físico del campeón reveló las claves de un logro histórico.
Domingo, 06 de mayo de 2018 22:42

El éxito, sobre todo en el fútbol, se alcanza con el trabajo en conjunto, aunque a la hora de la repartija de responsabilidades se destaque más la labor del algunos por sobre otros, esos eslabones que también fueron fundamentales en un proceso exitoso y que pasan desapercibidos.

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El éxito, sobre todo en el fútbol, se alcanza con el trabajo en conjunto, aunque a la hora de la repartija de responsabilidades se destaque más la labor del algunos por sobre otros, esos eslabones que también fueron fundamentales en un proceso exitoso y que pasan desapercibidos.

En la euforia de la concreción de un campeonato, como en el caso de Villa San Antonio, las cámaras y micrófonos apuntaron al DT (Martín Martos) y a los jugadores. Pero también hubo una pieza fundamental en la estructura, que estuvo en el día a día, pero que no se llevó consigo los flashes de la fiesta: es Matías Tobar, casado (con María) y padre de dos nenas (Delfina y Martina), quien cosechó su primer premio como profesional a sus 38 años, cuando lleva doce de preparador físico.

“Estar en San Antonio significa mucho por lo que representa, el amor que demuestra la gente. Desde siempre me despertaba curiosidad la pasión que tiene el hincha. Tiene una mística el club que cautiva”, describió Matías en diálogo con El Tribuno. Sus primeros pasos en la profesión fueron poco comunes: recibido como profesor de Educación Física y con deseos de jugar en algún club de primera, recaló en Sanidad (2004) de la mano de Amancio Ramírez, quien lo hizo debutar como PF cuando aún soñaba con ser futbolista.

Pero el jugador interior todavía continuaba vivo en Tobar y no pasó mucho para que se calce los botines y se dé el gusto de jugar en Peñarol y en Argentinos del Norte. Una vez finalizada esa etapa, se metió de lleno en la preparación física. Estuvo en inferiores de Juventud cinco años y formó parte de la primera como segundo PF. Luego, llegaron Pellegrini, Camioneros y Mitre.

“La capacitación es importantísima. Los libros me dieron mucho, pero sobre todo la experiencia fue la que me dio mayor tranquilidad a la hora de decidir algo. Aprendí mucho de Ricardo Cassini cuando estuvo en Juventud, él me llevó a tres pretemporadas y me abrió la cabeza”, destacó.

Todo lo que aprendió Tobar lo volcó en San Antonio, sacando lo mejor de cada jugador: “Los que me sorprendieron fueron Mambrú Villarreal, Leo Silveira y Emmanuel Cáceres. Son muy profesionales para entrenar”, ponderó el profe, quien considera un premio a mucho trabajo este ascenso conseguido.
“La figura más expuesta es la del técnico, pero en San Antonio somos un grupo”, opinó.

“Soy un convencido de que el jugador alegre responde mucho más que uno fastidioso. Si hay un buen ambiente te responden de otra manera”, amplió, Tobar, para luego referirse al trabajo a pulmón en el que también incluye a la directiva, por haberlos respaldado en todo el proceso: “Me sorprendió la predisposición. Les pedía un suplemento y lo tenían, lo mismo que las canchas. A cada detalle trataban de solucionarlo. Siempre hay cosas para mejorar, pero trabajamos muy cómodos desde un principio”.

Para Tobar, es complicado ser preparador físico salteño y trabajar en la provincia: “Los clubes grandes últimamente traen gente de afuera. Hay muy bueno profes y técnicos que estudiaron mucho en Salta. Si a un futbolista lo tenés contento y motivado te rinde, lo mismo pasa con un preparador físico”, graficó el PF del campeón.
 

El arte de sobrevivir siendo PF

Para Matías Tobar, lo difícil de insertarse en el fútbol salteño es la cuestión remunerativa. “Salen camadas de profesores muy buenos y dedicados. Cuando arranqué en Juventud (en 2010) me pagaban 300 pesos por dos categorías. Uno trata de ser lo más profesional posible. Somos pocos los que llegamos porque nos bancamos muchas cosas”, explicó el formador, quien aclara que hace cuatro cursos al año para actualizar su capacitación y en ello invierte dinero.
En su momento, Tobar estuvo a punto de ser PF de Central Norte, pero no quiso por ser un hombre de palabra, ya que se había comprometido previamente con Camioneros Argentinos.
“El jugador tiene que estar preparado al máximo y de la mejor manera para cualquier torneo, a eso nos dedicamos”, concluyó.
 

 

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