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Dos criminales al borde del abismo

Testigos sellaron la suerte de Jorge Toconás y Álvaro Rojas. 
Sabado, 16 de junio de 2018 22:36

El principal acusado de asesinar a Jonathan Burgos está a escasas horas de la condena perpetua, según la visión del querellante. En la mañana del lunes el tribunal de la sala 5 hará junto a defensores y querellantes una inspección ocular del lugar donde fue agredido mortalmente el estudiante Jonathan Exequiel 
Burgos (17). En la última jornada los testigos que pasaron por el debate sepultaron las esperanzas de Jorge Damián Toconás, al reconocer cada uno desde su perspectiva al agresor, el arma impropia utilizada (un ladrillo) y la presencia del mismo junto a su víctima yacente.
El delito de homicidio simple agravado por la participación de un menor amenazó con quedar estrecho para el molde de la agresión.
Desde la querella el abogado Rodrigo Escovar se mantuvo cauto ante la claridad de los testigos.
En ese contexto, Álvaro Rojas, el cómplice de la agresión, no fue ajeno a los testimonios y su posición como coautor está probada. Lo salva en parte su condición de menor en la fecha de producida la agresión, pero no lo exime de responsabilidad alguna.
Los alegatos serán cruciales, porque el cúmulo de la evidencia arrinconó a las defensas. El martes habrá sentencia. 

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El principal acusado de asesinar a Jonathan Burgos está a escasas horas de la condena perpetua, según la visión del querellante. En la mañana del lunes el tribunal de la sala 5 hará junto a defensores y querellantes una inspección ocular del lugar donde fue agredido mortalmente el estudiante Jonathan Exequiel 
Burgos (17). En la última jornada los testigos que pasaron por el debate sepultaron las esperanzas de Jorge Damián Toconás, al reconocer cada uno desde su perspectiva al agresor, el arma impropia utilizada (un ladrillo) y la presencia del mismo junto a su víctima yacente.
El delito de homicidio simple agravado por la participación de un menor amenazó con quedar estrecho para el molde de la agresión.
Desde la querella el abogado Rodrigo Escovar se mantuvo cauto ante la claridad de los testigos.
En ese contexto, Álvaro Rojas, el cómplice de la agresión, no fue ajeno a los testimonios y su posición como coautor está probada. Lo salva en parte su condición de menor en la fecha de producida la agresión, pero no lo exime de responsabilidad alguna.
Los alegatos serán cruciales, porque el cúmulo de la evidencia arrinconó a las defensas. El martes habrá sentencia. 

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