¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

16°
27 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Sin coherencia no podremos salir a flote

Por Álvaro Pérez, director de Finex - asesor financiero. 
Sabado, 30 de junio de 2018 20:20

Argentina, entre otras cosas, cambió sus escalas de tiempos para medir, proyectar y construir esperanzas. En un mes se consiguió la asistencia financiera internacional más importante de la historia, se volvió a ser calificado como un mercado emergente, se cambió el equipo del BCRA y se presentaron una serie de medidas técnicas para contener el rally alcista, pero nada parece alcanzar y ya medimos nuestro futuro en qué pasará mañana y esa incertidumbre no le hace bien a ningún ser vivo, y mucho menos a los mercados.
Lo cierto es que a estas alturas nadie sabe qué pasará, algunos quisieran poder asignarle responsabilidades al contexto internacional, es cierto que un mundo en permanente amenazas y hostilidades comerciales y con signos de recalentamiento en su principal mercado no ayuda. Pero no ayuda a ningún emergente, no solo a nosotros. Pero los argentinos no aprendemos la lección, de asumir nuestras responsabilidades como partícipes de una sociedad en el rol de cada uno y es nuevamente el mercado el que nos da la lección.
El Gobierno ensaya respuestas que parecen salidas de un libro de cocinas que, en su momento, llevó a la sociedad a querer un cambio. Nuevamente congelar tarifas, incrementar la presión tributaria, incrementar el gasto, y no hacer lo que había que hacer, está costando muy caro. 
Esto último impactó fuertemente en el valor de las acciones en Argentina, indefiniciones en el tema tarifario y nuevo atraso por devolución golpeó a las energéticas, reducción del gasto en la obra pública golpea las vinculadas como Holcim y Loma entre otras, las regulaciones a bancos y las expectativas internacionales empujan hacia abajo el precio de sus acciones, los malos datos sobre consumo, pobreza, empleo y actividad, afectan a las de consumo masivo. 
Las perspectivas sobre las medidas y el rumbo político incrementan terriblemente el riesgo país, golpeando el valor de nuestros bonos, registrando valores máximos en el spread con un bono brasileño. Por caso, un bono argentino hoy rinde 7,76% en dólares mientras uno peruano rinde 3,79%, quizás sea algo exagerada la diferencia entre uno y otro, pero eso lo determina el mercado y nada podemos hacer.
La mesa del BCRA no pudo en el cierre de mes mostrarse firme frente a la fuerza compradora, y nuevamente mostrarse erráticos nos cuesta a los argentinos. Si el tipo de cambio va a flotar, debe flotar, si vamos a mantener un valor que “nos sirva”, que sea el que nos sirve. Pero si no se muestra coherencia difícilmente podremos mantenernos a flote.
Ahora debemos ver cómo los mercados inician un tercer trimestre, con ánimos devastados y a la espera de escuchar noticias negativas sobre inflación, devaluación y crecimiento. Sin perjuicio de esto último tenemos que pensar que las crisis son oportunidades y esta seguramente lo es.
 
 

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Argentina, entre otras cosas, cambió sus escalas de tiempos para medir, proyectar y construir esperanzas. En un mes se consiguió la asistencia financiera internacional más importante de la historia, se volvió a ser calificado como un mercado emergente, se cambió el equipo del BCRA y se presentaron una serie de medidas técnicas para contener el rally alcista, pero nada parece alcanzar y ya medimos nuestro futuro en qué pasará mañana y esa incertidumbre no le hace bien a ningún ser vivo, y mucho menos a los mercados.
Lo cierto es que a estas alturas nadie sabe qué pasará, algunos quisieran poder asignarle responsabilidades al contexto internacional, es cierto que un mundo en permanente amenazas y hostilidades comerciales y con signos de recalentamiento en su principal mercado no ayuda. Pero no ayuda a ningún emergente, no solo a nosotros. Pero los argentinos no aprendemos la lección, de asumir nuestras responsabilidades como partícipes de una sociedad en el rol de cada uno y es nuevamente el mercado el que nos da la lección.
El Gobierno ensaya respuestas que parecen salidas de un libro de cocinas que, en su momento, llevó a la sociedad a querer un cambio. Nuevamente congelar tarifas, incrementar la presión tributaria, incrementar el gasto, y no hacer lo que había que hacer, está costando muy caro. 
Esto último impactó fuertemente en el valor de las acciones en Argentina, indefiniciones en el tema tarifario y nuevo atraso por devolución golpeó a las energéticas, reducción del gasto en la obra pública golpea las vinculadas como Holcim y Loma entre otras, las regulaciones a bancos y las expectativas internacionales empujan hacia abajo el precio de sus acciones, los malos datos sobre consumo, pobreza, empleo y actividad, afectan a las de consumo masivo. 
Las perspectivas sobre las medidas y el rumbo político incrementan terriblemente el riesgo país, golpeando el valor de nuestros bonos, registrando valores máximos en el spread con un bono brasileño. Por caso, un bono argentino hoy rinde 7,76% en dólares mientras uno peruano rinde 3,79%, quizás sea algo exagerada la diferencia entre uno y otro, pero eso lo determina el mercado y nada podemos hacer.
La mesa del BCRA no pudo en el cierre de mes mostrarse firme frente a la fuerza compradora, y nuevamente mostrarse erráticos nos cuesta a los argentinos. Si el tipo de cambio va a flotar, debe flotar, si vamos a mantener un valor que “nos sirva”, que sea el que nos sirve. Pero si no se muestra coherencia difícilmente podremos mantenernos a flote.
Ahora debemos ver cómo los mercados inician un tercer trimestre, con ánimos devastados y a la espera de escuchar noticias negativas sobre inflación, devaluación y crecimiento. Sin perjuicio de esto último tenemos que pensar que las crisis son oportunidades y esta seguramente lo es.
 
 

Temas de la nota

PUBLICIDAD