La construcción atraviesa meses críticos en la provincia. Los empresarios del rubro, agrupados en la Cámara Salteña de la Construcción, publicaron ayer un comunicado en este diario en el que exponen la disminución y hasta paralización de proyectos de obras públicas.
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La construcción atraviesa meses críticos en la provincia. Los empresarios del rubro, agrupados en la Cámara Salteña de la Construcción, publicaron ayer un comunicado en este diario en el que exponen la disminución y hasta paralización de proyectos de obras públicas.
Alertaron "la inevitable disminución del ritmo de las obras en curso y/o su paralización, con el consiguiente despido de personal, alteración de las cadena de pagos, cierre de empresas y cancelación o retraso en la entrega de las obras a sus beneficiarios naturales".
La angustiante situación ya se cobró en el primer semestre de este año los puestos laborales de unos tres mil obreros, de acuerdo a los números que maneja la delegación local de la Uocra (Unión Obrera de la Construcción) y que fueron anticipados por El Tribuno semanas atrás. Alrededor de 1.800 de ellos, según datos del gremio, quedaron sin trabajo por la paralización de los proyectos de urbanización coordinados por el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV).
Una gran parte del resto de los desempleados estaban ocupados en proyectos de complejos habitacionales ejecutados por capitales privados, que también fueron suspendidos o ralentizados.
El descalabro en la construcción comenzó a manifestarse a la par de la crisis financiera en la que entró el país desde mayo pasado y que quebró, al menos en Salta, el crecimiento sostenido que registraba la actividad, que fue casi la única generadora de empleo en la provincia durante 2017.
En estos meses se perdió todo el crecimiento laboral de un año y se retrocedió a niveles de 2016, un año, por cierto, también crítico para las constructoras.
En el comunicado de la cámara empresarial se recuerda que siguen sin actualizarse los precios de edificación de las viviendas sociales que se ejecutan en la provincia y de otras obras, que están congelados a valores de abril de 2016.
"Hemos realizado todos los trámites necesarios ante organismos nacionales y provinciales competentes para la regularización de dichas distorsiones, que nos corresponden por contrato y por ley, pero no hemos obtenido ni respuestas ni soluciones", señalaron los dueños de las constructoras.
Advirtieron, además, que, a pesar del retraso en las cotizaciones, muchas obras igual se ejecutaron con financiamiento de las empresas. En algunos casos, dijeron, tuvieron que recurrir a créditos bancarios, alternativa totalmente inviable en la actualidad por las altas tasas de los mismos.
"Nuestra capacidad para continuar financiando la obra pública está agotada. La disminución del ritmo de las obras o la suspensión de las mismas es inevitable", consigna el texto de la Cámara Salteña de la Construcción.
Se esperan aún más recortes en obras públicas
Si bien desde Nación anunciaron la semana pasada que quieren recortar $300.000 millones de gasto público para el año próximo (de esa cantidad, $100.000 millones lo deberán afrontar las provincias), el ajuste ya se viene aplicando desde comienzos de 2018, sobre todo en las obras públicas. Algo similar se espera que suceda en 2019.
De acuerdo a las cifras que presentó el Ministerio de Hacienda nacional, los fondos destinados para la construcción de viviendas sociales se redujeron en un 48,9% en los primeros seis meses de este año en comparación a igual período de 2017.
De igual manera, los proyectos de agua, cloacas y desagües tuvieron una reducción presupuestaria interanual del 18,3% en el primer semestre.
En la reunión que mantuvo el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, con los jefes de las áreas económicas de las provincias durante la semana pasada, se anticipó que del ajuste que le correspondería realizar a la Nación en 2019, el 50% será en obras públicas.
El secretario de Obras Públicas de la Provincia, Jorge Klix, coincidió con que el panorama no es el mejor.
En diálogo con El Tribuno dijo que es muy difícil la planificación de obras con la incertidumbre económica e inflación que atraviesa el país.
“Todavía no tenemos en claro cómo nos va a repercutir la disminución de obras que anuncia la Nación”, dijo el funcionario.