Un total de 56 personas que se encuentran con prisión domiciliaria son vigiladas con tobilleras electrónicas por medio de la Unidad de Arresto Domiciliario por Monitoreo Electrónico (Uadme). Anuncian que llegarán a 500 el año que viene.
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Un total de 56 personas que se encuentran con prisión domiciliaria son vigiladas con tobilleras electrónicas por medio de la Unidad de Arresto Domiciliario por Monitoreo Electrónico (Uadme). Anuncian que llegarán a 500 el año que viene.
La unidad que está a cargo del monitoreo electrónico a las personas que cumplen penas en sus domicilios con permiso de la Justicia cumplió un año de funcionamiento. El dispositivo funciona bajo la supervisión de la Subsecretaría de Políticas Criminales.
En los primeros 12 meses de la Unidad de Arresto Domiciliario por Monitoreo Electrónico fueron vigiladas 72 personas, de las cuales más de 30 se encontraban en el interior provincial.
La proyección es llegar a las 500 hasta el próximo año. El sistema actualmente cuenta con 120 equipos y al Gobierno de la Nación se le solicitaron otros 200 para incorporar a la unidad y cubrir la demanda de la Justicia.
Trabajo o estudio
Desde el Ministerio de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos se difundió que a cinco personas privadas de su libertad se les aplica, además, el sistema GPS porque fueron autorizadas por la Justicia a continuar estudios o trabajar, por ser el único sustento familiar.
El ministro de Gobierno, Derechos Humanos y Justicia, Marcelo López Arias, dijo al personal de la Uadme ayer que la Provincia "está orgullosa del trabajo que hacen".
El funcionario destacó que el dispositivo salteño es "modelo y ejemplo a nivel nacional". López Arias participó ayer en un acto breve que se hizo para reconocer la labor del personal, que debe recibir entrenamiento y actualización permanente en tecnología.
El director de la Uadme, José Flores, informó que el trabajo se extendió a toda la provincia y destacó la tarea coordinada con la Justicia y la Policía. Mencionó que se incluye a jóvenes en conflicto con la ley, lo que convierte a Salta en pionera en el tema. El funcionario contó que un joven con prisión domiciliaria en capital ya está en el sistema de vigilancia electrónica y que se avanza con otro caso en Metán.
Entre los logros también se menciona el interés de otras provincias en recibir entrenamiento y capacitación de personal salteño. Hay nuevos pedidos de Entre Ríos y Neuquén.
El seguimiento de las tobilleras electrónicas se hace las 24 horas, los 365 días del año, desde el centro ubicado en Capital. El sistema funciona bajo la supervisión directa de la Subsecretaría de Políticas Criminales y Asuntos Penitenciarios. El titular del organismo, Ramiro Lucena, destacó la capacidad del Servicio Penitenciario de adaptarse a los cambios. Lucena recordó que esta tecnología es inviolable y que la incorporación se da por un convenio entre el Gobierno de la Provincia y el Ministerio de Justicia de Nación, que provee a Salta el equipamiento.
En la ceremonia estuvieron los secretarios de Políticas Penales y de Justicia y Métodos Participativos en la Resolución de Conflictos, Pablo Alavila, y Carina Iradi, respectivamente; y el director general del Servicio Penitenciario, Juan Daza, entre otros funcionarios. Las autoridades descubrieron una placa de reconocimiento.