La semana empieza intensa en la causa por los cuadernos de las coimas. Tras los últimos testimonios del viernes último, el juez federal Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli abrieron líneas de investigación para tratar de dar con los millones de dólares, euros, pesos y bienes que se habrían acumulado a lo largo de doce años de cobros de coimas. Buscan fuera y dentro del país. También esperan que el miércoles el Senado de la Nación decida si les permiten allanar tres inmuebles de la expresidente Cristina Kirchner.
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La semana empieza intensa en la causa por los cuadernos de las coimas. Tras los últimos testimonios del viernes último, el juez federal Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli abrieron líneas de investigación para tratar de dar con los millones de dólares, euros, pesos y bienes que se habrían acumulado a lo largo de doce años de cobros de coimas. Buscan fuera y dentro del país. También esperan que el miércoles el Senado de la Nación decida si les permiten allanar tres inmuebles de la expresidente Cristina Kirchner.
Ninguno de los dos pasos es sencillo. Y antes de que puedan darlos correrá mucha agua bajo el puente judicial.
Para la Justicia, Néstor y Cristina Kirchner "comandaron una asociación ilícita" para recaudar dinero negro. Sospecha que acumularon al menos 200 millones de dólares solo de la obra pública, de acuerdo a lo que escribió en 8 cuadernos Oscar Centeno, el chofer de Roberto Baratta (exmano derecha del exministro Julio De Vido).
El pedido de autorización que el juez Bonadio dirigió, originalmente, al Senado hace tres semanas incluía tres inmuebles y las oficinas de la senadora Kirchner en la Cámara alta. Se trata de las propiedades ubicadas en Uruguay 1306/1310, intersección con la calle Juncal 1409/, piso 5§, de la Ciudad de Buenos Aires (es el departamento donde Cristina reside actualmente); en Mascarello 441, en la ciudad de Río Gallegos; y la ubicada en las calles Padre de Agostini y Los Tehuelches, en El Calafate.
Bonadio y el fiscal Stornelli buscarían en esos inmuebles documentación, tal vez dinero, y confirmar algunos detalles recibidos en las declaraciones de los testigos, arrepentidos y no.
El Senado ya rechazó al tándem judicial el pedido para allanar las oficinas de la expresidenta en la sede legislativa, argumentando que los hechos investigados son previos a su llegada a la Cámara.
La semana pasada el oficialismo no logró quórum para abrir el debate, y pasó para esta semana. La frustrada sesión dejó una bolsa de críticas por el faltazo del oficialista Esteban Bullrich (quien casualmente viajó a Italia), y una interna feroz entre los peronistas que quedaron divididos entre los que quieren aprobar el pedido de allanamiento -con Miguel Ángel Pichetto a la cabeza- y los que se oponen, todos seguidores acérrimos de la exmandataria.
Todo indicaría que este miércoles, cuando la Cámara Alta se reúna, el oficialismo tendría asegurado el quórum (con el regreso de Bullrich).
La semana pasada, la senadora Kirchner estuvo en el edificio del Senado, aunque no bajó al recinto a la espera de ver si la sesión prosperaba o no. Si el debate se abría, tenía previsto asistir para defenderse y tratar de inclinar la balanza de las voluntades senatoriales a su favor. Sin quórum la sesión, no necesitó hacerlo. Este miércoles no se descarta que tome la palabra.
Las rutas del "dinero k"
En los tribunales de Comodoro Py, el juez Bonadio deberá decidir hoy -o mañana a más tardar- si acepta a José López, el exsecretario de Obras Públicas, como "arrepentido". La semana pasada el testimonio del exfuncionario -que manejó precisamente el área donde se investiga el cobro de coimas- fue tal cual lo pide la ley del testigo protegido: confesó haber recaudado varios millones de dólares en sobornos y apuntó a su exjefe, el ministro de Planificación Federal Julio De Vido, y a la expresidenta Cristina Kirchner.
El fiscal y el juez recibieron también la declaración del llamado "financista histórico del kirchnerismo", quien explicó cómo era la ruta del dinero.
Con la información de López y de Clarens, más los otros testimonios, Bonadio y Stornelli iniciaron la búsqueda del dinero cobrado a los empresarios de la construcción a través de sobreprecios en contratos.
Uno de esos es el sur del país: Río Gallegos y El Calafate, los dos lugares en el mundo de la expresidenta. Los otros son paraísos financieros, bancos y ciudades donde parte de ese dinero negro esté guardada o invertida en inmuebles.