El gobernador Urtubey participó hoy en el Triduo de Pontificales, tras el cual tuvo un breve diálogo con la prensa en el que remarcó lo que significan para Salta los peregrinos. "La conmovedora expresión de fe de los peregrinos, que año a año es más grande, nos tiene que hacer reflexionar. El salteño es un pueblo de fe", expresó.
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El gobernador Urtubey participó hoy en el Triduo de Pontificales, tras el cual tuvo un breve diálogo con la prensa en el que remarcó lo que significan para Salta los peregrinos. "La conmovedora expresión de fe de los peregrinos, que año a año es más grande, nos tiene que hacer reflexionar. El salteño es un pueblo de fe", expresó.
En la Catedral Basílica de Salta, tuvo lugar esta mañana la Misa Estacional en honor a la Solemnidad de la Santísima Virgen del Milagro comenzó hoy el Solemne Triduo de Pontificales, celebración en la que participó el gobernador Juan Manuel Urtubey junto a su esposa Isabel Macedo.
El oficio religioso fue encabezado por el arzobispo Mario Antonio Cargnello y celebrado por monseñor Gabriel Bernardo Barba, obispo de Gregorio de la Ferrere de Buenos Aires. La misa dio inicio a las 10 con la participación de cientos de fieles y peregrinos que comenzaron a llegar a la ciudad desde distintos puntos de la provincia para participar en las celebraciones que culminarán el sábado 15 con la multitudinaria procesión.
Durante la homilía el Obispo destacó la importancia de la familia y de la oración con la cual alimentan su fe y renuevan su esperanza. “El pueblo de Salta en estos días se convierte en pueblo maestro, que enseña y testimonia la fe”, expresó. También resaltó la figura de María, Madre de Jesús y de todos los cristianos, “quien se puso en manos de Dios y escuchó su palabra, a pesar del dolor que le tocó vivir”.
La ceremonia también contó con la presencia del vicegobernador Miguel Angel Isa, el intendente capitalino, Gustavo Saenz, autoridades provinciales y municipales.
Durante estos tres días se recordará la intercesión milagrosa de la Virgen y la protección del Santo Cristo crucificado ante los temblores que azotaron la región en 1692. Desde entonces, cada año miles de fieles acuden para renovar su pacto de fidelidad y pedir la protección de sus hogares.
El Triduo continuará mañana con la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz.