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El asesino del motel escuchó lúcido la imputación fiscal

El acusado está internado pero con prisión preventiva a la espera de su procesamiento por homicidio calificado.
Viernes, 28 de septiembre de 2018 03:14

En la mañana de ayer la jueza de Garantías visitó a Raúl Antonio Pérez en el hospital San Bernardo, donde se recupera de un intento de suicidio y tras corroborar plenamente su perfecto estado de lucidez y la comprensión del acto, dio lugar al fiscal penal Pablo Paz a que le leyera los derechos y le imputara el delito de homicidio calificado.

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En la mañana de ayer la jueza de Garantías visitó a Raúl Antonio Pérez en el hospital San Bernardo, donde se recupera de un intento de suicidio y tras corroborar plenamente su perfecto estado de lucidez y la comprensión del acto, dio lugar al fiscal penal Pablo Paz a que le leyera los derechos y le imputara el delito de homicidio calificado.

Según el Poder Judicial de Salta, el asesino de Jéssica González se encuentra lúcido y bajo tratamiento psicológico, en franca recuperación y sin riesgo de vida.

Con ese panorama la jueza de Garantías 7, María Edith Rodríguez, se presentó ayer en el Hospital San Bernardo, donde controló la legalidad de la detención de Raúl Antonio Pérez, quien se encuentra detenido e internado en ese nosocomio por el supuesto delito de femicidio de Jéssica González, ocurrido el jueves pasado en el motel Mimos.

El hombre, se acreditó científicamente, se encuentra fuera de peligro y evoluciona favorablemente de las diversas lesiones que se autoprodujo al intentar simular una desaveniencia de pareja inexistente. El acusado fue asistido por un defensor oficial.

Según la fuente, el criminal comprendió todos los derechos que le asisten como persona sujeta a proceso y privada de su libertad.

Por otra parte, el acusado solicitó ayuda psicológica, por lo que la jueza remitió oficio para que sea asistido por un profesional idóneo mientras continúe internado, y reciba tratamiento acorde a su estado emocional.

Ante la imposibilidad de Pérez de firmar el acta, ya que tiene sus dos manos vendadas y con férulas, es que se solicitó la asistencia de un testigo que firme por él, en este caso una enfermera del hospital, previa lectura del acta en voz alta y con el consentimiento del imputado.

El hombre se encuentra detenido por el hecho ocurrido en un hotel alojamiento de la zona sur, donde encontraron el cuerpo de la mujer de 39 años.

Hasta el momento, oficialmente se caratuló el hecho como supuesto femicidio, aunque esa carátula encierra en sí una supuesta pero no probada relación sentimental entre la joven González y Raúl Pérez.

Esta hipótesis no es compartida por la familia de la mujer, que sostiene que los vínculos entre la joven y su victimario estaban lejos del amor o del noviazgo.

Para la familia, hubo privación ilegítima de la libertad, torturas y un ataque con arma blanca que pretendió y logró silenciar la casi segura denuncia de la víctima.

Esto se refuerza en que el sujeto a punto de ser imputado ya arrastraba una historia de violencia de género y soportaba sobre sí, por ese y otros hechos, una prohibición de acercamiento tanto a su expareja como a su propio hijo, según denunciaron los familiares de Jéssica. Estos aseguraron que esa prohibición de acercamiento y restricción del hogar fue la causa por la que Raúl Pérez buscó apoyo espiritual en la iglesia donde Jéssica predicaba el evangelio y practicaba la solidaridad con el prójimo.

La carátula de homicidio calificado y supuesto femicidio tiene como condena la cadena perpetua.

 

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