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Farid Salim: la vida del campeón

Se cumplen 59 años de su título Argentino Mediano al vencer por puntos, a 12 rounds, al gran Juan Carlos Durán.
Domingo, 20 de enero de 2019 00:56

Por Cárolyn Salim

Farid Salim nació el 31 de agosto de 1936 en la ciudad de Salta, en el núcleo de una numerosa familia de padres inmigrantes sirios y un total de 9 hermanos y 4 hermanas.
De pequeño, con solo 8 años, ya acompañaba a su hermano Héctor a las peleas de éste, en el viejo Luna Park salteño de la calle Necochea. A los 11 años y ante la ausencia de uno de los niños en una pelea programada, Héctor propone hacerlo subir al ring a su hermano, con la condición que no levantara ni una sola moneda de las que el entusiasta público tiraba al ring cuando finalizaba una pelea entre niños. Farid accede y gana la pelea a 3 rounds. Así es como comienza su exitosa carrera como pugilista amateur.
Debutó como novicio a los 18 años en la categoría mosca y fue campeón salteño durante tres años consecutivos.
A los 19 años logró 2 títulos argentinos en novicios, viajó a Chile y ganó el campeonato Latinoamericano. Luego obtuvo el título de campeón Rioplatense y el de campeón Argentino Militar mientras cumplía con el servicio militar obligatorio y apoyado por quien era entonces su jefe, el capitán Sánchez.
En 1958 viajó a Buenos Aires acompañado de su hermana Sara para ingresar al campo profesional, convirtiéndose en pupilo de los hermanos Porzio y el 4 de junio venció a Santos Galván, tras un duro golpe, por abandono en el primer round.
Así comenzaba su exitosa carrera profesional, abandonando sus estudios de medicina, quien sería el más grande campeón que diera Salta en el boxeo, escribiendo más de una página dorada en este deporte, tan popular, Farid logró conquistar el corazón de sus comprovincianos quienes hasta el día de hoy muestran un enorme cariño por el campeón.
Entre sus peleas, tuvo grandes confrontaciones en el ámbito nacional con adversarios de la talla de Andrés Selpa, Juan Carlos Durán, Ubaldo Sacco (padre). 
En el año 1959 el campeón Argentino de los medianos era Andrés Selpa, quien fue sancionado por una actitud antideportiva dejando vacante la corona, con tal motivo se organizó un certamen entre los mejores boxeadores del momento, y es así como el 20 de enero de 1960, hace 59 años, en el Luna Park, Farid obtiene el título de campeón Argentino Mediano, al vencer por puntos a 12 rounds al gran Juan Carlos Durán.
Su legado
Habiendo terminado una exitosa carrera como boxeador, “Farido”, como le decían cariñosamente sus amigos e íntimos, se dedicó al manejo y entrenamiento de boxeadores, algunos de ellos de lo mejor y más renombrado de nuestra historia pugilística, es el caso de Alfredo Lucero, Osmar Francis Ochoa, Rubén Condorí, Miguel Ángel “Puma” Arroyo y Héctor Vilte, por nombrar solo algunos. Llevan su nombre la primera escuela municipal de Boxeo, e infinidad de torneos.
También se desempeñó como presidente del club Comercio en varios mandatos, siendo el club de sus amores desde niño. Recordaremos que a los 13 años fue futbolista e integrante de la primera selección de fútbol salteña que participara en el primer Campeonato Evita, en las canchas de las Bombonera y de River Plate en Buenos Aires, en el año 1949.
A poco más de 4 meses de la partida de nuestro campeón, nos queda el recuerdo de su hermosa sonrisa y su voz ronca, sus enseñanzas, su coherencia y su compromiso social y el cariño que todos le profesan. 
Extrañaremos siempre el abrazo diario, la alegría al recibirnos, sus poemas recitados, su generosidad inmensurable y sus fortísimas manos para sostenernos.
Hay que destacar que Farid fue un boxeador con una velocidad increíble como manifestara en su viaje a Estados Unidos Fernández, pero también tenía una pegada demoledora y una técnica distintiva, sin embargo después de su primer pelea como profesional dijo que seguiría boxeando siempre y cuando no le pidan que noquee a sus rivales. 
Le sobraban dos cosas, fuerza para noquear a quienes hubiera querido y corazón para sus seres queridos.     

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Por Cárolyn Salim

Farid Salim nació el 31 de agosto de 1936 en la ciudad de Salta, en el núcleo de una numerosa familia de padres inmigrantes sirios y un total de 9 hermanos y 4 hermanas.
De pequeño, con solo 8 años, ya acompañaba a su hermano Héctor a las peleas de éste, en el viejo Luna Park salteño de la calle Necochea. A los 11 años y ante la ausencia de uno de los niños en una pelea programada, Héctor propone hacerlo subir al ring a su hermano, con la condición que no levantara ni una sola moneda de las que el entusiasta público tiraba al ring cuando finalizaba una pelea entre niños. Farid accede y gana la pelea a 3 rounds. Así es como comienza su exitosa carrera como pugilista amateur.
Debutó como novicio a los 18 años en la categoría mosca y fue campeón salteño durante tres años consecutivos.
A los 19 años logró 2 títulos argentinos en novicios, viajó a Chile y ganó el campeonato Latinoamericano. Luego obtuvo el título de campeón Rioplatense y el de campeón Argentino Militar mientras cumplía con el servicio militar obligatorio y apoyado por quien era entonces su jefe, el capitán Sánchez.
En 1958 viajó a Buenos Aires acompañado de su hermana Sara para ingresar al campo profesional, convirtiéndose en pupilo de los hermanos Porzio y el 4 de junio venció a Santos Galván, tras un duro golpe, por abandono en el primer round.
Así comenzaba su exitosa carrera profesional, abandonando sus estudios de medicina, quien sería el más grande campeón que diera Salta en el boxeo, escribiendo más de una página dorada en este deporte, tan popular, Farid logró conquistar el corazón de sus comprovincianos quienes hasta el día de hoy muestran un enorme cariño por el campeón.
Entre sus peleas, tuvo grandes confrontaciones en el ámbito nacional con adversarios de la talla de Andrés Selpa, Juan Carlos Durán, Ubaldo Sacco (padre). 
En el año 1959 el campeón Argentino de los medianos era Andrés Selpa, quien fue sancionado por una actitud antideportiva dejando vacante la corona, con tal motivo se organizó un certamen entre los mejores boxeadores del momento, y es así como el 20 de enero de 1960, hace 59 años, en el Luna Park, Farid obtiene el título de campeón Argentino Mediano, al vencer por puntos a 12 rounds al gran Juan Carlos Durán.
Su legado
Habiendo terminado una exitosa carrera como boxeador, “Farido”, como le decían cariñosamente sus amigos e íntimos, se dedicó al manejo y entrenamiento de boxeadores, algunos de ellos de lo mejor y más renombrado de nuestra historia pugilística, es el caso de Alfredo Lucero, Osmar Francis Ochoa, Rubén Condorí, Miguel Ángel “Puma” Arroyo y Héctor Vilte, por nombrar solo algunos. Llevan su nombre la primera escuela municipal de Boxeo, e infinidad de torneos.
También se desempeñó como presidente del club Comercio en varios mandatos, siendo el club de sus amores desde niño. Recordaremos que a los 13 años fue futbolista e integrante de la primera selección de fútbol salteña que participara en el primer Campeonato Evita, en las canchas de las Bombonera y de River Plate en Buenos Aires, en el año 1949.
A poco más de 4 meses de la partida de nuestro campeón, nos queda el recuerdo de su hermosa sonrisa y su voz ronca, sus enseñanzas, su coherencia y su compromiso social y el cariño que todos le profesan. 
Extrañaremos siempre el abrazo diario, la alegría al recibirnos, sus poemas recitados, su generosidad inmensurable y sus fortísimas manos para sostenernos.
Hay que destacar que Farid fue un boxeador con una velocidad increíble como manifestara en su viaje a Estados Unidos Fernández, pero también tenía una pegada demoledora y una técnica distintiva, sin embargo después de su primer pelea como profesional dijo que seguiría boxeando siempre y cuando no le pidan que noquee a sus rivales. 
Le sobraban dos cosas, fuerza para noquear a quienes hubiera querido y corazón para sus seres queridos.     

Enamoró a una enfermera

En cuanto la su vida privada de Farid Salim, se casó en 1962 con una enfermera norteamericana, Bárbara, que trabajaba en el Instituto Neurológico de Nueva York. La simpatía entre ambos fue instantánea y el amor creció rápidamente, tal es así que Bárbara se trasladó a Salta donde se destacó como docente en la Universidad Católica y la UNSa, siendo pionera en la carrera de licenciatura en enfermería en esta última. Hoy es investigadora y doctora en Enfermería. Tuvieron dos hijos (y uno del corazón), profesionales y deportistas; Cárolyn, Mgs. en Bellas Artes; Farid, geólogo, y Alfredo Rubén Lucero, Campeón Argentino y Sudamericano de boxeo. Los nietos de Farid son Steven Farid, Micaela, Diego y Faridito.

La carrera del salteño en Estados Unidos

El prestigioso New York Times escribió un artículo sobre Salim.

La impresión que causó Salim a su llegada a Nueva York en 1961 quedó registrada en la prensa: “Había un tiempo en que la acción se detendría en el Gimnasio Stillman de la octava avenida, cuando un importante boxeador como Rocky Graziano, Barney Ross, o Rocky Marciano, treparían las cuerdas para un entrenamiento antes de una gran pelea.
En los últimos años cambiaron las cosas, hasta el nombre del gimnasio, pocas veces ahora un peleador importante, genera entusiasmo entre sus colegas. 
Ayer por primera vez después de largo tiempo, hubo una vuelta a ‘los viejos días de gloria’ y los ocupantes del edificio Irving Cohen tuvieron un día de fiesta. La razón fue Farid Salim, quien está aquí para pelear con Teddy Wright el sábado en el Madison Square Garden. No sucedió rápidamente. Los otros pugilistas prestaron poca atención cuando Farid trepó al ring, con el sparring Jimmy Dorsey. Después de un round, el sonido rítmico del punchingball y la rapidez de las grandes bolsas con los fuertes golpes se detuvieron. Sutilmente comenzaron a moverse alrededor del ring como los beisbolistas rodeaban a Ted Williams y Joe Di Maggio, cuando comenzaban a calentar.
Jorge Fernández, también argentino y uno de los aspirantes al título welter, era uno de ellos: ‘Yo vi a Salim pelear muchas veces en el Luna Park ,que es como el Madison Square Garden de Argentina. Es el peleador más rápido que vi jamás”.
Salim iba tirando golpes a montones a Dorsey y sus brazos se movían como si estuviesen controlados por una máquina. “Es el mejor boxeador que alguna vez haya venido de Argentina”, dijo Orlando Zulueta, un cubano liviano, a contrapunto con Fernández: “Él hace cosas que todos los boxeadores desearíamos poder hacer...” (New York Times).
En Estados Unidos protagonizó 5 peleas contra los mejores boxeadores del momento, Teddy Wright, Yama Bahama, Joey Giambra, Robert McClure y Rubin “Hurricane” Carter.
 

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