Al igual que en otros departamentos de la provincia, como el de Anta, los cuatreros hacen de las suyas intentando burlar las leyes para transitar impunes con animales a bordo de sus rodados, sin ningún tipo de permiso ni control sanitario. Por lo general los cuatreros roban sus presas a las que suelen cortar en pedazos para poder trasladarlas de manera clandestina. El sábado por la tarde noche una camioneta fue descubierta por un efectivo que alertó sobre la situación.
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Al igual que en otros departamentos de la provincia, como el de Anta, los cuatreros hacen de las suyas intentando burlar las leyes para transitar impunes con animales a bordo de sus rodados, sin ningún tipo de permiso ni control sanitario. Por lo general los cuatreros roban sus presas a las que suelen cortar en pedazos para poder trasladarlas de manera clandestina. El sábado por la tarde noche una camioneta fue descubierta por un efectivo que alertó sobre la situación.
Dos hombres fueron demorados y el animal secuestrado en General Gemes.
Este último hecho ocurrió en una finca de El Bordo, perteneciente al departamento Gemes, donde personas descubrieron a los cuatreros cuando mataban una vaca para luego cargarla en la caja trasera de un vehículo. Los alertantes llamaron al Sistema de Emergencias 911 para dar aviso de lo que estaban observando, luego un móvil policial de la dependencia de El Bordo se trasladó hasta el lugar, pasadas las 19.30.
Anticipándose a la acción que llevarían adelante los cuatreros, los uniformados se desviaron del camino natural y los interceptaron en un trazado alternativo por donde los cazadores furtivos intentaban huir.
Se trataba de dos hombres de 23 y 38 años, según fuentes policiales oriundos de Jujuy, quienes llevaban en la caja de una camioneta el animal vacuno faenado tapado con leña. El mismo habría sido sustraído y sacrificado de manera clandestina. Los demorados y el secuestro del animal quedaron a disposición de la fiscalía de la zona.
En esta oportunidad el accionar de los policías no tuvo que verse envuelto en un contexto violento como sucedió en los últimos atracos clandestinos en manos de cuatreros oriundos de Anta, una zona donde este tipo de prácticas goza de cierta impunidad y los uniformados suelen padecer dicha situación.
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