Es la segunda vez que el Centro Vecinal del barrio El Mirador es presa de la crisis económica. Con dos boletas de luz, una vencida y la otra a días de vencer, si no logran reunir la suma de casi cinco mil pesos, el lugar tendrá que cerrar sus puertas. Sus socios, solo tienen seiscientos pesos. Allí además funciona un centro de salud que presta sus servicios desde el hospital Melchora Figueroa de Cornejo.
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Es la segunda vez que el Centro Vecinal del barrio El Mirador es presa de la crisis económica. Con dos boletas de luz, una vencida y la otra a días de vencer, si no logran reunir la suma de casi cinco mil pesos, el lugar tendrá que cerrar sus puertas. Sus socios, solo tienen seiscientos pesos. Allí además funciona un centro de salud que presta sus servicios desde el hospital Melchora Figueroa de Cornejo.
La enfermera atiende de lunes a sábado de 7 a 13 y los que más hacen uso de este servicio son los jubilados y pensionados que viven en el barrio.
"Si no juntamos el dinero hasta fin de mes, vamos a tener que cerrar y avisar en el hospital que desafortunadamente para todos los que concurren al centro de salud, vamos a tener que suspender este servicio", manifestó a El Tribuno el presidente del Centro Vecinal El Mirador, Marcelo Palazón.
Al lugar también acuden integrantes del Cuerpo Policial Infantil, CIP y, al igual que todos los que asisten, ya no podrán acudir más al carecer de los servicios básicos.
El presidente insistió: "Ni juntando la plata de los socios estamos cercar de reunir esta suma, por eso es que pedimos ayuda a quien sea para cubrir los costos y esto pueda seguir funcionando. Pero si no juntamos para pagar esas boletas hasta dentro de unos días, vamos a tener que hacer cortar la luz, el agua y cerrar la sede".
Un problema de consumo
Hace pocas semanas atrás, el mismo centro vecinal acudió a El Tribuno por las sumas irrisorias del servicio de Aguas del Norte, ya que en las boletas figuraba un consumo de alrededor cuarenta metros cúbicos. Por ese motivo, desde la empresa se acercaron al lugar para corroborar si había pérdidas, ya que Palazón asegura que no consumen esa cantidad.
Por otro lado, la empresa pudo corroborar que no existe pérdida alguna, e indicó a este medio que la causa de ese consumo de los cuarenta metros cúbicos puede deberse a una "pirateada" de agua. Podría ser que algún o algunos vecinos, podrían tener un caño directo con el centro vecinal, pero que para poder confirmar esa "falencia", la institución es la que tiene que hacerse cargo de contratar algún plomero habilitado y así llegar a la verdadera razón de este consumo que no existe al menos de quienes acuden al lugar, tales como la enfermera y niños del Cuerpo Infantil, quienes tampoco hacen uso del servicio.
Aguas del Norte se ofreció a realizar las gestiones y que el centro vecinal pueda acceder a un "subsidio a entidades deportivas", lo cual sería una muy buena opción. De esta manera el lugar podría seguir funcionando de manera regular. Pero nuevamente aparece el problema del dinero, ya que para poder acceder a esa gestión, uno de los requisitos es presentar todas las facturas abonadas.