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La bajante temporal y la contaminación de los aportes en los ríos más importantes de la provincia -Juramento y Bermejo- están provocando serios problemas en la fauna ictícola, según advierten pobladores de Metán y Orán. En el primer caso y mientras un informe destaca que la sorprendente mortandad de peces que se produjo en febrero pasado en el dique El Tunal fue debido al uso ilegal de explosivos por parte de pescadores furtivos, otros estudios dan cuenta que la causa sería el bajo nivel de agua y las temperaturas.
Pero mientras continúan los interrogantes y se espera la resolución de un recurso de amparo, ayer resurgió la polémica debido a que lugareños, pescadores, propietarios de quinchos y de embarcaciones se comunicaron con El Tribuno para advertir que las aguas disminuyeron unos cinco metros en los últimos días.
"Nuevamente le están sacando mucha agua al dique, para que salga hacia el río Juramento. Por ejemplo, en la zona del predio del Sindicato del Gas quedó una playa de unos 60 metros, porque calculo que el agua bajó unos cinco metros", dijo Federico Azurmendi, un socio metanense de ese sindicato y quien además posee un quincho en El Tunal.
"A esto se suman las altas temperaturas, que en los últimos días superaron los 43 grados. Por eso nos preocupa que se pueda producir una nueva mortandad de peces. Muchos de nosotros consideramos que lo que ocurrió en febrero no fue por el uso de explosivos. Simplemente no estamos de acuerdo porque los que tenemos quinchos en la zona no escuchamos detonaciones y además aparecieron peces muertos en distintos sectores del dique", destacó.
Azurmedi destacó que "como baja tanto el nivel del agua, todo el material y los sedimentos forman un barro que se pudre y tiene un fuerte olor y eso también perjudica a la fauna ictícola", detalló. El joven dijo que ayer recorrió el dique El Tunal y observó embarcaciones que quedaron encalladas en las orillas. Destacó que la importante merma del agua también se observa en la zona conocida como la "cola del dique", en el sector del muro de contención de la central hidroeléctrica y en inmediaciones de los predios del club 20 de Febrero de Pesca y Caza y de la Municipalidad de El Galpón.
El temor es por la gran cantidad de sábalos, dorados, bogas, bagres, dentudos, palometas y otras especies que habitan en el reconocido dique El Tunal. Otra mortandad pondría en grave peligro el futuro de la fauna ictícola de la zona.
El amparo
Una acción de amparo fue interpuesta por el intendente de El Galpón, Federico Sacca, debido a la mortandad de peces.
La presentación fue realizada por el jefe comunal con el patrocinio del abogado Mauricio Madariaga, en el Tribunal de Juicio Sala II, vocalía I, a cargo del juez Sebastián Fucho, quien emitirá una resolución en los próximos días.
El amparo es en contra de la Secretaría de Recursos Hídricos de la provincia, AES Central Hidroeléctrica El Tunal y la división Lacustre de la Policía.
"Muchas fueron las versiones de la causa de la mortalidad, pero todas ellas carecieron de rigor científico. Lo único que objetivamente se comprobó fue el brusco descenso del nivel de agua del dique y que sería esa la causa", dijo Sacca.
Una inspección ocular y la polémica
En marzo, el juez del Tribunal de Juicio de Metán, Sebastián Fucho encabezó una inspección ocular en el dique El Tunal, en el marco del recurso de amparo presentado por Sacca.
Con la presencia de los actores de la demanda y los demandados, se recorrieron varios puntos del embalse y la polémica se instaló con el rechazo de esta última parte.
Tanto AES como la Secretaría de Recursos Hídricos negaron que la mortandad de peces se haya producido por un desfasaje entre el ingreso y el egreso de agua al embalse. Aseguraron que el manejo de cuenca estaba “enmarcado dentro de las normas de manejo de agua, en cuanto a caudales ingresados y erogados se refiere”.
Desde Recursos Hídricos manifestaron que “la mortandad de peces no obedece a una bajante de agua, porque fue la normal de la operatividad de la presa. Hay que investigar las causas, no podemos decir que fue por explosivos porque no lo sabemos, o por sustancias tóxicas, pero que haya falta de oxígeno por calentamiento de la presa en un espejo de 3.600 hectáreas es imposi ble”, destacaron.
Menos agua y más consumo humano
La bajante de agua en los ríos de la provincia responde a una temporalidad, ya que en la región la época de sequía llega a su punto máximo. Pero además de ello la actividad humana puede provocar variables con serios desequilibrios. Para el caso del río Juramento, las tomas para los cultivos y los embalses para la generación hidroeléctrica pueden estar provocando este fenómeno. Así por lo menos lo señala el amparo judicial presentado. Para el caso del Bermejo, los lugareños señalan que la actividad azucarera está aumentando el consumo de agua mediante bombas de extracción desde el lecho del río.
En la junta del Bermejo y el San Francisco
Pobladores de Saucelito, en el departamento Orán, denunciaron la mortandad de peces en la denomina “Junta”, lugar de confluencia de los ríos San Francisco y Bermejo. Según las denuncias, fotos y videos que enviaron a El Tribuno, se observa una enorme cantidad de bagres, bogas, dorados y surubíes flotando sin vida en la zona. Los pobladores aseguran que el aporte del río San Francisco viene con vinaza, un residuo del proceso de la caña de azúcar que es arrojado por los ingenios que operan en la zona. Estos residuos provocan una disminución del oxígeno disponible en el agua, lo que podría estar provocando la mortandad. Además, señalaron que se extraen enormes cantidades de agua con bombas de succión que disminuyen notablemente el caudal del río.