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Juguetes sexuales se imponen a los tabúes y prejuicios culturales en Salta

Una discreta propietaria, una audaz emprendedora y una sexóloga revelan secretos. En modo boutique, a domicilio o reuniones de amigas, la privacidad es fundamental.
Domingo, 17 de noviembre de 2019 11:50

Entre prejuicios y pudores, el comercio relacionado a la vida sexual se expande en la ciudad de Salta y se impone a los tabúes y a los prejuicios culturales que hay alrededor del placer y la intimidad. 
Lejos quedaron esos lugares clandestinos y escondidos. Hoy los sex shops ostentan su nombre y hasta tienen vidrieras en las que exhiben sus productos, aunque todavía en esta ciudad prefieren asegurar la discreción a través de una atención personalizada. 
Natalia comenzó con el sex shop hace 13 años, hoy tiene dos sucursales en pleno macrocentro salteño (Ameghino al 600 y San Luis al 700) y aunque la situación económica golpea al rubro tanto o más que a cualquier negocio, sigue siendo un gran apoyo para el sustento familiar. 
“Emprender el negocio fue algo que surgió poco planeado, y si hasta el día de hoy es un tema tabú, en ese momento era mucho más. Se dio la oportunidad y me fui asesorando en el tema para poder responder las consultas de los clientes. Esto no es como cualquier negocio, acá tenemos elementos de uso personal, de uso íntimo así que hay que tener información correcta”, aseguró la propietaria quien además afirma que parte de la permanencia en el rubro se debe a la “fidelidad” de sus clientes. 

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Entre prejuicios y pudores, el comercio relacionado a la vida sexual se expande en la ciudad de Salta y se impone a los tabúes y a los prejuicios culturales que hay alrededor del placer y la intimidad. 
Lejos quedaron esos lugares clandestinos y escondidos. Hoy los sex shops ostentan su nombre y hasta tienen vidrieras en las que exhiben sus productos, aunque todavía en esta ciudad prefieren asegurar la discreción a través de una atención personalizada. 
Natalia comenzó con el sex shop hace 13 años, hoy tiene dos sucursales en pleno macrocentro salteño (Ameghino al 600 y San Luis al 700) y aunque la situación económica golpea al rubro tanto o más que a cualquier negocio, sigue siendo un gran apoyo para el sustento familiar. 
“Emprender el negocio fue algo que surgió poco planeado, y si hasta el día de hoy es un tema tabú, en ese momento era mucho más. Se dio la oportunidad y me fui asesorando en el tema para poder responder las consultas de los clientes. Esto no es como cualquier negocio, acá tenemos elementos de uso personal, de uso íntimo así que hay que tener información correcta”, aseguró la propietaria quien además afirma que parte de la permanencia en el rubro se debe a la “fidelidad” de sus clientes. 


La reserva en la atención parece ser una condición sine qua non de estos comercios y hasta tienen un sistema de luces (rojo y verde) en la puerta que indican si está ocupado o libre. “Me manejo con privacidad y con discreción, acá entra un cliente y hasta que no termina su consulta o su compra no entra nadie más. En ese tiempo me tomo el trabajo de asesorar y responder cada una de sus preguntas para que realmente lleven lo que necesitan. No todos están bien informados, algunos no tienen la menor idea y no saben ni por dónde empezar. Quieren experimentar algo nuevo y es importante el asesoramiento”, aclaró Natalia. 
Pero también hay alternativas para aquellos que buscan aún más privacidad o prefieren incursionar en el mundo de los juguetes sexuales con la compañía de amigos y optan por reuniones “tupper sex”, una práctica que ya tiene sus años pero que no deja de crecer y suma adeptos. 

"Me animé a este negocio y le pongo muchas fichas porque sé que la gente se va soltando cada vez más a disfrutar del sexo de manera natural." EVE


Así pueden encontrar a Eve (foto) quien, dueña de una personalidad que no conoce de tabúes, organiza reuniones en las que despliega un arsenal de coloridos objetos que vibran, lencería erótica, consoladores, disfraces, anillos estimuladores, geles y velas perfumadas entre muchas más propuestas que garantizan el placer individual o de parejas. 
Ella comenzó hace unos tres años impulsada por amigas que vieron que podía explotar esa faceta de asesora sexual que, con entusiasmo, desplegaba entre íntimas. 
Se animó y empezó ofreciendo a través de las redes sociales y fue tanto el éxito que hasta fue convocada por un programa de la televisión abierta y todos los viernes muestra y asesora sobre juguetes sexuales en compañía de profesionales, panelistas e invitados. 
“Cuando comencé hice mucho hincapié en tener una boutique sexual, atiendo de manera personalizada. No lo hago a puertas abiertas y traigo productos de calidad, todos importados. Ofrezco máxima discreción en un local que no dice nada (Urquiza al 1300) y atiendo de manera individual a requerimiento del cliente”, relató Eve, quien aseguró que trabaja de cerca y en conjunto con un par de sexólogas. “Ellas me mandan clientes o yo les mando pacientes que necesitan un mayor asesoramiento, o bien averiguo con ellas para responderles correctamente”. 

Los clientes

Al contrario de lo que se podría creer, el público de los sex shop es amplio. 
Natalia afirma que quienes se acercan a su negocio tienen entre 18 y 90 años de edad. “Pueden ser mujeres solas, parejas, hombres solos tal vez buscando un regalo para la mujer o su pareja. La clientela es variada, pero es más notable el ánimo de la mujer, es la que tiene mas iniciativa en todo esto, al menos eso se nota porque son más decididas en el momento de comprar o de proponer algo distinto a su pareja, y si están solas también”. 
Para Eve son más las mujeres mayores de 40 años las que solicitan su servicio ya sea en grupo o bien de manera particular, “pero las mujeres de 20 a 35 años son las más audaces, quieren probar todo. Los hombres no se animan tanto a la consulta, pero si van en pareja escuchan muy atentos. Y los más jóvenes buscan regalos para la satisfacción de su pareja, les gusta experimentar y se animan a más”. 
Lo cierto es que cada vez son menos los prejuicios y mayor la apertura de la sociedad en cuanto a divertimento sexual se refiere. La consigna es animarse y preguntar, la oferta es amplia, variada y para todos los gustos. Los juguetes sexuales se pueden usar solos o en pareja el único objetivo es disfrutar sin condiciones. 

El objetivo principal es conocerse y disfrutar

“Es importante aclarar que los juguetes sexuales no necesariamente son un sustituto del sexo de contacto con otra persona, sino que también pueden ser un complemento. Depende de como se los quiera usar y para que”, instruyó a El Tribuno la sexóloga Sabrina Ríos Minahk (MP 1340). 
Es probable que quienes nunca incursionaron en el mundo de los juguetes sexuales crean que tienen como único fin provocar placer sexual, sin embargo la profesional asegura que también son una buena forma de estimularse y, sobre todo, de conocerse mejor y “descubrir que te gusta y que no, cuales son tus partes más sensibles y en cuales no te pasa nada”. 
Los juguetes permiten hacer un contacto con uno mismo, en la intimidad, para que a la hora de encontrarte con otra persona sea con un camino más transitado. Otra función puede ser para las parejas que llevan mucho tiempo juntas y quieren cambiar las rutinas y romper un poco con lo que ya se conoce e incorporar cosas nuevas. 

"Son un gran complemento para ponerle picante a la pareja. Su uso no debe condicionarse solo a la previa".

Sabrina Ríos, sexóloga 

 

“Hay juguetes para todo lo que se les ocurra, eso ayuda a que la creatividad con uno mismo y con la pareja sea inagotable. Se puede jugar muchísimo y explotar al máximo la estimulación y el placer. Desde dildos para penetración como también solamente para usarlos de vibrador, los hay con formas más discretas como un lápiz labial, miles de formas y tamaño. Aunque los que vienen con forma de pene, la mayoría de las mujeres los usan para estimularse por encima y no para introducirlo en el canal vaginal”, contó como dato Ríos. 
Al respecto, desde el negocio, Natalia relató que lo más buscado son los “consoladores”, de los que hay mucha variedad, “sin embargo la mujer busca más vibradores, y los que vienen con forma de miembro. Ahora hay juguetes que con solo bajar una aplicación del celular se puede manejar como control remoto”. 

Sobre los juguetes

Los más vendidos

Lo que más se piden son los estimuladores y vibradores, los anillos y los geles saborizados que sirven para estimular, lubricar y masajes. 
 

 Para qué sirven

 Para estimular, para re­lajar, para distender, liberar el estrés y la carga son algunos de los beneficios que brinda la estimulación con juguetes. 

 

Por su parte, Eve destacó que es necesario saber sobre el mantenimiento de los juguetes sexuales. “Se deben usar bactericidas, material hipoalergénico y necesitan de un cuidado especial, para mantenerlos y conservarlos por lo que requieren de una higiene especifica”. 
Además se animó a recomendar como producto indispensable y que “no debe faltar en la mesa de luz, los geles lubricantes”, que vienen con variedad de sabores y hasta en una línea gourmet. 
La sexóloga aclaró que antes se decía que los juguetes eran para “la previa”, pero se pueden usar todo el encuentro sexual sin necesidad de condicionar a que “después habrá una penetración como una exigencia obligada”. 
“Si consideramos al orgasmo como una descarga que ayuda a mejorar el estrés, que ayuda a mejorar la valoración personal, la soltura, el conocimiento de nuestro propio cuerpo, están recomendadísimos los juguetes para la salud sexual”, puntualizó la profesional. 
Los beneficios a nivel individual y de pareja son muchos, en la medida que se permitan el uso en consenso. 

 

 

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