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La increíble historia de una mujer que ocultó ser ciega por 38 años

Es oriunda de Ammanford, en Gales y padece de un extraño síndrome llamado Manfar.
Martes, 19 de noviembre de 2019 01:56

Zena Cooper tiene 42 años y su historia es verdaderamente increíble. Es que la mayor parte de su vida vivió dentro de una especie de mentira, pero en la que ella sabía la verdad. Desde su nacimiento, Cooper padece de un extraño síndrome llamado Manfar.

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Zena Cooper tiene 42 años y su historia es verdaderamente increíble. Es que la mayor parte de su vida vivió dentro de una especie de mentira, pero en la que ella sabía la verdad. Desde su nacimiento, Cooper padece de un extraño síndrome llamado Manfar.

Se trata de una enfermedad poco frecuente, que está relacionada con trastornos del tejido conectivo. Durante su infancia, dicho padecimiento terminó por afectarle la visión y le provocó ceguera en ambos ojos. Sin embargo, de alguna manera, desarrolló estrategias y diferentes maneras de comportarse para ocultarla. De esta manera, memorizó rutas, perfeccionó su memoria y aprendió cada uno de lo caminos que la llevaban a diferentes lugares.

No había manera de que sus padres se dieran cuenta de la pérdida de visión que había sufrido su hija, pues sus técnicas habían sido de los más inteligentes.

“Vivía en un estado de perpetua hipervigilancia. Siempre estaba planeando hacia adelante, navegando contando pasos, memorizando la sensación de la superficie del suelo debajo de mis pies y desarrollando mi memoria auditiva. La verdad es que cuando era niña, no me daba cuenta de que era diferente. Pensé que todos veían a las personas como vagos desenfoques que ellos, como yo, identificaron los alimentos oliéndolos y sintiendo las costuras en sus ropas cuando se vistieron”, expresó Zena, en una entrevista con el periódico británico, Daily Mail. 

La mujer estudió una carrera universitaria, luego una maestría, se casó y tuvo cuatro hijos, pero nadie siquiera imaginaba qué era lo que le pasaba. Hasta que finalmente a los 42 años, se cansó de ocultar su condición a todos sus seres queridos.

“Con el paso de los años, te sientes como una impostora en un mundo vidente, pero es demasiado tarde para decirle a la gente que eres ciega. ¿En qué momento le confiesas a alguien que has conocido la mayor parte de tu vida que nunca has visto realmente su cara?”, reveló.

De esta manera, la mujer afirma sentirme mucho mejor habiendo confesado su ceguera y aseguró que no le interesa tener una visión perfecta, siempre y cuando sus seres queridos la acompañan.

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