El comercio de frontera en su forma más incipiente, la explotación maderera que comenzaba a desarrollarse con la llegada de los primeros inmigrantes y criollos provenientes de otras provincias y la industria del petróleo generaron el desarrollo económico y demográfico del departamento San Martín. En los años 40 todo se conjugaba para que a la par de esas actividades la zona necesitara la instalación de una sucursal bancaria como un brazo fundamental para el desarrollo.
Como todo lo que en esos tiempos se hizo en el norte, fue el interés y la perseverancia de los pobladores lo que logró que el directorio del Banco de la Nación Argentina autorice la instalación de aquella primera sucursal bancaria fundada el 17 de agosto de 1948 en Tartagal.
Nicolás Fatone, primer gerente; Moisés Aráoz, que ocupaba el cargo de tesorero; Fernando Guerina, Julio Andrés Ferreyra, como administrativos; Ramón Roldán, Julio Bazán, Luis Blay, Ricardo Ferreyra y Antonio Osán, como auxiliares, conformaban la dotación de personal de aquella histórica primera sucursal.
El lugar elegido fue la esquina de las calles San Martín y Rivadavia, un local de don Humberto Milanessi, un inmigrante italiano. Al inmueble había que hacerle una serie de modificaciones, en especial a la habitación donde se instalaría el tesoro. Veinte años después, en 1968, la sucursal Tartagal del Banco Nación inauguró su edificio propio, uno de los dos que la entidad tiene actualmente.
El crecimiento poblacional y económico del norte salteño obligó a que en las décadas siguientes se sumaran otras sucursales de entidades bancarias tanto públicas como privadas y así llegaron el Banco Provincial, el Banco del Noroeste y el Banco Comercial del Norte, entre otros.
Como entonces, la actualidad económica, social y productiva hace que nuevas entidades y nuevas sucursales se abran en la región generando más oportunidades para un norte ávido de crecimiento.
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El comercio de frontera en su forma más incipiente, la explotación maderera que comenzaba a desarrollarse con la llegada de los primeros inmigrantes y criollos provenientes de otras provincias y la industria del petróleo generaron el desarrollo económico y demográfico del departamento San Martín. En los años 40 todo se conjugaba para que a la par de esas actividades la zona necesitara la instalación de una sucursal bancaria como un brazo fundamental para el desarrollo.
Como todo lo que en esos tiempos se hizo en el norte, fue el interés y la perseverancia de los pobladores lo que logró que el directorio del Banco de la Nación Argentina autorice la instalación de aquella primera sucursal bancaria fundada el 17 de agosto de 1948 en Tartagal.
Nicolás Fatone, primer gerente; Moisés Aráoz, que ocupaba el cargo de tesorero; Fernando Guerina, Julio Andrés Ferreyra, como administrativos; Ramón Roldán, Julio Bazán, Luis Blay, Ricardo Ferreyra y Antonio Osán, como auxiliares, conformaban la dotación de personal de aquella histórica primera sucursal.
El lugar elegido fue la esquina de las calles San Martín y Rivadavia, un local de don Humberto Milanessi, un inmigrante italiano. Al inmueble había que hacerle una serie de modificaciones, en especial a la habitación donde se instalaría el tesoro. Veinte años después, en 1968, la sucursal Tartagal del Banco Nación inauguró su edificio propio, uno de los dos que la entidad tiene actualmente.
El crecimiento poblacional y económico del norte salteño obligó a que en las décadas siguientes se sumaran otras sucursales de entidades bancarias tanto públicas como privadas y así llegaron el Banco Provincial, el Banco del Noroeste y el Banco Comercial del Norte, entre otros.
Como entonces, la actualidad económica, social y productiva hace que nuevas entidades y nuevas sucursales se abran en la región generando más oportunidades para un norte ávido de crecimiento.
El accionar de La Bancaria
El contador Horacio Carrizo se desempeña en una de las sucursales de Tartagal, y es el delegado gremial de los trabajadores del norte del sector bancario y de loterías de la Asociación Bancaria.
Dijo que heredó esa vocación gremial “de mi padre, que fue integrante de diferentes comisiones de SUPE el sindicato petrolero. Mi tarea sindical es el trabajo mancomunado con la seccional Salta de la Asociación Bancaria, cuyos pilares fundamentales son la defensa de las fuentes laborales para que la variable de cualquier ajuste no sea el trabajador, el respeto a los convenios paritarios y que el empleado no pierda poder adquisitivo para que el salario vaya siempre acorde a los índices de inflación”.
Carrizo recordó que “en este momento el acuerdo que está vigente por la negociación que encaró nuestra entidad es el incremento de un 50 por ciento del sueldo de los empleados del sector en el período diciembre/18 - noviembre/19, por lo que tenemos la satisfacción de haber preservado el poder adquisitivo en un año tan complicado”.
La apertura de una nueva sucursal dos años atrás, con todos los servicios, en Aguaray, la inauguración de un nuevo edificio y la refuncionalización de otro en Tartagal, otra delegación del Banco Nación en Embarcación y esta segunda en Mosconi “suman modernidad, confort y funcionalidad para que los clientes se sientan más cómodos y para que el norte disponga de edificios que cumplan las normas de seguridad”.
Carrizo agrega que “con una realidad con tantas dificultades como la que vive nuestro país, lo que se trata desde el sector sindical es que las fuentes laborales se mantengan, con la esperanza y la expectativa que en cuanto crezca la economía también crezcan las entidades bancarias y haya nuevas oportunidades laborales”.
“Desde la Asociación Bancaria se está gestionando incluir a los empleados de las empresas que realizan cobros de servicios o emiten tarjetas, que realizan el trabajo de un bancario. La idea es tratar que esa actividad quede regulada para que ellos tengan la protección de una entidad tan importante como la Bancaria”, explicó.
Camaradería y confraternidad
“Los encuentros para confraternizar se siguen celebrando y para esta fecha solo hacemos un brindis cada uno con sus compañeros de trabajo; pero nos
reunimos en una cena de fin de año las tres entidades bancarias de la zona, con sus respectivas sucursales, por lo que el encuentro es de más de 100 empleados a los que se suman sus familias”, cerró Carrizo.