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Cayó en Bolivia uno de los 10 narcos más buscados en el país: está acusado de coimear a dos jueces salteños

Farfán fue condenado en Salta por el tráfico de al menos 400 kilos de cocaína, droga que traía en avionetas desde el país vecino. Le habría pagado coimas a los magistrados Raúl Reynoso y José Antonio Solá Torino. 
Jueves, 14 de febrero de 2019 16:25

El jujeño José Miguel Farfán, quien está acusado de ingresar cocaína al país en avionetas provenientes de Bolivia y se encontraba prófugo desde 2015 como acusado de sobornar al juez federal Raúl Reynoso, fue detenido en las últimas horas en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra, informaron hoy fuentes judiciales. 

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El jujeño José Miguel Farfán, quien está acusado de ingresar cocaína al país en avionetas provenientes de Bolivia y se encontraba prófugo desde 2015 como acusado de sobornar al juez federal Raúl Reynoso, fue detenido en las últimas horas en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra, informaron hoy fuentes judiciales. 

 

La captura se concretó anoche tras una investigación coordinada entre la Policía de Bolivia y la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) y fue celebrada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien sostuvo en su cuenta de Twitter que a Farfán (58) le decían “El Chapo Guzmán” del cono sur. 

Por su parte, el ministro de Gobierno boliviano, Carlos Romero, explicó en una conferencia de prensa que la detención de Farfán, bautizada “Operación Luna Rosa”, se logró “luego del cotejo de datos y comunicaciones del entorno familiar” del prófugo.

“Yo quiero hacer notar que esta persona ha abandonado de forma irregular la República Argentina, no registra salida migratoria ni tampoco registra ingreso legal en Bolivia. Sí ha obtenido dos cédulas de identidad y fraguado los datos, pero quiero destacar los dispositivos de la Policia de Bolivia, que han funcionado muy bien”, agregó el funcionario.

Farfán, oriundo de la localidad jujeña de Ledesma, había sido condenado por la Justicia de Salta por el delito de "transporte de estupefacientes con fines de comercialización" como consecuencia del tráfico de 400 kilos de cocaína. Se estableció que el hombre formaba parte de una banda que traficaba cocaína en aviones que entraban en forma clandestina al país desde Bolivia.

Luego, otra parte de la organización se encargaba de preparar la droga en Buenos Aires y enviarla a Europa.

Sin embargo, el narco estaba prófugo desde 2015, por lo que el Gobierno había ofrecido el año pasado 500.000 pesos de recompensa para quien diera datos sobre su paradero.

Además, Farfán está imputado en la causa que involucra al suspendido juez federal de Orán, Raúl Reynoso, que es juzgado actualmente por conformar y liderar una asociación ilícita que, desde el propio juzgado y con la intermediación de un grupo de abogados cercanos, cobraba coimas o dádivas para beneficiar con gestiones judiciales a narcotraficantes.

En este expediente, en el que interviene la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), se dio por acreditado que Reynoso lo había dejado en libertad previo pago del soborno y luego ordenó su detención, pero ya no se podía materializar, lo cual impidió avanzar en el proceso, indicaron a Télam fuentes judiciales.

Además, según se dio por probado en un juicio que se realizó en Salta en 2016, que el narco jujeño fue quien le pagó una coima al ex juez de Ejecución Penal José Antonio Solá Torino, para levantar la orden de captura que pesaba en su contra.

El narco tenía una condena de cinco años de prisión de 1999, cuando fue enviado a la cárcel, pero luego se fugó en 2003, cuando no regresó de una salida transitoria y ahí habría pagado la coima.

Farfán luego fue recapturado en 2009 y comenzó a gozar del beneficio de la excarcelación hasta que no se presentó a declarar en el juicio a Solá Torino, por lo que nuevamente quedó en calidad de prófugo en 2015.

En escuchas telefónicas que realizó la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Farfán y el resto de la banda conversaban constantemente sobre las gestiones realizadas ante un tal “Toto” o “Gordo”, como se apodaba al juez, para dejar sin efecto la orden de captura que recaía sobre el primero.

Farfán manifestó que ya estaba cansado de las distintas exigencias del tal “Toto" y lo identificó como Solá Torino, a quien dijo que le había pagado para el levantamiento de su captura.

Por esta causa, el ex magistrado fue condenado a el 4 de abril de 2016 a seis años de prisión como autor del delito de cohecho pasivo y se le aplicó una multa de 90.000 pesos.

En el mismo fallo, el Tribunal Oral Federal de Salta condenó a otros tres acusados, mientras que Farfán fue declarado en rebeldía, ya que no se sometió al proceso

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