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"El Nobel de los estudiantes" busca consolidar su presencia en Salta

La fundación Hult Prize llegó a la Argentina hace unos meses y ya tiene dos equipos representantes en los certámenes regionales. Uno de ellos irá en nombre de una universidad salteña.
Sabado, 02 de marzo de 2019 02:16

La fundación Hult Prize llegó a la Argentina a fines del año pasado y lo hizo con firmeza. En abril próximo, dos equipos de estudiantes, uno de Salta y otro de Mendoza, viajarán a Bogotá, a un certamen regional del "premio Nobel de los estudiantes", como se conoce a esta plataforma aceleradora de emprendimientos de innovación social.

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La fundación Hult Prize llegó a la Argentina a fines del año pasado y lo hizo con firmeza. En abril próximo, dos equipos de estudiantes, uno de Salta y otro de Mendoza, viajarán a Bogotá, a un certamen regional del "premio Nobel de los estudiantes", como se conoce a esta plataforma aceleradora de emprendimientos de innovación social.

Ahora, la organización busca sostenerse en el país y, en particular, en Salta, para potenciar el emprendedurismo entre estudiantes del nivel superior. Por eso, quiere conectarse con institutos terciarios y con universidades locales para crear núcleos de emprendedores y brindar herramientas innovadoras a sus estudiantes.

A principios de febrero, Hult Prize llegó a las páginas de El Tribuno porque cuatro jóvenes representarán a la Universidad Católica de Salta (Ucasal) en un certamen internacional, con "Jobi", una aplicación que crearon para acercar soluciones al desempleo juvenil. En un principio, Matías Bignon, Ignacio Chocobar Molina, Lucas Rodríguez y Jorge Lindon viajarían a Río de Janeiro, pero finalmente irán a la capital de Colombia para competir con estudiantes de otros lugares del mundo.

Mientras la organización consolida el camino iniciado en la Ucasal, busca entrar en contacto con la Universidad Nacional de Salta, con la Siglo XXI y con todos los institutos de nivel terciario que hay en la provincia. "Necesitamos estudiantes con iniciativa alrededor del país", manifestaron la representante local de Hult Prize, Fernanda Castañares, y la analista global y directora regional en Londres y en Santo Domingo, Clara Bourdieu Shaw. Para contactarse con ellas, se puede escribir a [email protected]; [email protected].

Las chicas, ambas salteñas, quieren contactarse con estas instituciones lo antes posible para que los y las estudiantes empiecen a armar sus equipos de trabajo con el margen de tiempo suficiente para estar listas para cuando se lance el desafío de este año. Explicaron que el ciclo de Hult Prize está atado al año académico del hemisferio norte: el desafío se lanza entre septiembre y octubre y termina en septiembre del año siguiente. En esa época, en el hemisferio sur, se cursa el segundo semestre, se juntan los exámenes finales y el inicio de las vacaciones de verano, lo que podría generar complicaciones.

Detalles del proyecto

La competencia de las universidades está en 1.500 instituciones alrededor del mundo. Este año hubo 200 mil aplicaciones para ir a las 26 regionales, a las que finalmente irán 7 mil equipos; entre ellos, el de la Ucasal. Los que resulten ganadores en cada regional viajarán a Inglaterra, donde, por dos meses, vivirán en un castillo incubando sus proyectos junto a mentores prestigiosos. A la aceleradora, como se llama esta etapa, irán también los que apliquen por internet, presentando el plan de negocios y un video, que serán elegidos por una autoridad de la organización.

Luego de la aceleradora, seis equipos irán a Nueva York, a la sede de la Organización de las Naciones Unidas, en septiembre, cuando comienzan las sesiones de la Asamblea General, para competir por el premio mayor, que consiste en un millón de dólares para financiar el emprendimiento.

Bourdieu aseguró que Hult Prize es mucho más que una competencia: "Si participaste, ganaste, por los contactos que hacés y la gente que conocés. Las oportunidades que se abren son increíbles".

Recordó que el equipo, que el año pasado ganó el millón de dólares para fundar su empresa, está compuesto por chicos que tienen 20 años y están en segundo año de la universidad y que, de los seis que llegaron a la final, cuatro consiguieron inversionistas. Contó que la empresa que ganó hace tres años está valuada en 150 millones de dólares en los Estados Unidos y que una "start-up", que llegó a la aceleradora el año pasado, está valuada en la India por el mismo valor. "Es una locura. El impacto que se genera, más allá de los seis ganadores o de los 50 que llegan a la aceleradora, es muy grande", comentó.

Castañares aseguró que es sencillo participar en Hult Prize: "Si una tiene iniciativa, trabaja, tiene en claro cuál es su emprendimiento, adónde apunta con eso y no se pierde en el camino, es fantástico". Observó que en la provincia de Salta hay un gran potencial: no solo en la Capital, sino también en Tartagal, Cafayate, Cerrillos y Orán. "Queremos que esto se siga expandiendo", expresó.

Proyectos rentables y de impacto

Aseguraron que las empresas sociales representan el futuro.

“Inspirar a los jóvenes para que generen un impacto” es la meta de Hult Prize. Según explicaron Bourdieu y Castañares, se busca superar la idea de que generar dinero hace malas personas o de que, para tener una empresa que genere ganancias, hay que hacer daño a la sociedad o al planeta. Quieren instalar el concepto de la inversión de impacto y de la empresa social, que no genera un impacto a través de un programa social, sino que su actividad principal está ligada a el. Por eso, en Hult Prize no se puede competir con una ONG, sino con una empresa que genera ganancias, tiene un mercado, busca demanda y genera un impacto. 

“Creemos que ese es el futuro de los negocios”, aseguró Bourdieu. “El futuro de la inversión en el mundo será de impacto; ya no la inversión normal, de invertir en cualquier empresa solo por el hecho de generar ganancias. Eso se va a terminar con la generación anterior a la nuestra. La nuestra viene a invertir en empresas que generen un impacto positivo ligado a sus actividades principales. Ya no queremos responsabilidad social, ahora queremos que se hagan las cosas bien”, planteó.

Castañares explicó que a veces hay buenas ideas sociales, que terminan siendo efímeras porque se desconoce el aspecto financiero para llevarlas a cabo. Observó que en la Argentina hay un auge de empresas sociales y sostuvo que los y las jóvenes tienen que empezar a trabajar y a estudiar a partir de eso “porque no hay otra forma de que reciban inversión”. 

Un país emprendedor

Bourdieu comentó que si Hult Prize creciera en la Argentina, sería fácil que Buenos Aires fuera sede regional el año próximo. Además, podría alojar un festival de emprendimiento de impacto, “Changemakers Festival”, que se hace en algunas ciudades del mundo y no es solo para estudiantes. Este empezó el año pasado en Beirut, Líbano, y este año se hará en México, Beirut y Tokio. 

“Mi idea es traer esas cosas acá”, pronunció. “Creo que el emprendedurismo en la Argentina es enorme en todo el país”, dijo, ya que este año se presentaron proyectos en Salta, Mendoza, Comodoro Rivadavia y Buenos Aires. 

Pronto se lanzará Hult Prize Academy, que ofrecerá cursos por Internet -algunos gratis y certificados- que se darán en las universidades aliadas a la organización y serán hechos por profesionales y profesores de distintas partes del mundo. 

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