Celia Sabrina Ávila es la nieta de Celia Leonard y Benjamín Ávila, ambos fusilados en la denominada Masacre de Palomitas, paraje ubicado a unos 60 kilómetros de Salta, el 6 de julio de 1976.
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Celia Sabrina Ávila es la nieta de Celia Leonard y Benjamín Ávila, ambos fusilados en la denominada Masacre de Palomitas, paraje ubicado a unos 60 kilómetros de Salta, el 6 de julio de 1976.
Tiene 22 años y estudia Ingeniería Química en la UNSa, tiene dos hermanos y se conformaron dentro de una familia activamente militante por los derechos humanos en la provincia.
Su papá, Daniel, es hijo de desaparecidos y su mamá, Sonia, siempre fue consecuente con su lucha.
"Yo siempre que puedo voy a las marchas y apoyo en todo. Antes, cuando era chiquita estaba siempre presente", dijo Celia.
"Yo soy la continuidad de las luchas de mis abuelos. Ellos lucharon por los derechos de todos y los mataron por pensar un mundo mejor. Acá nadie se va a olvidar de nada hasta que los cobardes que los fusilaron estén presos en cárceles comunes y efectivas; los cómplices también. La memoria es algo que nunca se va a terminar, vive en nosotros, en nuestra sangre", dijo Celia, quien ya tiene en mente, con sus hermanos y con los otros de su misma edad, conformar las agrupación de "Nietos".
Celia Leonard y Benjamín Ávila estaban casados y alojados en la cárcel de Villa Las Rosas. Celia tenía una bebita de meses que estaba amamantando cuando llegaron los militares y oficiales penitenciarios a cumplir con la orden de sacarlos del penal y subirlos a un camión que los llevó hasta el lugar elegido para la matanza, que luego fue visitado por el entonces jefe del Ejército, Carlos Mulhall (f).
Once detenidos sacaron de esa unidad penal en Salta y fueron asesinados en un enfrentamiento que fue inventado para encubrir la Masacre de Palomitas.