Por Sebastián Russo, especial, para El Tribuno
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Por Sebastián Russo, especial, para El Tribuno
Cuando no se puede ganar de visitante, lo importante es no perder. Eso fue precisamente lo que logró San Lorenzo en Perú, donde igualó con Melgar cero a cero, por la primera fecha de la Copa Libertadores, Grupo F.
Dadas las circunstancias, el viaje a Arequipa para enfrentar a Melgar, el ciclón de Boedo le representaba lo mismo que viajar a Barcelona (en España) para jugar contra el equipo de Lionel Messi. Pero no fue el caso y, aunque el equipo de Jorge Almirón sigue sumando partidos sin ganar desde que asumió, por primera vez se vieron atisbos de lo que el entrenador pretende para su equipo.
Es verdad, todavía queda mucho por mejorar pero lo poco que mostró el ciclón sería un buen indicio de que van por el camino correcto.
Con la coincidencia de Román Martínez y Gonzalo Castellani desde el inicio, la idea estaba clara: posesión y traslado ordenado del balón. Todo esto sumado a la inclusión de Gerónimo Poblete para marcar como volante tapón.
El desarrollo del primer tiempo fue lo mejor de San Lorenzo bajo la batuta de Almirón. Equipo corto, preciso y con mucho movimiento de los laterales y de Fértoli y Botta volanteando para juntarse con los mediocentros.
Una excelente combinación de Martínez y Damián Pérez dentro del área casi permite la anotación del ciclón, de no ser por la intervención “in extremis” del arquero local.
Moviendo la pelota, y ganando cada vez en mayor confianza, San Lorenzo se fue sintiendo más cómodo con el rol protagónico.
Eso no quitó que no sufriera, sobre todo por el sector de Damián Pérez, de hecho, las únicas oportunidades de la escuadra arequipeña se originaron por su lado, primero, un centro pasado que Alexis Arias remató dándole a la red, y luego una definición cerca del punto penal que el santafesino Bernardo Cuesta no pudo concretar lo que podría haber sido el primer gol del partido.
Dada la altura a la que el ciclón se tuvo que enfrentar (2.300 msnm), no fue de extrañar un retroceso de sus líneas en la segunda etapa, expectante de una combinación de contragolpe que le permitiera irse de tierras peruanas con los tres puntos.
Ya sin Botta, agotado y contracturado, el visitante no gozó de oportunidades de marcar sino que se vio reducido a encomendar una resistencia.
El Melgar empujó con sus cada vez más obvias limitaciones pero Monetti no sufrió ni un acercamiento digno de relatar.
Con un San Lorenzo agotado, el empate comenzó a redondear la mejor actuación del conjunto de Boedo en la etapa Almirón.
Pudo ganarlo, sí, pero luego del desastre ante Argentinos Juniors, el punto obtenido en semejante torneo, y el mejor funcionamiento del equipo es un avance que deberá confirmar en los próximos partidos que tiene por delante.