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La escuelita de Pueblo Viejo tendrá un biodigestor

El sistema ahorra energía y espacio, reutilizando la basura y transformándola en gas para el uso en el comedor de la escuela .
Lunes, 27 de mayo de 2019 02:06

La escuelita N§ 4.143 Congreso de Tucumán de Pueblo Viejo, departamento Iruya, se encuentra ubicada a 12 km exactamente de Iruya, a 3.700 metros sobre el nivel del mar. Desde hace un tiempo su directora, junto a docentes comprometidos, buscan la manera de construir un invernadero y un biodigestor

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La escuelita N§ 4.143 Congreso de Tucumán de Pueblo Viejo, departamento Iruya, se encuentra ubicada a 12 km exactamente de Iruya, a 3.700 metros sobre el nivel del mar. Desde hace un tiempo su directora, junto a docentes comprometidos, buscan la manera de construir un invernadero y un biodigestor

En esta escuela funciona un comedor escolar que alimenta con desayuno y almuerzo a un total de 22 alumnos primarios y a 11 alumnos secundarios, haciendo un total de 40 personas contando maestras, profesores y personal de maestranza.

"La situación problemática que tenemos es que es difícil y costoso conseguir y pagar el gas envasado para la cocina", expresó su directora, Antonia Carpanchay

Por ese motivo se plantearon como objetivo construir un biodigestor escolar, dado que la comunidad es netamente campesina originaria; se dedican a la siembra tradicional y ancestral -tal cual lo hicieran los Incas- de papa andina, maíz y habas entre otras cosas y a la cría de ganado menor como cabras y ovejas. Esto proporcionaría la materia prima (guano) y otros residuos orgánicos para alimentar el biodigestor.

La construcción del biodigestor escolar nace por múltiples motivos. En primer lugar económico ya que el gas, para cocinar, sería costo cero, "con los casi $4.000 que nos ahorraríamos podríamos, entre otras cosas, mejorar la comida de los chicos con mayor presencia de carne y frutas en los almuerzos", contó la directora.

La comunidad educativa también está empeñada en construir un invierno, el cual les permitiría sembrar y cosechar verduras todo el año, a pesar de las bajas temperaturas de la zona, especialmente para el comedor escolar.

Susana Flores, una de las maestras que lleva adelante el proyecto comentó que recibieron apoyo de la Universidad Católica de Salta y al INTI Salta con asesoramiento técnico y algunos elementos para la construcción del biodigestor a través de la gestión del ingeniero Manuel Zambrano, del INTI Salta y al decano de la Universidad Católica, Néstor Lesser.

Es proyecto está calificado como de alto impacto, por el desafío que representa para su ingeniería en la construcción a esta temperatura y altura geográfica y por los beneficios que brindaría el mismo.

Las docentes también comentaron que se conectaron con el ingeniero Leonardo Fernández del INTA Salta, que con gran entusiasmo va a capacitar a través del programa Pro Huerta en la construcción del invernadero. "Brindarán los materiales para la construcción del mismo así como el sistema de riego por goteo", indicaron.

El biodigestor produce como residuo de su funcionamiento un fertilizante orgánico y líquido que serviría para enriquecer y fertilizar la tierra, con lo cual abonarían la tierra del invernadero para obtener buena cantidad y calidad de las verduras. "Repartíamos también este fertilizante entre las familias de la comunidad para su propia siembra, y de esa manera generaríamos un círculo virtuoso" expresó Susana entusiasmada por el apoyo.

Estos proyectos de tecnología amigable y sustentable con la naturaleza, permitirán sostener los valores que están muy arraigados en la comunidad que cultiva todo orgánico sin semillas transgénicas ni agroquímicos, al igual que sus ancestros.

 

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