¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
16°
14 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Precio esencial y dieta de calidad

Sabado, 04 de mayo de 2019 00:00
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

En el antiguo "granero del mundo" se producen hoy calorías para sostener a 400 millones de personas pero conviven la desnutrición con la malnutrición. El programa oficial "precios esenciales" propone el acceso a los alimentos sin cuestionar su calidad nutricional en un contexto donde el 60% de la población argentina tiene exceso de peso, según los primeros resultados de la Cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (2019). Es parte de las consecuencias del neoliberalismo de la década de 1990, que rompe el patrón alimentario unificado que consolidó argentina a finales del siglo XIX, tal como sostiene la antropóloga Patricia Aguirre. Un país donde sus habitantes -sin importar sus ingresos ni su clase social- tenían acceso a los alimentos para satisfacer sus necesidades nutricionales. El neoberalismo de fines del siglo XX va a cambiar estos vínculos en el mundo y en Argentina va a promover una transformación tan significativa que no pudo ser implementada ni por los gobiernos dictatoriales.

A nivel mundial, el maíz se consolidó como la forma más barata de producir energía y la soja como el medio más económico de generar proteínas. Ambas lo consiguen en contextos de monocultivo donde la productividad se obtiene a expensas de la biodiversidad y de la sustentabilidad del ambiente. Es una industrialización de la agricultura que prioriza la rápida ganancia sin tener en cuenta la degradación de la dieta de la población ni cómo atenta contra su salud en el mediano plazo. Las cargas que comienza a afrontar la salud pública, reflejadas en las enfermedades crónicas no transmisibles, es la contracara del monocultivo como modelo predominante que incrementa el consumo de harinas y carbohidratos a medida que se reduce el ingreso económico. Aquellos alimentos con mayor valor biológico, como los lácteos y las carnes magras, pasan a ser dominio exclusivo de quienes pueden pagarlos. El mercado se convierte entonces en el "nutricionista" que regula la dieta de toda la población, tal como sucede con el consumo de lácteos en el NEA, que es el menor del país según la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (Ennys, 2007).

Los "precios esenciales" ponen en la agenda pública a los alimentos pero el debate también debe considerar el estado actual de los canales de distribución que no pueden garantizar los alimentos frescos y de calidad nutricional. En el acuerdo de precios sólo hay alimentos industrializados, que son más fáciles y económicos de transportar. Aún así no pueden llegar a los consumidores de todo el país, ni a los del Norte argentino que presentan los peores índices nutricionales de Argentina, consumiendo casi un 10% menos de calorías que en la región pampeana. La crisis alimentaria que describe la Ennys en su edición de 2007 y que actualiza la Cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de 2019, mientras se esperan los resultados de la Ennys 2019, puede ser una condición de posibilidad para abordar de forma integral los cambios estructurales. Un desafío que involucra al Estado, los productores, los intermediarios, los empresarios y los consumidores para volver a insertar a los alimentos en el entramado sociocultural. Es necesario dejar atrás una asimetría constitutiva del modelo productivo argentino: la separación mercado interno/demandas internacionales. Si a finales del siglo XIX las demandas internacionales construyeron un modelo agroalimentario, en el siglo XXI y con la ayuda de las herramientas estadísticas del Estado (Ennys, Factores de riesgo, etc.) el mercado interno -modernizado y fortalecido- está en condiciones de determinar nuestra competitividad internacional. Es necesario un abordaje crítico del sistema agroalimenario y sus consecuencias porque -precisamente ese- es el principal obstáculo para su transformación.

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD