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Reyes: "Sabía que desde arriba mi hija me iba a enviar este regalo”

Hace dos meses, "La Perla" sufrió la pérdida de Xiomara. Se levantó, fue goleador y campeón con el conjunto azabache.
Domingo, 16 de junio de 2019 23:16

“El amor de un padre a un hijo no se puede comparar, es mucho más que todo. No, si vos sabés”, es la frase de una canción que se repite cada día del padre. Y si hay alguien que sabe de amor hacia su hija es Fabricio Reyes, el delantero de Central Norte que sufrió la pérdida de Xiomara hace dos meses. 
Pese al golpe irreparable que significó la muerte de su única hija, “La Perla” se levantó, fue goleador y campeón.
Por sus goles, pero especialmente por lo que le tocó vivir en abril pasado, Reyes se convirtió en el emblema de este plantel azabache, el ejemplo de superación pese a los cachetazos de la vida y ayer, en su primer día del padre sin Xiomara, gritó lo que vino a buscar desde su Luis Burela natal.
“Siento una felicidad enorme, yo sabía que desde arriba mi hija me iba a enviar este regalo”, dijo a El Tribuno sin poder contener las lágrimas y después de un sentido abrazo con sus compañeros.
Mientras el resto del plantel estrenaba una remera de campeón con la leyenda “brinda por papá”, Reyes siguió con la suya, esa que llevó debajo de su camiseta desde aquel fatídico 13 de abril. “Xiomara, estrella hermosa, siempre en nuestros corazones”, junto a una foto de su hija.
Para Reyes no hay consuelo, pero este ascenso es un cariño al alma, a su familia, sus amigos y los propios hinchas de Central que sufrieron la muerte de Xiomara a la par de él.
“Dios me quitó el amor de mi vida, pero sabía que tiene cosas mejores para mí”, manifestó con palabras, aunque el reflejo de su mirada expresaba mucho más.

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“El amor de un padre a un hijo no se puede comparar, es mucho más que todo. No, si vos sabés”, es la frase de una canción que se repite cada día del padre. Y si hay alguien que sabe de amor hacia su hija es Fabricio Reyes, el delantero de Central Norte que sufrió la pérdida de Xiomara hace dos meses. 
Pese al golpe irreparable que significó la muerte de su única hija, “La Perla” se levantó, fue goleador y campeón.
Por sus goles, pero especialmente por lo que le tocó vivir en abril pasado, Reyes se convirtió en el emblema de este plantel azabache, el ejemplo de superación pese a los cachetazos de la vida y ayer, en su primer día del padre sin Xiomara, gritó lo que vino a buscar desde su Luis Burela natal.
“Siento una felicidad enorme, yo sabía que desde arriba mi hija me iba a enviar este regalo”, dijo a El Tribuno sin poder contener las lágrimas y después de un sentido abrazo con sus compañeros.
Mientras el resto del plantel estrenaba una remera de campeón con la leyenda “brinda por papá”, Reyes siguió con la suya, esa que llevó debajo de su camiseta desde aquel fatídico 13 de abril. “Xiomara, estrella hermosa, siempre en nuestros corazones”, junto a una foto de su hija.
Para Reyes no hay consuelo, pero este ascenso es un cariño al alma, a su familia, sus amigos y los propios hinchas de Central que sufrieron la muerte de Xiomara a la par de él.
“Dios me quitó el amor de mi vida, pero sabía que tiene cosas mejores para mí”, manifestó con palabras, aunque el reflejo de su mirada expresaba mucho más.


Envuelto en una bandera con los colores negro y blanco, el goleador se refirió a la campaña de Central en este Regional Federal Amateur. “Creo que hicimos bien las cosas desde que arrancamos, así que esta felicidad es para toda la gente”, dijo.
Sobre la final ante Guaraní Antonio Franco, Reyes no entró en polémica y destacó que el conjunto salteño fue el mejor de la serie y por eso fue un justo ganador. “Por todo lo que hicimos allá en Misiones y lo que hicimos acá, fuimos los justos ganadores de la final y merecimos este ascenso”, cerró.
Es cierto que “La Perla” no pudo marcar ayer, pero recibió una afectiva ovación cuando se fue reemplazado por Francisco Ortega y él llevó las manos al corazón que le pertenece a Xiomara. Ella también, desde arriba, agradeció el cariño. 
 

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