Luego de que se conociera la denuncia por presunta mala atención de Ramón Alejandro Beltrán, un hombre de 77 años que se cayó en el baño y que sufrió una fractura de la clavícula, desde la Clínica Cruz Azul negaron que hubo mala atención, maltrato o abandono de persona hacia el hombre y la familia.
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Luego de que se conociera la denuncia por presunta mala atención de Ramón Alejandro Beltrán, un hombre de 77 años que se cayó en el baño y que sufrió una fractura de la clavícula, desde la Clínica Cruz Azul negaron que hubo mala atención, maltrato o abandono de persona hacia el hombre y la familia.
La coordinadora médica de la Clínica Cruz Azul, Josefina Abdo, explicó que el señor Beltrán, quien padece diabetes, sufrió una “luxación acromioclavicular con una impresión de una ligera fractura distal, sin desplazamiento óseo” y que para estos casos el tratamiento es ortopédico e indica “inmovilizar el brazo y analgésicos”. Además de controles médicos y radiografías.
“El señor Beltrán fue recibido en la guardia de la clínica, se lo internó, se le colocó suero, se lo canalizó y se le dio analgésicos. Además se realizaron radiografías de la zona afectada y del cráneo, ya que la familia no sabía si el señor se había golpeado la cabeza. Trabajamos con un sistema digital por lo que las radiografías fueron vistas por sistema por el traumatólogo”, explica la médica.
Beltrán quedó internado por 24 horas para observación ya que al ser un paciente diabético, en silla de rueda, hay riesgo de descompensación, explicó Abdo. “El paciente quedó controlado: se indicó el tratamiento y los controles necesarios. la clínica y todo el material está a disposición de la familia ante cualquier consulta para lo que necesiten. Siempre hubo predisposición”, relató al médica.
“Cuando el lunes veo al paciente -señala Abdo- observo que la fractura no era quirúrgica: las clavículas no llevan yeso y le explico el tratamiento a la familia, conforme entendió la explicación. Además de indicar una derivación por consultorio externo con el traumatólogo para el miércoles”.
Durante la consulta del miércoles, “el médico indicó que el tratamiento para una luxación acromioclavicular con una impresión de una ligera fractura distal, sin desplazamiento óseo, es la fijación del hueso con un cabestrillo, analgésicos y los controles correspondientes”.
Tras explicar el diagnóstico y tratamiento, “el doctor explicó que el cabestrillo podían comprarlo de forma particular o, recientemente el Pami, tiene convenio con algunas ortopedias para algunos insumos como el cabestrillo. Para ello deben completar un formulario, el paciente se va al Pami para la autorización y ahí le dicen donde se tienen que inscribir. La hija de Beltrán señaló que no querían perder tiempo por lo que decidieron comprarlo. La familia y el señor se fueron con esas indicaciones”, relató Abdo.