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24 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
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La Nación negocia contrarreloj el freno de un paro que podría congelar al norte

El martes se realizará una reunión clave. El gremio tiene la huelga en suspenso. Refinor anunció que dejará de procesar GLP. Peligran 500 puestos de trabajo.
Domingo, 30 de junio de 2019 00:45

La huelga que el Sindicato de Trabajadores del Petróleo y el Gas de Salta y Jujuy tenía previsto iniciar mañana, con una duración de 72 horas, quedó en suspenso por un día. El martes, funcionarios de la Secretaría de Energía de la Nación, la Provincia, el gremio y las cámaras empresarias del sector se reunirán en la sede del Ministerio de Trabajo en busca de destrabar el conflicto que podría dejar a la región sin garrafas, gas para las usinas ni vuelos.

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La huelga que el Sindicato de Trabajadores del Petróleo y el Gas de Salta y Jujuy tenía previsto iniciar mañana, con una duración de 72 horas, quedó en suspenso por un día. El martes, funcionarios de la Secretaría de Energía de la Nación, la Provincia, el gremio y las cámaras empresarias del sector se reunirán en la sede del Ministerio de Trabajo en busca de destrabar el conflicto que podría dejar a la región sin garrafas, gas para las usinas ni vuelos.

Por dos décadas de desvaríos políticos, que dejaron a los yacimientos del departamento San Martín en estado de agonía y a la Refinería de Campo Durán en ruinosa situación, la cartera laboral vuelve a negociar contrarreloj para evitar el paro que podría congelar al norte del país en pleno invierno. En un mes, el Ministerio de Trabajo frenó dos veces la huelga que será inevitable, en algún momento, si no se adoptan las medidas de fondo que espera la Cuenca Noroeste desde hace 17 años.

Con los precios del gas congelados desde 2002, y sin mínimas inversiones en exploración, los yacimientos de Salta se hundieron a más no poder, mientras se agrandó la dependencia del norte al gas importado desde Bolivia. Desde 2013 una moderna planta separadora, que se habilitó en Yacuiba, le quita al gas natural de Tarija el butano y el propano que se envasan en las garrafas.

En consecuencia, a la Refinería del Norte solo llega metano, por lo que sus dos plantas turboexpansoras (las Turbex, como se las conoce en la jerga petrolera) no pueden seguir operativas. De hecho, Refinor comunicó el pasado 11 de junio que dejará de procesar GLP desde mañana por tiempo indeterminado. Y fue este, justamente, el detonante del paro que el gremio aceptó posponer en espera de soluciones. Ya lo había hecho el 28 de mayo, cuando a dos días de la huelga decretada, el Ministerio de Trabajo dictó una conciliación obligatoria.

Los plazos se agotaron el viernes último, sin ningún acuerdo que garantice la estabilidad de 500 puestos de trabajo que están en juego solo en la Refinería de Aguaray.

Los yacimientos salteños, que hasta 2005 mostraban a Salta como segunda productora nacional de gas natural, detrás de Neuquén, con una producción diaria de más de 20 millones de metros cúbicos (m3/día), ni siquiera aportan hoy 5 millones de m3/día ¿Qué se hará desde los gobiernos nacional y provincial para resucitarlos? ¿Con el gas de Vaca Muerta promocionado con un precio muy superior al que se paga en los pozos salteños, qué empresa querrá invertir en la exploración no de la formación no convencional de Los Monos? ¿De dónde se sacará el gas húmedo que la Refinería del Norte hoy no tiene para mantener sus plantas operativas y evitar un licenciamiento masivo de empleados?

10 días al mes funciona la unidad de Topping con la que se destilan las naftas en la Refinería del Norte. 

Si en la reunión del martes, no surgen respuestas para esos críticos interrogantes, el incendio del norte será inevitable.

Voces autorizadas como las del ingeniero Roberto Quinteros, quien se desempeñó como jefe de la Refinería del Norte en los tiempos de YPF, empezaron a advertir hace siete años sobre el sombrío escenario que hoy se confirmó en San Martín. Lamentablemente, funcionarios de administraciones distintas se hicieron los distraídos y negaron la realidad. Esperemos que entiendan, de una buena vez, lo que sucederá el miércoles, el jueves o en otro momento si continúan indiferentes al hundimiento petrolero del norte.

“Tenemos el enorme desafío de tomar decisiones que serán trascendentales para el futuro de la región”, Sebastián Barrios (Dirigente sindical)

El paro en suspenso

La huelga petrolera impactaría a pleno en la Refinería del Norte. La empresa que opera el complejo de Campo Durán, Refinor, comunicó que dejará de procesar GLP hasta tanto se modifiquen las variables que obligan a parar sus dos Turbex. La firma ofreció al personal licencias que se consideran una antesala de despidos.

Personal afectado a la operación del ducto binacional que trae gas desde Tarija para cubrir demandas residenciales, de industrias, estaciones de carga de GNC y usinas térmicas en el norte argentino, permanece en estado de alerta y movilización, dispuesto a iniciar la huelga. 

El paro, por razones de seguridad, no se extendería a los yacimientos gasíferos del departamento San Martín. De esa forma, los 4,9 millones de metros cúbicos diarios que entregan Acambuco, Ramos y Aguaragüe garantizarían el servicio en hogares, aunque con un gas natural sin adecuada separación. 

“El cierre de la planta en el norte    significaría pérdida de empleos y falta de combustibles líquidos y gaseosos”, Sebastián Barrios (Dirigente sindical).

En ese escenario, serían inevitables restricciones en el gas de industrias, estaciones de GNC y usinas térmicas, cuando aún resuenan los ecos de un apagón sin precedentes.

De confirmarse la huelga tras la reunión del martes, también dejaría de operar la planta de despacho que suministra GLP a granel, desde el parque industrial de General Güemes, a las empresas que fraccionan y distribuyen las garrafas en la región.

Quedarían afectadas, además, las cargas de combustibles líquidos y de gases licuables que se despachan hacia Tucumán y Córdoba a través del poliducto Campo Durán-Monte Cristo. Trabajadores de las cuatro plantas de compresión que operan en las localidades de Aguaray, Urundel, Río Piedras y Lavallén adelantaron que se plegarán a la huelga, si la reunión del martes no llega a buen puerto.

Quienes se encargan de reabastecer a los aviones que operan en los aeropuertos de Salta y Jujuy también son afiliados del gremio petrolero, por lo que ambas provincias quedarían sin vuelos. 

Paro nacional 

La Federación sindical del sector anunció que, en caso de no tener respuestas de las autoridades nacionales y provinciales a las demandas de los petroleros norteños, su mesa directiva definiría el próximo jueves un paro con alcance nacional.

Inversión en yacimientos y revisión de concesiones

El gremio petrolero de Salta y Jujuy espera medidas de fondo para la crisis hidrocarburífera.

En la refinería se mantiene el estado de alerta y movilización.

“Los gobiernos nacional y provincial, en conjunto con los sectores privado y sindical, tenemos el enorme desafío de tomar decisiones que serán trascendentales para el futuro de la región”, manifestó el titular del gremio petrolero de Salta y Jujuy, Sebastián Barrios, con respecto a la reunión del próximo martes.

Tras ese encuentro, que convocó el Ministerio de Trabajo, el gremio decidirá si retoma o levanta el paro de 72 horas que tenía previsto iniciar mañana.

La entidad sindical dejó en suspenso la huelga y mantiene a sus bases en estado de alerta y movilización en espera de respuestas ante la crisis petrolera del norte.

“La falta de inversión de los últimos 20 años ha generado el cierre de plantas en yacimientos con la consecuente pérdida de los puestos de trabajo”, remarcó Barrios. “Exigimos que los gobiernos nacional y provincial revisen los compromisos a los que están sujetas las concesiones de áreas hidrocarburíferas”, puntualizó el secretario general del Sindicato de Trabajadores del Petróleo y el Gas de Salta y Jujuy, tras insistir en la necesidad de “una política provincial más ambiciosa en materia de inversiones”.

Consultado sobre la crítica situación de la Refinería del Norte, Barrios sostuvo que “el negocio de Refinor depende de diferentes variables, como la cantidad, calidad y los precios de su materias primas, pero el personal no puede ser una variable de ajuste”.

En este contexto, aclaró que el cierre de la planta no solo incluye la posibilidad de pérdida de empleos, sino que también implica el desabastecimiento de combustibles líquidos y gaseosos en la región”. Por falta de gas y crudo, la Refinería paró el procesamiento de GLP y solo destila de combustibles líquidos 10 días al mes.
 

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