La ruta nacional 34, en su tramo de dos kilómetros con el que atraviesa la ciudad de General Güemes, siempre fue un motivo de quejas para los conductores debido a las demoras que insume completar dicho tramo.
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La ruta nacional 34, en su tramo de dos kilómetros con el que atraviesa la ciudad de General Güemes, siempre fue un motivo de quejas para los conductores debido a las demoras que insume completar dicho tramo.
Esta situación se potencia en épocas de vacaciones o feriados largos, donde las demoras llegan a triplicar el tiempo, generando el rechazo entre los conductores quienes expresan su malestar con bocinazos, y gestos de impaciencia. Intentan recuperar o ganar tiempo transitando sobre las banquinas, poniendo en riesgo a motociclistas, ciclistas y peatones con actitudes desaprensivas.
A pesar de los esfuerzos de los policías de Tránsito apostados sobre la cinta asfáltica, por controlar el flujo vehicular intentando que el tiempo de las demoras sea el mínimo posible, los resultados son insuficientes para evitar que el problema se repita.
Una consecuencia de esta situación es la enorme cantidad de vehículos que ingresan a los barrios, intentando encontrar un desvío que los pueda alejar del "cuello de botella" que se produce a la altura de los semáforos de la terminal de colectivos.
Impacientes
Esta actitud de impaciencia de los conductores provoca que las tranquilas calles empedradas de barrios como Cooperativa o Los Olivos se transformen por momentos en peligrosas, porque el desplazamiento de los automóviles se produce a una velocidad no apropiada para calles barriales.
Pero no solo es el vehículo que está de paso el que sufre las consecuencias de la congestión, también los conductores locales se ven perjudicados debido a que se les hace imposible poder salir de sus barrios si deben cruzar o acceder a la ruta nacional.
Esta situación se viene observando desde hace algún tiempo y en los últimos años muchos vecinos comenzaron a manifestarse exigiendo una solución.
Hubo muchas propuestas, desde una ruta elevada, hasta la construcción de una ruta de circunvalación que se transforme en una alternativa de paso.
Los reclamos fueron escuchados por las autoridades quienes trabajaron en el proyecto de ruta alternativa a la que denominaron Autovía, pero que debido a su traza tuvo una total resistencia por parte de productores agropecuarios y algunos comerciantes.
Una idea que se rechazó
El proyecto de autovía se alejaba de la ruta actual varios kilómetros, comenzando a separase cerca del peaje de Cabeza de Buey, cortando a la ruta nacional 9 a la altura de Cobos, regresando para volver a fusionarse con la actual ruta nacional 34 cerca de río Las Pavas. Se consideraba que esta ruta alternativa ayudaría a disminuir el condensado tránsito que tantos problemas genera sobre la ruta actual, haciéndola mas segura y fácil de transitar. Sin embargo, los propietarios de fincas dedicadas básicamente al cultivo de caña de azúcar y tabaco, pusieron una tenaz resistencia porque deberían resignar muchas hectáreas de tierras de cultivo, algo que para los pequeños productores podría ser la pérdida total de sus fincas.
Por otro lado, también se consideró que al estar ambas rutas tan separadas, podría haber una disminución en el uso de la ruta original y eso podría ser perjudicial para la ciudad. El Parque Industrial y la zona franca no pueden quedar tan alejadas de la nueva ruta, fue otra de las consideraciones para rechazar el proyecto de la autovía.