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Mató de una patada a un joven en una riña

El imputado fue condenado a 11 años de prisión por homicidio simple.
Sabado, 20 de julio de 2019 00:53

Un hombre fue condenado ayer a la pena de 11 años de prisión por haber asesinado de una patada en la cabeza a un joven de 25 años durante una pelea callejera a la salida de un boliche del barrio porteño de Palermo, en agosto del 2017. El veredicto fue dictado por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional número 7, que sentenció a Guido Aragonés (29) por el delito de "homicidio simple" en perjuicio de Cristian Galarza, quien sufrió fractura de cráneo y una hemorragia que le provocó la muerte.

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Un hombre fue condenado ayer a la pena de 11 años de prisión por haber asesinado de una patada en la cabeza a un joven de 25 años durante una pelea callejera a la salida de un boliche del barrio porteño de Palermo, en agosto del 2017. El veredicto fue dictado por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional número 7, que sentenció a Guido Aragonés (29) por el delito de "homicidio simple" en perjuicio de Cristian Galarza, quien sufrió fractura de cráneo y una hemorragia que le provocó la muerte.

La pena fue levemente inferior a lo que había solicitado el fiscal Oscar Ciruzzi en su alegato, ya que había pedido que sea condenado a 14 años de cárcel. En la sala de audiencia se encontraban los familiares y amigos de Galarza que celebraron el fallo condenatorio.

Durante la lectura del veredicto, Aragonés se mantuvo inexpresivo pero luego pidió a su abogado que gestionara un breve encuentro con su familia, que fue concedido por el Policía a cargo de la custodia luego de que los padres de la víctima abandonaron la sala de audiencia.

Según se determinó en el debate, Aragonés había salido esa madrugada de un boliche en la zona de Palermo y, junto a un grupo de amigos, se dirigió a un kiosco, donde estaban otros jóvenes, entre ellos Galarza. Si bien no se conocían, los que estaban con Aragonés comenzaron a increpar e insultar al otro grupo, pero el altercado terminó cuando Galarza y sus amigos se retiraron. Luego, volvieron a cruzarse a una cuadra, y allí, de acuerdo con lo establecido en la investigación, Aragonés y sus amigos volvieron a insultarlos y provocarlos, y a amenazarlos. Fue en ese momento en que el grupo en el que se encontraba Aragonés comenzó a agredir al otro grupo y, en ese marco, Galarza recibió una patada en su cabeza que le provocó una fractura de cráneo y que, en pocas horas, derivó en su muerte.

En su alegato, el fiscal Ciruzzi consideró que Aragonés tenía el conocimiento de que, al pegar a una persona una patada en la cabeza, podía causarle la muerte. El representante del Ministerio Público sostuvo que el episodio ocurrió por una situación de "estupidez absoluta".

 

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