En un amanecer agitado para la fuerza pública, el jefe de Policía dispuso, tras una consulta con un fiscal penal, separar de la institución de seguridad a un oficial subayudante, quien a las 7 de la mañana de ayer fue detenido en flagrancia cuando despojaba violentamente de sus bienes a un trabajador que salía de cumplir su jornada nocturna.
inicia sesión o regístrate.
En un amanecer agitado para la fuerza pública, el jefe de Policía dispuso, tras una consulta con un fiscal penal, separar de la institución de seguridad a un oficial subayudante, quien a las 7 de la mañana de ayer fue detenido en flagrancia cuando despojaba violentamente de sus bienes a un trabajador que salía de cumplir su jornada nocturna.
El episodio, enmarcado en la modalidad delictiva de motochorro, ocurrió sobre avenida Hipólito Yrigoyen a la altura del puente de Las Bumbunas.
Fuentes oficiales aseguraron anoche a El Tribuno que la pareja de motochorros había sido captada por una de las nuevas cámaras de seguridad ubicada justamente en esa intersección, donde hace pocos días fue detenida una banda de asaltantes jujeños.
En ese lugar se detuvo la pareja de delincuentes detrás de un hombre que transitaba hacia el puente, y fue atacado violentamente desde atrás para arrebatarle la mochila que portaba.
Una fuente indica que el motochorro estaba armado, aunque ese dato no fue confirmado oficialmente.
Lo que trascendió es que el trabajador se aferró a su mochila y la escena fue detectada por las cámaras, que alertaron a un móvil que rondaba a pocas cuadras del lugar.
Finalmente el delincuente le arrebató los bienes a la víctima y cuando pretendía huir en la motocicleta donde lo esperaba su cómplice a pocos metros se cruzaron con la patrulla policial, que no les dio tiempo a fugarse, ni siquiera a la carrera.
Grande fue la sorpresa cuando, reducidos en la polvorienta calzada de la avenida Yrigoyen, uno de los detenidos se identificó como oficial de la Policía y se dijo que intentó "chapear" frente a los suboficiales que intervenían en su detención.
Filmados
El jefe de la patrulla que los detuvo sabía fehacientemente que estaban siendo filmados y ante la sorpresa de la verdadera profesión de uno de los detenidos tuvo que aplicarle el rigor de la ley y el protocolo de detención sin más trámite.
Minutos después el polimotochorro y su cómplice fueron trasladados a la sede policial con los elementos secuestrados, seguidos de la víctima, que no entendía bien lo que estaba sucediendo.
La consulta con el fiscal de turno terminó con la orden de trasladar a los detenidos a la Alcaidía Judicial, la recepción de la denuncia del damnificado, el secuestro de los elementos de prueba, incluida la filmación de las cámaras, y la comunicación inmediata a los superiores de la Policía de la Provincia.
En apenas unos minutos el jefe de Policía dispuso apartar de sus funciones al oficial Johnatan Mamaní (28), con jerarquía de oficial subayudante, que trabajaba hasta ayer en la comisaría de Vaqueros, paradójicamente en la División Seguridad Urbana.
En tanto su cómplice, domiciliado en Villa Lavalle, fue identificado como Martín Alejandro Neri (27), amigo personal del oficial, ya que vivían en el mismo vecindario, prácticamente en casas colindantes, separadas por una tapia.
La víctima fue identificada como Fabián Alejandro C, quien sería inmigrante en esta ciudad.
El procedimiento y la captura del policía descarriado estuvo supervisada por el oficial auxiliar Miguel Carrizo y el personal a su cargo.
Trascendió que a los detenidos les secuestraron un teléfono celular marca Samsung y una mochila con elementos de trabajo y personales de la víctima.
La motocicleta, marca Gilera del tipo enduro, fue trasladada hacia la comisaría El Sol y allí se comprobó que era propiedad del oficial detenido.
Ante tantas evidencias, la conducción superior de la Policía de la Provincia apartó inmediatamente de sus funciones al oficial y puso a disposición de la oficina de Asuntos Internos de la Secretaria de Seguridad las actuaciones para asegurar la transparencia de la investigación. Por el hecho tomo intervención la fiscalía de la zona.
Consultado por los medios un alto jefe policial informó que el oficial fue separado de la fuerza y aseguró que no recuerda otro caso de polimotochorro dentro de la fuerza pública de Salta.
Hubo otro caso de bicichorro policial en el 2016
Un caso similar está en los archivos del 2016.
En aquella ocasión durante todo un fin de semana la policía intentó dar con una banda de motochorros y rompevidrieras que se tornó inalcanzable. Hubo al menos 40 viviendas allanadas. Además seis personas detenidas y puestas a disposición de la Justicia. Entre los detenidos se encontró un hombre perteneciente a la Policía de Salta. Se trataba de un efectivo que formaba parte de los llamados bicipolicías.
En esa oportunidad personal uniformado también capturó a uno de sus compañeros, quien estaba ligado a una “asociación ilícita” que fue desbaratada entonces.
El bicipolicía fue identificado como Gustavo Ramírez, quien se desempeñaba en la Servicio de Prevención de Espacios Recreativos y Turísticos (Spert).
El agente con domicilio en villa San Antonio tenía una función específica en la banda delictiva que integraba. Estaba encargado de pasar información clave al resto de la organización para no ser atrapados. Debía pasar datos certeros de lugares donde estuvieran en funcionamiento cámaras de videovigilancia, zonas que estuvieran patrulladas por móviles policiales y también las posibles rutas de escape de sus “compañeros” motochorros o rompevidrios.
Su tarea era decisiva para el éxito de los atracos. De esa manera los motochorros podían accionar en zonas liberadas.