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5 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Los secretos del cerebro

Sabado, 06 de julio de 2019 00:00

El cerebro toma conciencia de sí mismo y realiza cálculos computacionales verdaderamente rápidos y exactos porque sus 86.000 millones de células nerviosas -las neuronas- se comunican entre sí por medio de conexiones muy precisas; la experiencia modifica esas conexiones, llamadas sinapsis. Los circuitos forman el cableado neuronal del cerebro. Cientos o miles de neuronas forman circuitos que transportan señales de una parte del cerebro a otra, el resultado final es percepción, movimiento, pensamiento y emoción. El cerebro utiliza redes específicas para tipos específicos de funciones, como por ejemplo la interacción social.

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El cerebro toma conciencia de sí mismo y realiza cálculos computacionales verdaderamente rápidos y exactos porque sus 86.000 millones de células nerviosas -las neuronas- se comunican entre sí por medio de conexiones muy precisas; la experiencia modifica esas conexiones, llamadas sinapsis. Los circuitos forman el cableado neuronal del cerebro. Cientos o miles de neuronas forman circuitos que transportan señales de una parte del cerebro a otra, el resultado final es percepción, movimiento, pensamiento y emoción. El cerebro utiliza redes específicas para tipos específicos de funciones, como por ejemplo la interacción social.

Los dos hemisferios del cerebro se ocupan de funciones mentales diferentes. El hemisferio derecho del cerebro se interesa más por elaborar ideas, por ver nuevas combinaciones, o, lo que es lo mismo, por ciertos aspectos de la creatividad como la música y el arte. El hemisferio izquierdo se encarga de las funciones lógicas como el lenguaje y las matemáticas. Los dos hemisferios se inhiben mutuamente.

El cerebro tiene una enorme plasticidad. Los daños en algunas regiones del cerebro pueden compensarse fortaleciendo y estimulando otras regiones. La capacidad del cerebro para compensar los daños también aumenta la capacidad del artista para hacer cosas nuevas, creativas y más interesantes.

El cerebro recibe información sensorial incompleta y la interpreta en función de las emociones, la experiencia y la memoria.

Todas las actividades que hacemos, todos los sentimientos y pensamientos que nos dan esa sensación de individualidad, emanan del cerebro.

Las verdaderas "musas"

Los artistas -pintores, escritores, escultores, músicos- parecen diferentes de otras personas, como si tuvieran dones especiales de los que el resto de los mortales carecemos. Los antiguos griegos creían que las personas creativas recibían inspiración de las musas, esto es, las deidades que protegían las ciencias y las artes.

Los poetas románticos del siglo XIX tenían una visión distinta de la creatividad, y argumentaban que esta proviene de las enfermedades mentales, las cuales disminuyen las restricciones que nos imponen la costumbre, las convenciones y el pensamiento racional, permitiendo al artista explorar fuerzas creadoras inconscientes. Los sentimientos, los pensamientos, la conducta, las interacciones sociales y la memoria tienen una base biológica, la creatividad innata también la tiene.

El poder y los límites

Esa capacidad de alteración es lo que nos permite aprender cosas y adaptarnos a los cambios ambientales. Pero las lesiones y las enfermedades también modifican las conexiones neuronales; además, algunas conexiones no llegan a formarse bien durante su desarrollo, o incluso no llegan a formarse en absoluto. Tales casos originan trastornos en el cerebro en forma de terribles enfermedades que angustian a la humanidad: autismo, depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia, alzhéimer, párkinson, estrés postraumático, retardos mentales y un variopinto repertorio de discapacidades o capacidades diferentes.

Los procesos mentales inconscientes dirigen la percepción consciente, el pensamiento y las acciones.

Las señales codificadas que emiten los miles de millones de células nerviosas con que contamos forman una complejísima red de conexiones que dan lugar al sentimiento de identidad, a un yo que se desarrolla con el crecimiento, pero se mantiene considerablemente estable a lo largo de las experiencias vitales.

En el cerebro de todas las personas los procesos mentales son los mismos y permiten, entre otras cosas, construir una representación interna del mundo exterior.

Las alteraciones de la función mental son a la vez trágicas e inquietantes, y los efectos de las afecciones mentales agudas son devastadoras para las personas y sus familias y ponen en peligro el sentido de identidad. La medicación anula en ocasiones la voluntad, la atención y el pensamiento.

El daño que suelen causar los trastornos neurológicos es fácil de ver en el cerebro de acuerdo con la tecnología actual, siendo mucho más fáciles de identificar que las alteraciones psiquiátricas, que causan daños mucho menos visibles hasta el momento.

Durante mucho tiempo, los trastornos psiquiátricos o de adicción fueron considerados esencialmente distintos de las alteraciones neurológicas.

Neurología y salud mental

Los patólogos siguen estando sorprendidos por el hecho de que la mayoría de los trastornos psiquiátricos -la esquizofrenia, la depresión, el trastorno bipolar y la ansiedad- no matan células ni lesionan en apariencia el cerebro puesto que no observaban ninguna lesión evidente en la mayoría de los casos. Los psiquiatras recientemente llegan a comprender que el estudio de los circuitos eléctricos sirve para explicar la complejidad del comportamiento humano y de la conciencia.

Los procesos mentales en los que interviene el cerebro van desde los procesos inconscientes hasta los complejos procesos creativos que nos permiten interaccionar con otras personas.

Todos los trastornos mentales, tanto los psiquiátricos como aquellos originados por las drogas, son trastornos del cerebro.

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