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Dante Sica: “La incertidumbre electoral pone un freno a la posibilidad de tener una tasa más baja”

Jueves, 08 de agosto de 2019 02:33

En una visita a El Tribuno, Dante Sica, ministro de Producción y Trabajo de la Nación, desmenuzó la coyuntura económica y su incidencia electoral.
Está a cargo del área quizás más difícil en este tiempo de campaña para defender el modelo del gobierno, con indicadores en materia de producción y generación de empleo que no son positivos...
Todos tenemos la tarea difícil de estar en un gobierno que está tratando de generar transformaciones en la economía argentina para que pueda volver a recuperar una tasa de crecimiento positiva, que genere empleo formal y que se integre al mundo de forma inteligente; es una tarea que requiere un esfuerzo muy fuerte. Claramente venimos de una crisis muy fuerte del año pasado que nos agarró mucho más débiles que a otros países de la región. Hemos hablado mil veces de los problemas de la sequía, el cierre del financiamiento externo, de las inconsistencias que veníamos arrastrando, pero ya hoy podemos decir que cada vez con más certidumbre que el epicentro de la crisis ha quedado atrás. Empezamos a ver los primeros indicadores de salida de esta recesión y de recuperación, de manera muy débil todavía en algunos sectores pero en otros se está recuperando más rápido.

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En una visita a El Tribuno, Dante Sica, ministro de Producción y Trabajo de la Nación, desmenuzó la coyuntura económica y su incidencia electoral.
Está a cargo del área quizás más difícil en este tiempo de campaña para defender el modelo del gobierno, con indicadores en materia de producción y generación de empleo que no son positivos...
Todos tenemos la tarea difícil de estar en un gobierno que está tratando de generar transformaciones en la economía argentina para que pueda volver a recuperar una tasa de crecimiento positiva, que genere empleo formal y que se integre al mundo de forma inteligente; es una tarea que requiere un esfuerzo muy fuerte. Claramente venimos de una crisis muy fuerte del año pasado que nos agarró mucho más débiles que a otros países de la región. Hemos hablado mil veces de los problemas de la sequía, el cierre del financiamiento externo, de las inconsistencias que veníamos arrastrando, pero ya hoy podemos decir que cada vez con más certidumbre que el epicentro de la crisis ha quedado atrás. Empezamos a ver los primeros indicadores de salida de esta recesión y de recuperación, de manera muy débil todavía en algunos sectores pero en otros se está recuperando más rápido.

¿Y cuál sería el programa productivo, que tiene que ver justamente con su cartera, para salir de esta coyuntura?
Nosotros desde el punto de vista de la coyuntura hemos tratado de trabajar sobre los incentivos al consumo. Tratando de generar incentivos que se mantengan en el tiempo y que no generen un efecto de corto plazo, sino que sea una recuperación estable. Hemos podido trabajar con los bancos y llevar las tasas para el consumo a niveles compatibles con respecto a la inflación y hemos logrado con Ahora 12 casi triplicar las ventas de ese programa, en especial en sectores que eran muy castigados, como el sector de bienes durables, el sector de calzado, de textiles y materiales de construcción. Por otro lado, seguimos con nuestro proceso de reformas en temas que hacen a mejoras de los costos de competitividad para muchos de los sectores de la economía y en especial en el interior. Ahí nuestro programa de reformas sigue adelante, estamos pensando ya que para el año que viene vamos a tener un impacto mucho más fuerte de la reforma fiscal, votada en 2017, y también queremos ir adaptando todo nuestro sistema de normativa laboral a lo que son los nuevos requerimientos y requisitos tecnológicos, desde la economías de las plataformas que de alguna manera están generando nuevas formas de trabajo que tenemos que proteger y darle una cobertura decente hasta poder darle y restituirle derechos a casi cuatro millones y medio de trabajadores que hoy están en situación informal.

¿Cómo encaja ese programa con el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea?
Son totalmente complementarios. El acuerdo es un hito luego de 20 años de negociaciones que cuando lo miremos en los próximos años, en perspectiva, veremos que va a marcar un antes y un después en el proceso de integración. Es una ventana de oportunidad muy desafiante porque nos abre un mercado de 500 millones de habitantes, de un PBI per capita de casi 30 mil dólares. Es un mercado donde competimos por calidad y no por precio. Es un mercado donde Argentina tiene sus mejores exportaciones. Hoy, el segundo mercado de exportación del país es la Unión Europea y, a diferencia de otros mercados, el 15% de lo que exportamos son productos de góndola, productos diferenciados. No hay provincia que no tenga empresas que exporten a la Unión Europea. En Salta hay 40 empresas que ya están exportando. 

¿En ese programa se incluye la reforma laboral, sobre la que hay mucho temor sobre todo de trabajadores?
Creo que lo que tenemos que hacer es quitar fantasmas y quitar clichés y dar una discusión seria que no esté impregnada por ideología o por miedos o falsos axiomas. El mundo está cambiando en materia laboral. En la OIT (Organización Internacional del Trabajo) hace dos años se creó una comisión de expertos que pudiera dar las señales y los lineamientos sobre los cuales discutir el futuro del mercado de trabajo. En el marco de esa recomendación de la OIT, hemos creado la comisión de diálogo social tripartito que incluye a las tres centrales obreras, las cámaras empresariales nacionales y el Estado nacional con la coordinación de la OIT. En ese ámbito, estamos empezando a discutir los grandes desafíos que enfrenta la economía argentina en el presente. Tenemos que generar los instrumentos y un marco regulatorio que permita restituir derechos a esos compatriotas que no lo tienen, pero por otro lado también tenemos que adaptar nuestras formas de producción al cambio tecnológico. 

¿La reforma no traerá más precariedad laboral?
Al contrario. Lo que nosotros estamos hablando es de generar trabajo formal y decente. Lo que queremos es proteger al trabajador.

¿Qué planteos les hicieron las cámaras empresarias salteñas?
En general, hubo algunos reclamos por la coyuntura, en especial los temas de tasas de interés. Quizás el acceso al financiamiento es una de las restricciones importantes que tienen las empresas para crecer, pero después tuvimos una muy buena conversación con respecto a los factores que hacen a la competitividad de la región, como la conectividad terrestre para poder sacar productos por Chile, la necesidad de poder mejorar los costos logísticos para poder hacer que los productos que puedan acceder al puerto tengan un costo mucho más razonable y puedan competir; los problemas de la industria azucarera para que podamos generar reglas de juego que sean estables y que permitan que las inversiones que se han realizado en el sector puedan tener una mayor potenciación. Creo que fue una agenda claramente con problemas pero una agenda muy positiva que nos permite poder trabajar. Participaron en esta reunión Juan Carlos Romero, Miguel Nanni y Gladys Moisés, que también han puesto su empeño y esfuerzo para acercar soluciones a los empresarios.

Mencionó la tasa de interés, que está realmente alta, y a eso le agrego la inflación que son dos de los factores que están provocando cierre de pymes, ¿cómo se puede crecer con esos flagelos?
Yo diría que el principal obstáculo al crecimiento está en la tasa de interés, si tuviéramos una tasa más baja el nivel de actividad sería mucho más alto. Ahora, ¿por qué tenemos esta tasa hoy? Cuando uno mira los indicadores macro, hemos mejorado el déficit fiscal, llegando al equilibrio, la certeza que tenemos en la política cambiaria, en la fortaleza del Banco Central, tenemos tasas de interés que son incompatibles con esos indicadores. El año pasado, con peores indicadores, teníamos tasas de interés más bajas. Claramente, la incertidumbre del proceso electoral está poniendo un freno a la posibilidad de poder tener una tasa de interés que sea mucho más compatible con los niveles de inflación. Nosotros pensamos que en la medida que el proceso electoral vaya avanzando y la incertidumbre electoral vaya bajando va a dar margen de maniobra al Banco Central como para poder trabajar sobre un proceso más sostenido de baja de interés que permita una mayor velocidad de recuperación del nivel de actividad.

¿Quiere decir que la tasa está alta porque Macri puede perder?
La incertidumbre electoral hace que el riesgo sea alto. Está no es una elección cualquiera desde el punto de vista de la historia económica argentina, pensamos que es una elección donde se juega gran parte de lo que puede ser el destino en materia del respeto por las instituciones y trabajar en una economía mucho más integradora al mundo y con mayor libertad. Nosotros pensamos que vamos a salir victoriosos y que la ciudadanía va a acompañar, pero la incertidumbre con respecto a la fuerza del proceso electoral y los datos de las encuestas hacen que esa tasa de interés quizás no baje.

¿Y la inflación cómo se baja?
En el último año hemos acelerado el proceso de convergencia de eliminar la fuente de inflación, que es provocada por el Estado, no por los empresarios, y nosotros hemos eliminado las principales fuentes de generación de inflación. Uno de ellas el déficit fiscal, financiado con emisión o con deuda en forma irrazonable. Este era un tren que venía a 300 kilómetros por hora, ya aplicamos los frenos, cortamos el combustible, pero hay un proceso inercial que nosotros consideramos que en la medida que sigamos manteniendo esta consistencia en materia fiscal y monetaria a partir de los próximos años vamos a ir viendo una baja paulatina y cada vez más acelerada de la inflación. 

Doña Rosa podría preguntar por qué no pasó lo que dice en estos cuatro años de gobierno...
Porque la dimensión y el agravamiento de los problemas que traían eran muy fuertes. Quizás en un primer año pecamos un poco de optimistas, pensando que podíamos resolver el problema de la inflación más rápido, pero la gravedad de la situación, el desgaste que habíamos tenido en todos los activos, era un país que no tenía energía eléctrica, que no tenía reserva, era un país que tenía una inflación reprimida con un ocultamiento del punto de vista tarifario que venía arrastrando más de 15 años. Era tan grande que nos llevó más tiempo del deseado. Quisimos hacerlo en una forma más gradual a fin de atenuar el impacto de cierto costos, pero lamentablemente el cierre de los mercados internacionales quizás nos dio esa necesidad de tener que acelerar el proceso, pero claramente lo que tiene que tener doña Rosa es que no estamos inventando la pólvora. Estamos haciendo lo mismo que los países que le ha ido bien y que vencieron la inflación hicieron.
 

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