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Cientos de peregrinos de Molinos llegaron a la Catedral Basílica con gran emoción y fe

Desde las 10.30, cientos de peregrinos de Cafayate, Molinos, La Viña, San Carlos y Catamarca llegaron al santuario tras atravesar valles y cerros 
Viernes, 13 de septiembre de 2019 02:34

Con lágrimas que corrían por sus rostros y los pies agotados. Así llegaron ayer por la mañana a la Catedral Basílica los primeros peregrinos que cumplieron con la tradición de miles de fieles que caminan desde el interior a la capital para participar de la fiesta del Señor y la Virgen del Milagro, que terminará el domingo a la tarde con la procesión. Algunos sostenían pequeñas imágenes, otros llevaban banderas o pancartas y tocaban bombos.
Un clima de gran emoción se vivió desde temprano en el santuario con el ingreso de unos 500 peregrinos de Molinos. Habían partido el sábado pasado y recorrieron 210 kilómetros durante cinco días, algunos a pie y otros en bicicleta.
En las escalinatas de la Catedral, los recibieron sacerdotes que les dieron una bendición. Los caminantes despertaron una ovación por parte del resto de los fieles. 
A paso lento pero seguro, Modesta Guantay de 69 años subió las escaleras para entrar al templo. “Desde el sábado por la noche, cuando salí de Molinos, solo pensaba en llegar a los pies del Señor del Milagro. Ahora ya estoy tranquila. Le traje un ramo de flores”, contó la mujer mientras esbozaba una sonrisa. 
Varios jóvenes peregrinaban por primera vez. Es el caso de Martín Pineda, de 17 años, quien contó que sintió mucho alivio y alegría al entrar en el santuario. “Todos lloramos porque fue muy sacrificado el viaje. La primera noche fue muy dura porque paramos en Los Colorados y nos agarró un viento terrible. Las carpas se querían volar. Las otras noches fueron más calmas, pero siempre frías”, relató. 

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Con lágrimas que corrían por sus rostros y los pies agotados. Así llegaron ayer por la mañana a la Catedral Basílica los primeros peregrinos que cumplieron con la tradición de miles de fieles que caminan desde el interior a la capital para participar de la fiesta del Señor y la Virgen del Milagro, que terminará el domingo a la tarde con la procesión. Algunos sostenían pequeñas imágenes, otros llevaban banderas o pancartas y tocaban bombos.
Un clima de gran emoción se vivió desde temprano en el santuario con el ingreso de unos 500 peregrinos de Molinos. Habían partido el sábado pasado y recorrieron 210 kilómetros durante cinco días, algunos a pie y otros en bicicleta.
En las escalinatas de la Catedral, los recibieron sacerdotes que les dieron una bendición. Los caminantes despertaron una ovación por parte del resto de los fieles. 
A paso lento pero seguro, Modesta Guantay de 69 años subió las escaleras para entrar al templo. “Desde el sábado por la noche, cuando salí de Molinos, solo pensaba en llegar a los pies del Señor del Milagro. Ahora ya estoy tranquila. Le traje un ramo de flores”, contó la mujer mientras esbozaba una sonrisa. 
Varios jóvenes peregrinaban por primera vez. Es el caso de Martín Pineda, de 17 años, quien contó que sintió mucho alivio y alegría al entrar en el santuario. “Todos lloramos porque fue muy sacrificado el viaje. La primera noche fue muy dura porque paramos en Los Colorados y nos agarró un viento terrible. Las carpas se querían volar. Las otras noches fueron más calmas, pero siempre frías”, relató. 

“Al Señor y la Virgen del Milagro les pido que me siga yendo bien y para que no ocurran desgracias. Les ruego por la salud de mi familia y para estar siempre con ellos”, agregó Martín. 
Otra joven, Anahí Vilte, de 17 años, expresó: “Tengo una mezcla de sentimientos. Es la primera vez que vengo. Nunca imaginé sentirme así. Algo me llamó a venir. Sinceramente no me sentía capaz pero pude. He pasado situaciones familiares y de mi infancia difíciles y siempre le pido al Señor y la Virgen salir adelante, sobre todo en mi estudio y trabajo”. 
Ambos jóvenes recalcaron que en su pueblo es muy apreciado el movimiento de la peregrinación y que por eso ambos querían vivir su propia experiencia.
Grupos de peregrinos a caballo también ayer llegaron hasta el templo, como los de Cafayate y San Carlos. Habían partido el lunes pasado y recorrieron 200 kilómetros. 

“Se me dio el milagro”

Cerca del mediodía, otro grupo de La Viña llegó a la Catedral. Ariel López, responsable de la peregrinación, contó: “Somos 13 a caballo. Inicié esto hace cuatro años. Lo hice por una promesa de salud. Me tenían que operar. Salió todo bien. Yo sufrí un tumor. Se me dio el milagro. Estoy contento. Esta es una experiencia grande para mí, emotiva. No tengo palabras para describirla”.
López cabalgó durante dos días con su hijo de cuatro años. Recorrieron 85 kilómetros. “Salimos de La Viña el martes a las 3 de la madrugada. Es lindo y emocionante volver a dar gracias por todo lo recibido”, finalizó. 
Tras recorrer casi 300 kilómetros a caballo, durante casi una semana, dos grupos de fieles de Catamarca también lograron estar en la Catedral ayer cerca del mediodía. “Somos 10 gauchos de Santa María. Entrar a la Catedral es algo único. Se nos pone la piel de gallina. Este es el noveno año que peregrino. Este año vengo a agradecer porque el año pasado pedí trabajo para mis hermanos y hoy ya lo tienen”, relató Sergio Moreno, responsable de la peregrinación. 
“Por el año 2011, cuando comencé a peregrinar también pedí conseguir trabajo y me lo concedieron. Todo lo que les pido me lo cumplen por eso estoy seguro de que son milagrosos. A la gente le recomiendo que hagan una promesa porque serán ayudados”, sostuvo. 
Y destacó la calidez del recibimiento. “Estamos agradecidos a la gente de Salta porque nos han esperado con comida, un lugar para descansar y afecto”, dijo Sergio. 
 

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