Según lo que se desprende de estadísticas recabadas por el Ministerio Público Fiscal, la mitad de las denuncias asentadas por diferente tipos de abuso sexual tiene a niños y adolescentes como presuntas víctimas. Las cifras corresponden a los registros de casi un año, desde octubre del 2018 a septiembre de 2019. Si bien las estadísticas carecen de precisiones sobre qué tipos de delitos son los denunciados, y si se trata de niños o adolescentes y de qué edad; se conoció que de 2.049 denuncias recibidas en las diferentes fiscalías de la provincia, 968 casos tienen a menores de 18 años como presuntas víctimas.
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Según lo que se desprende de estadísticas recabadas por el Ministerio Público Fiscal, la mitad de las denuncias asentadas por diferente tipos de abuso sexual tiene a niños y adolescentes como presuntas víctimas. Las cifras corresponden a los registros de casi un año, desde octubre del 2018 a septiembre de 2019. Si bien las estadísticas carecen de precisiones sobre qué tipos de delitos son los denunciados, y si se trata de niños o adolescentes y de qué edad; se conoció que de 2.049 denuncias recibidas en las diferentes fiscalías de la provincia, 968 casos tienen a menores de 18 años como presuntas víctimas.
En detalle, los municipios del interior en el que más se registraron denuncias de abuso sexual contra niños y adolescentes fueron Tartagal, Orán y Joaquín V. González, en tercer lugar. Este dato pone el foco en este último municipio, que tiene una cantidad de habitantes notablemente inferior a la de los otros dos grandes conglomerados del norte provincial.
En los últimos días, un abuelo fue detenido por tocamientos a su nieta de 6 años. En tanto, otro abuelo será llevado a juicio a pedido del fiscal Federico Obeid por el abuso de sus nietas de 8 y 9 años. Obeid también requirió juicio para un hombre de 39 años por el abuso de la hija de un amigo de 14 años. Mientras que por el abuso de su hijastra y de su propia hija de 8 años, la fiscal Cecilia Toranzos requirió juicio para un hombre de 33 años. La misma fiscal también pidió enjuiciar a una pareja por prostituir a sus hijas de 7 y 9 años. Según la abuela de las niñas, su hija tiene problemas de adicción.
Según informó la Línea Nacional contra el Abuso Sexual Infantil, siete de cada 10 víctimas de abuso son niñas, de las cuales más de la mitad tienen menos de 11 años. En cuanto al vínculo con los agresores, indicó que siete de cada diez son personas del ámbito familiar de los niños y adolescentes: en el 54% de los casos se trata de padres, padrastros, tíos, abuelos, hermanos, entre otros.
La Justicia salteña comenzó a recabar estos datos a partir de la aprobación de la ley 27.455. La nueva norma categorizó los delitos de abuso sexual en los que estén involucrados menores de 18 años como de instancia pública y ya no privada.
A partir de esta modificación, el Estado quedó en obligación de actuar de oficio, y permite que cualquier persona ajena al seno familiar de la víctima pueda denunciar el hecho.
"Lamentablemente, en el 90% de los casos el abusador es un familiar varón de la víctima. Consecuencia: se denuncia apenas el 10% de los casos y se condena menos del 1%", aseguró la diputada Carla Carrizo (Evolución), autora de la ley que rige hace poco más de un año.
Lucrecia Miller, titular de la fundación Papis (Plan de Ayuda para una Infancia Segura), hizo foco en la importancia de esta nueva ley al destacar que “la gente se anima a denunciar más”. Aunque resaltó, al mismo tiempo, que las denuncias “hasta ahora han sido muy relativas” porque el tema del abuso sexual infantil recién está comenzando a ser “develado”.
“Hay una cantidad de denuncias no registradas como datos de estadísticas fehacientes. La Justicia recién está analizando el impacto de las denuncias que se dispararon con esta ley”, aseveró Miller, que terminó el 2019 dando una charla sobre la revictimización de niños en los procedimientos judiciales.
Los especialistas advierten que la denuncia es la punta de un iceberg. “Poner la denuncia es poner en evidencia un desastre familiar”, resaltó Miller, quien sostiene que la mayor deuda que se mantiene con los niños y adolescentes abusados es la falta de acompañamiento ante uno de los delitos “más atroces”. La referente sostiene que se necesitan estadísticas que den mayores precisiones para volcarlas luego en políticas públicas. “Tiene que haber estadísticas fehacientes. Se pueden cruzar esos datos con las asesorías de menores y juzgados de familia, quienes se hacen cargo de la asistencia del niño, para hacer un chequeo de si están siendo asistidos como deberían”, señaló Miller.
La denuncia y el tiempo
Una de las críticas que se suscitan al conocerse denuncias de abuso sexual es el tiempo transcurrido entre la denuncia y el hecho denunciado. Abel Cornejo, procurador general, explicó: “La opinión pública dice livianamente: ‘¿Por qué no denunciaron antes?’. Eso es no conocer la problemática, la psiquiatría forense ha comprobado científicamente e incluso se ven casos judiciales donde muchas veces son los familiares de las víctimas los que se animan a denunciar, por el sometimiento y el terror que se genera en las víctimas. Es como una suerte de parálisis que tarda mucho tiempo, y en algunos casos hay gente que se llevó eso a la tumba”, resaltó el jefe de los fiscales.