Los saludos serán atípicos, las felicitaciones mutuas se harán en forma virtual, como nunca antes, prácticamente desde que en nuestro país se puso en vigencia el sistema bancario y todo como consecuencia de la pandemia de COVID-19. Pero como seguramente sucede con cada sector de la actividad laboral, los empleados bancarios buscarán la forma, recurrirán a las herramientas informáticas para que su día no pase desapercibido, sentirse más cerca de sus compañeros y compañeras de trabajo y celebrarlo de alguna forma.
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Los saludos serán atípicos, las felicitaciones mutuas se harán en forma virtual, como nunca antes, prácticamente desde que en nuestro país se puso en vigencia el sistema bancario y todo como consecuencia de la pandemia de COVID-19. Pero como seguramente sucede con cada sector de la actividad laboral, los empleados bancarios buscarán la forma, recurrirán a las herramientas informáticas para que su día no pase desapercibido, sentirse más cerca de sus compañeros y compañeras de trabajo y celebrarlo de alguna forma.
En el norte de la provincia las celebraciones solían reflejar la alegría, la satisfacción de quienes integran las diferentes entidades bancarias tanto públicas como privadas. Décadas atrás eran grandes acontecimientos de los que participaban prácticamente toda la comunidad ya que pequeños y medianos empresarios, comerciantes, exportadores y productores se sumaban a esas inolvidables reuniones sociales. Con los años fueron perdiendo en parte ese brillo, pero sin embargo, los empleados de todos modos seguían reuniendose junto a sus familias en esta fecha tan importante para todos ellos.
Los primeros años
En los primeros años de la década del '40 el norte de Salta registraba ya un importante crecimiento poblacional con la llegada de criollos provenientes de otras provincias y de inmigrantes llegados de lejanas naciones. Así comenzaron a proliferar los comercios de distintos rubros, la actividad maderera, los hidrocarburos y los negocios vinculados a la exportación de Argentina a Bolivia.
El 1 de marzo de 2005 se reinauguró la sucursal Tartagal del Banco de la Nación Argentina que había sido saqueada el 10 de noviembre del año 2000. Con gran beneplácito de propios y extraños, la nueva casa nación bajo la esperanza de haber superado para siempre aquellos desencuentros entre vecinos que llevaron a la ciudad al borde del caos.
Esas fueron las razones por lo que comerciantes y vecinos se unieron para formular un expreso pedido al Directorio del Banco de la Nación Argentina solicitando la creación de una sucursal local. A mediados del año 1948 una comisión compuesta por funcionarios de Buenos Aires acompañados por el gerente de la Sucursal Orán llegaron a Tartagal para analizar el pedido. Y eligieron para la instalación de la primera entidad bancaria norteña un local perteneciente a la familia Milanessi al que hubo que hacerle una serie de modificaciones en especial para la instalación del tesoro, un hecho que seguramente concitó la atención de todos los vecinos de Tartagal. La inauguración se realizó el 17 de agosto de ese mismo año y el acto contó con la presencia del Dr. Julio Paz, entonces vicepresidente del Banco de la Nación Argentina.
El primer gerente bancario de esa surcursal y por ende del departamento San Martín fue don Nicolás Fatone; lo acompañaban Moisés Aráoz (tesorero); Fernando Guerina (Perito) y Julio Andres Ferreyra; Como auxiliares fueron designados Ramón Roldán, Julio C. Bazán, Luis Blay, Ricardo Ferreyra y Antonio Osán.