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Los propietarios de los locales bailables insisten con poder abrir

Los dueños de los boliches tienen pensado un protocolo para cuando les permitan regresar a la actividad. "“Habilitar los boliches sería un aporte a la salud y a la seguridad. Se evitará la clandestinidad”, dijo José Molina. 
Viernes, 04 de diciembre de 2020 21:58

Si bien la posibilidad de la reapertura de los boliches en la provincia sigue siendo lejana, los propietarios solicitaron al COE que a los que pudieron abrir en el modo “bar” por lo menos se les permita trabajar más tirando a la madrugada y que la gente pueda pararse cerca de sus propias mesas.

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Si bien la posibilidad de la reapertura de los boliches en la provincia sigue siendo lejana, los propietarios solicitaron al COE que a los que pudieron abrir en el modo “bar” por lo menos se les permita trabajar más tirando a la madrugada y que la gente pueda pararse cerca de sus propias mesas.

Las limitaciones vigentes que rigen para la gastronomía y pub fijan el horario de cierre a las 2, con la nueva disposición que se conoció este viernes, y los clientes deben permanecer en sus lugares.

Todo esto, pese a la continuidad de la etapa de distanciamiento social decretada por el presidente Alberto Fernández. Por ahora, los requerimientos no fueron aceptados por las autoridades.

Los dueños de los boliches aseguran que en caso de poder abrir sus locales, lo que no sucedería hasta febrero o marzo próximo, aplicarán un protocolo por el cual se reduzca la capacidad de los salones, se prohíba compartir vasos, se exija el uso permanente de barbijo y alcohol en gel, con personal y pantallas gigantes que puedan remarcar la conducta de la gente.

“No podemos,empujar a nuestros jóvenes a que tengan como una opción de entretenimiento, la sombra, la clandestinidad y precariedad de medidas. Llamamos a las autoridades a encontrar soluciones urgentes en conjunto para evitar un total desmanejo de esta situación donde todos vamos a ser perjudicados”, expresó José Molina, el propietario de La Roka y Salón Vip.

“La única manera de combatir la clandestinidad esconde el paulatino regreso de la actividad del entretenimiento. Si pudiéramos abrir nuestros lugares de forma segura y ordenada, las tasas de fiestas clandestinas bajarían sustancialmente, estas son conversaciones que tenemos a nivel nacional con otras cámaras”, agregó.

“Habilitar los boliches sería un aporte a la salud y a la seguridad. Se evitará la clandestinidad”, cerró Molina. 
 

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