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Entrevista a Antonieta Mendoza de López: "Venezuela esta en quiebra absoluta"

Madre de Leopoldo López y activista en derechos humanos en Venezuela. 
Viernes, 28 de febrero de 2020 00:00

Por María Macarena del Rey

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Por María Macarena del Rey

Antonieta Mendoza de López es madre de Leopoldo López, el líder opositor venezolano. En una entrevista que concedió en España, la mujer relató la experiencia de haber acompañado la lucha de su hijo durante los últimos años, lo que la convirtió también en una referente social. Revivió los difíciles momentos que vivió en 2014 cuando su hijo, acusado de haber instigado la violencia en una manifestación política, decidió entregarse a la Justicia.

A principios de 2014 su esposo tuvo que exiliarse en España y a su hijo Leopoldo lo apresan. ¿Cómo inició la campaña internacional por la liberación de Leopoldo y de todos los presos políticos?

 

Tengo muchísimos años trabajando en el área de asuntos públicos y en el área de comunicación. Trabajé en PDVSA (Petróleos de Venezuela) y en la Organización Cisneros, los dos grandes empleadores en corporaciones. Tengo una amplia formación en ese campo. El día que pusieron a Leopoldo preso, él se entregó. Yo renuncié y dije: "Ahora me toca sacar a Leopoldo de la cárcel de Ramo Verde", donde estaban los presos militares. Por lo menos él requiere libertad plena, pero por lo menos que tenga arresto domiciliario. La familia entera, somos cinco: una hermana mayor de Leopoldo, una menor, mi marido y yo. Y Lilian (Tintori), la esposa de Leopoldo. Realmente en estos casos la esposa es la vocera, la que transmite. Yo tenía experiencia en lo que es estrategia internacional. No tenía la más mínima idea de derechos humanos, estaba en cero. Contratamos un abogado en derechos humanos que se llama Jared Benson.

Ensayamos un estrategia para darle visibilidad a Leopoldo en el exterior, ya que la gente creía en el cuento del chavismo de que Leopoldo era un radical, que había matado a 43 personas, de que tenía un discurso violento. Tuvimos que empezar a desmontar un lobby político que había hecho el Gobierno con todos los recursos habidos y por haber en todos los países. Empezamos donde no nos creían, donde no nos recibían. Y empezó justamente en España. Cuando el presidente Mariano Rajoy recibió a Lilian, fue el principio para que empezaran a creer en nosotros. Tuvimos que hacer un "white paper" hablando de Leopoldo. A Leopoldo lo ponen preso simplemente por llamar a una protesta pacífica, que estaba en la constitución de Venezuela. Fíjate que eso fue en 2014. Mira donde estamos. Leopoldo se anticipó cinco años a lo que le venía en Venezuela. A partir de ahí empezamos a ser activistas, nos movíamos por el mundo a todos los niveles, trabajamos mucho con Amnistía Internacional. Si tu logras que el preso político sea considerado "preso de conciencia" por Amnistía, vas en campaña para la liberación de ese preso. Preso de conciencia quiere decir que es una persona que lucha por sus valores, por sus principios y que nunca se ha visto involucrada en actos de violencia. Fue en quince meses que se hizo un juicio, totalmente montado que termino sentenciándolo 14 años, sin ninguna prueba.

En esa estrategia internacional que emprendieron, ¿recibieron el apoyo que esperaban ?

Una vez que nos recibió Rajoy y lo trabajamos con el abogado, estaba demostrado que Leopoldo estaba preso simplemente por ser un político. Fueron tres años: Parlamento Europeo, Parlamento inglés, todos los congresos y parlamentos de todos los países de América Latina. Esa fue la manera que empezamos en el activismo.

¿Cuál fue el costo al volver a su país?

Bueno, éramos perseguidas, teníamos carros por detrás que nos perseguían. Llamábamos a protestas pacíficas y nos atacaban con bombas lacrimógenas. Pero a través del caso de Leopoldo descubrimos a la dictadura. Más que una dictadura es una tiranía, que es cuando el autócrata hace lo que quiere. No hay separación de poderes, no hay libertad de expresión. Hay impunidad, hay bandas armadas por el Gobierno.

¿Cómo hizo, a pesar de todas esas represalias, para seguir en el camino del activismo?

La fuerza... Templanza. Cada vez que entrábamos en la cárcel nos desnudaban completamente. Si tu decías "no nos vamos a desnudar", no te dejaban ver a tu preso. Leopoldo pasó aislado, de tres años y medio, más de la mitad del tiempo. No tenía comunicación con ningún otro preso. Si nosotras, por ejemplo, nos reuníamos con Justin Trudeau y Canadá sacaba un Twitter avalando nuestra acción, a Leopoldo lo castigaban quince días sin poder ver a su familia. Luego, por toda esta estrategia internacional lo sacaron a arresto domiciliario. No podía salir de la casa, no podía comunicarse, estaba la Policía nacional afuera, los niños salían al colegio rodeados de guardias con pasamontañas y armas largas. Afortunadamente, el 30 de abril se empezó a fraccionar el Ejército pero todavía nos falta. El jefe del Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional) liberó a Leopoldo. Leopoldo es un hombre libre, indultado por el presidente legítimo de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, que es el presidente de la Asamblea Nacional por la constitución. Ahora (fines de 2019) volvieron a emitir una orden de captura. Está en la embajada de España trabajando tanto nacional como internacionalmente. Nacional para cohesionar a toda esta oposición y a todo el país antichavista. Para que se vaya Maduro, que cese la usurpación, que haya elecciones libres y vuelva la democracia.

La oposición está muy fraccionada.

Mira, esa es una matriz de opinión que ha corrido el Gobierno. La oposición no está fraccionada sino que tiene diferentes maneras de ver las cosas. En 2015 la oposición completa se unió y gano las dos terceras partes del Parlamento. El oficialismo se retiró y creó un adefesio... la asamblea nacional constituyente. Y ahora volvieron porque se dieron cuenta de que lo otro no funcionaba. Creo que estamos un punto en Venezuela, que es muy interesante. Creo que el Gobierno está muy debilitado, la situación económica y financiera es terrible. Con la crisis humanitaria salieron 4 millones de personas. Eso dice mucho. El chavismo se ha fraccionado, los militares se han fraccionado y es cuestión de seguir hasta que se vaya Maduro.

Hay sectores que insisten en que la única salida es al artículo 187.11 de la Constitución, que establece que corresponde a la Asamblea Nacional "autorizar el empleo de misiones militares venezolanas en el exterior o extranjeras en el país". ¿Qué piensa?

Yo lo veo difícil, la época de las intervenciones militares pasó. Los países tienen que salir solos de sus propios problemas. Venezuela es un país desarmado frente a un porcentaje bastante pequeño armado. No hay cómo hacerlo, de un lado tienes armas y del otro, no tienes nada. De un lado tienes el poder y del otro no lo tienes.

Entonces, lo que nos ha ayudado a nosotros muchísimo es la comunidad internacional por fin después de un agonía de cuatro años. Sobre todo, el Grupo de Lima, el Parlamento Europeo. Lo más importantes son las sanciones que estos países le han puesto a estos jerarcas del régimen.

¿Qué cree que hace falta para terminar de fracturar el régimen?

Que Maduro se encuentre solo y se sienta que se tiene que ir del país y estar nosotros conscientes de que tenemos que gobernar con los chavistas. No es que vamos a sacar a los chavistas del país, porque hay espacio para todos pero con reglas, con instituciones, con normas. Eso es lo que falta. Y unas elecciones donde haya una observación internacional, donde haya un registro electoral serio.

Este despertar de la comunidad internacional, ¿cree que fue el gran logro del activismo?

Mira, yo creo que se fueron dando cuenta. Nosotras empezamos y fue creciendo. Fueron Venezolanos por todas partes del mundo hablando acerca de lo que estaba pasando en Venezuela. La ONU no ha podido entrar. Tampoco la OEA. Si Venezuela es el paraíso terrenal que dicen los chavistas, pues que dejen enseñárselo al resto del mundo.

La expresidenta de Chile y alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, hizo un informe sobre la situación de Venezuela y pidió liberar a los presos políticos en el país, ¿cuál es su percepción?

El informe de Bachelet fue estupendo. Yo hablé con ella, fui a reunirme. Al principio no nos quería recibir porque tenía cierto contacto con Maduro, creía que ella podía influir sobre Maduro. Pero finalmente se dio cuenta de que no. Ahí fue cuando me recibió y a Lilian. Me pareció una mujer extraordinaria, muy sufrida, ella sufrió la cárcel. Cuando la nombraron alta comisionada de los derechos humanos, la gente dudaba por su izquierdismo. Yo me reuní con ella recién nombrada, y me dijo: "Yo no voy a Venezuela si no dejan entrar a mi comisión. Yo voy a hacer un informe de lo que vea en Venezuela". Por fin después de cinco meses, entró su comisión.

¿Cuál es la solución que usted considera que ayudaría a mitigar el drama en derechos humanos que vive Venezuela?

Es todo. El derecho a la vida, a la comida, el derecho a la libertad, el derecho a caminar por las calles, el derecho a ser juzgado por un tribunal justo. En Venezuela hay un gran proceso de corrupción, de lavado de dinero. Tenemos terrorismo y narcotráfico.

Con respecto a la ayuda humanitaria...

Si ha habido, pero cierran las fronteras y no la dejan entrar.

¿Sabe cuál es el porcentaje de ayuda humanitaria que puede ingresar, aunque sea de manera irregular?

Sí, entran. Pero no lo suficiente. No hay antibióticos ni productos para las diálisis. Hay niños que se mueren al nacer. Ya no hay políticas sociales porque no hay dinero. Las cosas que les daban a los chavistas ya no se las pueden dar y, lo que les dan, está en mal estado. El país está en quiebra absoluta.

 

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