Benjamín tiene siete años y cada noche a las 21 se asoma a la ventana para reconocer la labor de quienes luchan en primera línea contra la pandemia de coronavirus. El lunes, mientras se preparaba para el aplausazo, se llevó una sorpresa al descubrir que esta vez el reconocimiento era para él. Con motivo de su cumpleaños, la Policía de Santa Rosa, en La Pampa, se acercó a su casa para saludarlo y le entregó una insignia como recuerdo.
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Benjamín tiene siete años y cada noche a las 21 se asoma a la ventana para reconocer la labor de quienes luchan en primera línea contra la pandemia de coronavirus. El lunes, mientras se preparaba para el aplausazo, se llevó una sorpresa al descubrir que esta vez el reconocimiento era para él. Con motivo de su cumpleaños, la Policía de Santa Rosa, en La Pampa, se acercó a su casa para saludarlo y le entregó una insignia como recuerdo.
“Este va a ser el cumpleaños más triste porque no voy a poder festejarlo con mis amigos”, le había dicho el nene a su mamá Lourdes. Al escucharlo, la mujer tuvo una idea: escribió una carta con un pedido especial y se la entregó al jefe de la Seccional Tercera de la Policía en Santa Rosa.
En el escrito, Lourdes agradeció el trabajo de los oficiales durante la cuarentena y explicó el motivo de su carta: “Hoy cumple 7 años mi hijo y quería preguntarle qué posibilidad hay de que a las 21, cuando salgan los patrulleros con la sirenas, lleguen hasta mi domicilio para cantar o saludar a mi hijo, ya que no está muy feliz. Teníamos toda su fiestita organizada y esto a él lo va a alegrar mucho. Desde ya muchas gracias”.
La mujer contó que no creía que fuera a recibir una respuesta positiva de parte de la Policía, pero que igual decidió intentarlo. “Él sabe lo que está pasando por la pandemia, pero pensó que a esta altura ya todo habría pasado. El hecho de no poder juntarse con sus amigos le produjo mucha tristeza”, dijo Lourdes.
El lunes a las 21 las luces de un patrullero iluminaron el barrio Fonavi, una zona de unidades habitacionales sociales. Justo cuando estaba asomándose a la ventana, Benjamín vio la escena: dos policías lo aplaudían a él mientras cantaban el feliz cumpleaños.
Los oficiales Lucía Martínez y Fabricio Peña saludaron al cumpleañero, hicieron sonar la sirena en su honor y le entregaron una insignia policial como recuerdo. “Mamá, fue el día más hermoso de mi vida. Estoy feliz, y cuando sea grande quiero ser policía”, confesó Benjamín a Lourdes, la impulsora de esta experiencia de cumpleaños en cuarentena.