El periodista cordobés Dante Leguizamón, quien se encuentra a bordo de un crucero holandés desde hace más de 40 días, denunció el accionar de la empresa y contó detalles de su situación de virtual cautiverio. Agregó que en la embarcación ya hay registro de cuatro fallecidos y 20 casos confirmados de COVID-19.
inicia sesión o regístrate.
El periodista cordobés Dante Leguizamón, quien se encuentra a bordo de un crucero holandés desde hace más de 40 días, denunció el accionar de la empresa y contó detalles de su situación de virtual cautiverio. Agregó que en la embarcación ya hay registro de cuatro fallecidos y 20 casos confirmados de COVID-19.
"El 8 de marzo pasado, subí al crucero Zaandam de la Empresa Holland America Line invitado por un amigo, trabajador de la firma. La idea era hacer una serie de informes sobre las Islas Malvinas para los medios donde trabajo de la Universidad Nacional de Córdoba (fundada en 1613, la más antigua de Argentina). Hice esos informes el 12 de marzo y los envié, pero al igual que a muchas personas en el mundo, en los días siguientes me esperaba una pesadilla.
Inicialmente yo debía bajar en Chile el 21 de marzo, pero las fronteras se cerraron y a partir de entonces quedé en manos de esta empresa de bandera holandesa y capitales norteamericanos. Este relato es sólo uno más de los muchos que requieren atención en este contexto de pandemia, pero como periodista me he sentido obligado a comunicar y denunciar algunas de las cosas que he conocido y vivido en estos días", relata el periodista de 45 años.
“La situación es desesperante, esperamos que la Cancillería tenga una respuesta. Hoy soy un periodista en cautiverio, ni siquiera puedo estar varado en tierra y hacer gestiones y la empresa del barco se niega a informarnos qué va a hacer con nosotros”, advirtió.
“No puedo dar precisiones sobre dónde nos encontramos porque no puedo saberlo, pero estaríamos en el norte del Caribe”, sostuvo.
"Han pasado más de 40 días de esta travesía. Pasamos de una cabina a otra y ya no importa el tamaño porque todas son en definitiva una cárcel de la que no nos dejan salir. El nueve de abril mientras dormíamos, el Rotterdam levantó anclas y se fue dejando el puerto de Miami. Desde entonces damos vueltas por el mar en lugares cercanos a Bahamas sin rumbo cierto y —repito— sin información precisa del capitán sobre nuestro destino.
“Nos obligaron a estar dos personas en una habitación de tres metros cuadrados por 33 días y nos pusieron un guardia afuera para controlar que no saliéramos, sin argumentos”, agregó.
Manifestó que “es una empresa psicótica” y contó que “el capitán dice que vamos a dar una vuelta en el mar y nadie nos dice a dónde vamos. Incluso nos empezaron a traer mucha comida y de calidad para intentar dejarnos tranquilos”.
En su publicación en facebook, Leguizamon da a conocer que "ante la incertidumbre que esta situación generó, mi familia presentó un Hábeas Corpus ante la Justicia Federal de Córdoba y varias instituciones se presentaron como Amicus Curiae para apoyarnos. Entre ellos quiero destacar a la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa, a mis compañeros del gremio de Prensa de mi provincia de Córdoba, al CELS, a la Universidad Nacional de Córdoba, a la Secretaría de Derechos Humanos de mi provincia y a la Liga Argentina por los Derechos del Hombre".
“Pedimos que la empresa se haga cargo, no el Estado argentino. La empresa tiene que costear nuestro regreso”, puntualizó.
Fuente: CitricaRadio