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El relato de los empresarios que deben sobrevivir a un mes de parate total

Darío Pellegrini es dueño de una constructora y pide volver a trabajar.
Miércoles, 22 de abril de 2020 02:45

Industrias Clark nació hace casi dos décadas. En el 2001, cuando las cosas iban de mal en peor en el país y estallaba una de las peores crisis en nuestra historia, Darío Pellegrini (con tan solo 18 años) fundó una empresa pionera en el rubro.

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Industrias Clark nació hace casi dos décadas. En el 2001, cuando las cosas iban de mal en peor en el país y estallaba una de las peores crisis en nuestra historia, Darío Pellegrini (con tan solo 18 años) fundó una empresa pionera en el rubro.

Comenzó fabricando piscinas y con el tiempo transformó su negocio. Se convirtió en proveedor de reservorios de contenido líquido de plástico reforzado con fibras de vidrio para la industria y minería.

Darío está acostumbrado a los vaivenes que se producen en la economía nacional, sin embargo la pandemia por COVID-19 afectó el desarrollo de sus empresas y lo golpeó de lleno, como a todas aquellas empresas que se dedican a las obras privadas.

Desde que se inició el período de cuarentena obligatoria en el país, el dueño de Industrias Clark vio fuertemente afectadas sus actividades, que siguen totalmente paralizadas desde hace un mes.

“Nosotros estamos desde el 20 de marzo detenidos en un 100%, no hemos podido entrar en las excepciones”.  (Darío Pellegrini)


 

"Nosotros estamos desde el 20 de marzo detenidos en un 100%, no hemos podido entrar en ninguna excepción por ahora. Nos dedicamos básicamente a construcción y fábrica de tanques y piscinas, todos rubros de construcción privada, actividad que hasta ahora está detenida", expresó Darío Pellegrini, uno de los dueños que tiene esta pyme.

Como empresa dedicada a la construcción, su propietario critica la medida de abrir los corralones, pero no permitir a la obra privada volver a trabajar. Afirma que teniendo las medidas de precaución necesarias podría mantener ocupada la cadena laboral, no solo la de sus empleados, sino todas aquellas tareas que la empresa constructora decidió tercerizar y que por supuesto siguen detenidas.

"Esto nos causó dos escenarios financieros complicados. El primero es que la cadena de pago prácticamente se detuvo en un 100%. El que podía pagar, se escuda sobre la problemática de la cuarentena y no paga. Después hay cobranzas que no se pueden hacer porque la obra está detenida, entonces uno no pudo llegar a los puntos de certificación", explicó Darío Pellegrini.

Y agregó: "Nosotros no hemos podido cobrar ninguna de las cuentas pendientes que están incluso antes de que se inicie la cuarentena. Se genera una situación de especulación complicada".

El empresario es pesimista ante el escenario a futuro que va a dejar esta pandemia y afirma que se va a vivir en una situación de alerta hasta fin de año, por lo que asegura que "vamos a tener que acostumbrarnos a convivir con las nuevas condiciones".

Nuevas excepciones

"Nosotros no entramos en las nuevas excepciones porque no se permite que vayamos y terminemos o empecemos obras en ninguna casa. Nosotros planteamos que se exceptúa al arquitecto, el corralón, la ferretería, la pinturería, pero no a la constructora que es la que junta todos esos elementos", destacó.

Expresó que no le sirve tener un arquitecto realizando un plano si no lo puede construir porque no puede tener gente trabajando.

La premisa que tiene Darío Pellegrini es estar preparados apenas se pueda retomar la actividad. Afirma que de continuar más tiempo parado, generará que las empresas empiecen a trabajar "bajo poncho", ya que todos van a estar "buscando la vuelta para continuar la rueda girando".

"Yo por ejemplo podría tener a mi gente en el parque industrial, distanciada de forma interna, tener un control de sanidad en la fábrica y podría estar trabajando en stock, en mantenimiento. Si yo no tengo clientes podría estar por lo menos haciendo mantenimiento interno de mis máquinas o herramientas", destacó. Consideró que hoy todos podrían estar activos, con turnos controlados y ordenados, pero funcionando.

"Esto repercute no solo en nuestros empleados sino que en nosotros también. Como propietarios de la empresa también estamos con todo al mínimo y hemos tomado decisiones como la venta de patrimonio para poder solventar las semanas que van a seguir a la liberación de la cuarentena", finalizó.

El empresario es de esos hombres de negocios que llevan en sus genes el emprendedurismo. Es más que seguro que saldrá fortalecido de esta crisis que lo llevará a reconvertir su modelo de negocio. Una crisis, que sigue golpeando con dureza a todos los salteños, pero que en algún momento terminará y será el momento en que todos tendremos que empujar para adelante.

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