La dirigencia, el cuerpo técnico y el plantel de River recibieron con alivio la noticia de que Sebastián Villa dejó el domicilio del enganche del millonario Juan Fernando Quintero, en donde se alojaba desde el lunes, tras la denuncia en su contra por violencia de género.
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La dirigencia, el cuerpo técnico y el plantel de River recibieron con alivio la noticia de que Sebastián Villa dejó el domicilio del enganche del millonario Juan Fernando Quintero, en donde se alojaba desde el lunes, tras la denuncia en su contra por violencia de género.
Enterados del asunto, el entrenador Marcelo Gallardo, el presidente Rodolfo D’Onofrio y el capitán Leonardo Ponzio siguieron de cerca la situación, preocupados porque la causa judicial pudiese involucrar la imagen de Juanfer y del club de Núñez.
Cultores del bajo perfil y con varios años de construir una imagen lejana a los conflictos extra futbolísticos, jugadores y cuerpo técnico de River estuvieron atentos a los acontecimientos.
Por eso estuvieron en contacto con el enganche colombiano que alojó a su compatriota Villa de urgencia, tras la denuncia penal de Daniela Cortés, de 21 años y también colombiana, quien acusó al delantero de Boca de maltratarla física y psicológicamente.
El cerco perimetral de 1.500 metros que dictaminó la Justicia para que Villa no se acerque a su expareja, obligó al atacante boquense a irse de la casa de Quintero, quien vive en el mismo barrio privado de la zona de Canning, en el partido bonaerense de Esteban Echeverría. Además, ambos jugadores de la selección colombiana comparten representante.
Así, Quintero se vio envuelto en el problema cuando Villa llegó a la casa que comparte con su hermano Mateo Paniagua -quien juega en las inferiores de San Lorenzo- y le pidió alojarse allí tras la denuncia que le realizó su expareja por violencia de género.
En la causa, Daniela Cortés -quien ayer declaró por segunda vez en forma virtual- aseguró que fue el propio Juanfer Quintero quien intercedió para que Villa pueda regresar a buscar el pasaporte al domicilio que compartía con la mujer que realizó la denuncia, presentada en el Juzgado de Garantías Nº 2 de Esteban Echeverría.
Villa se fue en las últimas horas del barrio privado Saint Thomas de Canning, cuando ya se sabía que Fernando Burlando, abogado de Cortés, le pidió su detención a la Justicia.