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El peligro latente de ser atacado por un perro si se camina por Cerrillos no solo no menguo, sino que tiende a acrecentarse. En tiempos de cuarentena, la problemática que aqueja a la localidad desde hace años se hace aún más patente y no solo alcanza a las barriadas de la periferia, sino también a las más céntricas e incluso a la plaza principal de esa ciudad del Valle de Lerma.
Han pasado una decena de gestiones de concejales, quienes no se han ocupado debidamente del tema pese a existir leyes provinciales vigentes al respecto, como por ejemplo la que hace referencia a la tenencia de perros considerados peligrosos, impulsada precisamente por un exdiputado representante de Cerrillos. Pero no hubo decisiones a nivel legislativo local ni tampoco a nivel municipal que ayuden a controlar la situación. La normativa manda identificar a los propietarios de los canes y crear un registro.
Son innumerables los casos de personas mordidas e incluso algunos han corrido serio riesgo de perder la vida. A pocas cuadras de la comuna y la comisaría local, pululan los perros sueltos, muchos de ellos agresivos, como es el caso del barrio Antártida Argentina, Villa Los Tarcos y El Molino, entre otros.
La localidad necesita de un plan para controlar a los animales sueltos, que incluya además de castraciones la identificación de los propietarios y determinar grados de responsabilidades. Una vez más, muchos vecinos cansados de esta situación, apelan a una tenencia responsable de los perros y a una participación más activa de las instituciones gubernamentales.
Ley salteña sobre tenencia responsable
Salta cuenta con una ley desde 2012, que prevé multas y hasta arresto. Ese año se aprobó en la provincia la normativa impulsada por el entonces diputado cerrillano Omar Soches, que obliga a los propietarios a registrar los perros de razas consideradas potencialmente peligrosas.
Estipula que los dueños de animales que produzcan lesiones a otra persona tienen una responsabilidad civil que implica hacerse cargo de los costos del tratamiento de la víctima.
“El propietario del animal que haya mordido a una persona y que no esté inscripto, incluso podría ser arrestado”, explicó en su momento el legislador.
La norma menciona razas como rottweiler, pitbull y dogo, entre otras.
Considera peligrosos a los canes que por su naturaleza agresiva, tamaño o potencia de mandíbula tengan capacidad de causar la muerte o lesiones graves a personas o a otros animales.