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18 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Una medida que regula algo que ya viene ocurriendo

Algunos celebran la decisión, otros piden extender el horario de las reuniones.
Viernes, 22 de mayo de 2020 02:52

Sesenta y cuatro días después, amigos y familiares podrán volver a reunirse, con medidas de seguridad mediante, para compartir una comida o una merienda.

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Sesenta y cuatro días después, amigos y familiares podrán volver a reunirse, con medidas de seguridad mediante, para compartir una comida o una merienda.

La decisión del Gobierno provincial trae alivio a miles de salteños que vienen respetando el aislamiento social obligatorio pero, también, le da un marco regulatorio a lo que pasaba en muchos lugares de la provincia, pese a la prohibición vigente.

Mientras muchos ya organizan la "juntada" del fin de semana, los comerciantes -principalmente carnicerías- esperan un repunte en las ventas. Sin embargo, también hay quienes prefieren prevenir y evitar las reuniones hasta que la pandemia ocasionada por el COVID-19 empiece a replegarse. Para otros, la medida está incompleta y debería extenderse el horario. Está claro que no se puede conformar a todos.

Durante una recorrida por las calles de Salta, El Tribuno captó algunas de las sensaciones de la gente frente a la medida oficial.

Una joven pareja, que paseaba con sus pequeños hijos en una plaza del macrocentro, celebró la decisión. No obstante, señalaron que por el momento solo se reunirán con sus respectivos padres los domingos a comer. "Las juntadas con amigos quedan para más adelante", dijo Emma, quien prefiere mantener algunas medidas de seguridad para evitar posibles contagios en sus hijos.

Por su parte, Cristina, que aprovechaba los últimos rayos de sol de la tarde para caminar y hacer ejercicio, manifestó: "Es una buena decisión, la gente necesita reencontrarse, reunirse, abrazarse. Pasó mucho tiempo y la soledad puede ser muy difícil de llevar, sobre todo para los adultos mayores".

Sin embargo, la mujer no podrá juntarse con sus hijos: "Los dos viven en Dublín (Irlanda del Norte) así que la reunión familiar no podrá ser o, en realidad, seguiremos hablando a través de aplicaciones como Zoom o por teléfono. Por suerte la tecnología nos acerca".

Los hijos de Cristina viven hace algunos años en ese país que forma parte del Reino Unido. "Ahí por suerte están bien a pesar del coronavirus. No hay muchos casos, el aislamiento es fuerte, pero tienen una economía sólida que permite que el Gobierno ayude a las distintas actividades", dijo.

Finalmente, señaló que a partir de la decisión del Gobierno, junto a su marido se reunirán con amigos para almorzar este fin de semana. "Seguro que un asadito", anticipó.

Walter escucha música al costado del auto mientras se prepara para correr. Al ver que el equipo de El Tribuno se le acerca se ataja. "No sé qué venden, pero no me hace falta", y ríe. Él no cree que la medida del Gobierno sea correcta, para serlo debería extenderse, por lo menos, hasta la medianoche.

"Uno con la familia puede reunirse al mediodía, pero con los amigos lo habitual es por la noche", evaluó, y analizó: "A las 20 uno no llegó ni a saludar que ya se tiene que ir. No podés tomar ni una cerveza".

"Llevo dos meses de no ver a mis hermanos, por suerte mi madre vive cerca de mi casa y a ella la puedo visitar, ver si necesita algo. Pero estábamos acostumbrados a comer todos en su casa los domingos", señaló Juan Carlos

"Seguro que este fin de semana nos reunimos, ya se extraña la mesa larga con todos juntos, hablando al mismo tiempo", afirma divertido, y agrega: "Está bien que aflojen un poco el aislamiento, está visto que no hay circulación comunitaria del virus".

Los carniceros se frotan las manos

Los carniceros esperan un pico de ventas este fin de semana por el anuncio oficial del Gobierno de autorizar las reuniones de amigos o familiares.
“Seguro que este fin de semana la venta hace un pico a partir del anuncio del gobernador”, estimó Francisco, dueño de una carnicería en el macrocentro.
Sin embargo, también admitió que las ventas no son malas. “En honor a la verdad creo que la gente ya empezó a juntarse desde antes, los fines de semana las compras no son como para una familia, sobre todo cuando llevan asado”, indicó.
“Las pasamos todas con el coronavirus, en un momento incluso vendíamos más porque toda la familia comía junta y cocinaban más”, recordó.
Kiara, que tomaba mates en una plaza del centro, dijo que ahora espera poder juntarse con sus amigos a tomar mate, aunque “cada uno va a tener que llevar el suyo”, aclaró.
“Está bien poder reunirse otra vez con los amigos, este fin de semana veremos a algunos”, aseguró.
Finalmente, Silvina consideró que la medida está “bien a medias”. “Está bien que autoricen las reuniones, pero deberían ser más personas, en mi casa no cambia casi nada, yo tengo siete hijos, conmigo somos ocho, invitaremos a dos personas más”, dijo.
“Los salteños somos de tener muchos hijos, deberían tomarlo en cuenta y ampliar el número de autorizados a 15 personas”, concluyó.
 

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