Cuando todavía en medio de la pandemia Italia ensaya la reapertura de su economía, surge en sus círculos dirigentes una honda preocupación acerca de que las distintas ramas de la mafia meridional aprovechen la crisis para ganar influencia política y poder empresario. "Esperábamos que ellos también se detuvieran con la cuarentena, pero tenemos señales de que están muy activos", advirtió Enza Rando, vicepresidenta de Libera, la principal organización gubernamental antimafia de la península.
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Cuando todavía en medio de la pandemia Italia ensaya la reapertura de su economía, surge en sus círculos dirigentes una honda preocupación acerca de que las distintas ramas de la mafia meridional aprovechen la crisis para ganar influencia política y poder empresario. "Esperábamos que ellos también se detuvieran con la cuarentena, pero tenemos señales de que están muy activos", advirtió Enza Rando, vicepresidenta de Libera, la principal organización gubernamental antimafia de la península.
Los organismos de inteligencia advierten que el crimen organizado desarrolla dos líneas de acción paralelas. La primera es la asistencia social directa a las poblaciones más pobres del sur, un trabajo en el que compiten ventajosamente con la crónica ineficiencia de los organismos del Estado, con el objetivo de ganar prestigio e influencia política.
La segunda son los préstamos a las empresas en dificultades, con la intención de asociarse a sus propietarios y expandir sus ya amplias ramificaciones en la economía legal.
Sociedad pauperizada
La pandemia hundió todos los indicadores sociales.En las últimas semanas las personas que necesitan ayuda alimentaria aumentaron de un millón a 3.700.000, casi todas concentradas en la región meridional. Los medios periodísticos informan cotidianamente de episodios similares a los registrados en un barrio de Nápoles, donde grupos vinculados a la Camorra entregan pequeñas sumas de dinero en efectivo, de entre 50 y 500 euros, sin pedir nada a cambio.
Fabio Giuliani, un activista de Libera, afirmó que esa metodología "es una forma de aumentar consenso a su alrededor".
Nicola Gratteri, fiscal jefe de Catanzaro y reconocido como el mayor experto en la Ndrangheta (la mafia calabresa sindicada como la más poderosa de Italia), denuncia que "el objetivo de la elite de la Ndrangheta no es sólo enriquecerse, sino gestionar poder. En el sur hay miles de personas que han trabajado siempre en negro y han ganado como máximo 40 euros por día. Ese dinero se ha esfumado.
El Estado inyecta dinero, pero mucha gente tiene necesidad y acepta encantada la compra pagada por el "capo" de turno, también ayuda de 300 o 400 euros. Para ellos no es nada, para el pobre es todo. De ahí surge el modelo del "hombre poderoso", que podrá pedir el voto a su candidato cuando haya elecciones".
Pero el crimen organizado apunta también a los "nuevos pobres". Rando señala que "son aquellos pequeños y medianos empresarios dueños de los restaurantes, los hoteles, los artesanos que viven del turismo sin grandes capitales y que ahora están sin trabajo. Esas personas siempre fueron solventes, siempre han vivido de su trabajo, nunca han pedido ayuda y ahora están perdidos. Las mafias entienden eso y ahora están apuntando ahí. Es algo terrible".
Al respecto, Gratteri sostiene que los grupos mafiosos "buscarán prestar dinero a empresarios, a intereses bajos, para competir con los bancos. La gente irá a buscarlos. El objetivo es arrebatarles esa actividad comercial cuando, poco a poco, suban los intereses. Una vez sustraída la empresa, la usarán para lavar dinero. Así funciona. Para eso servirá este período". Franco Gabrielli, jefe de la policía italiana, alerta que "al final de la emergencia, las asociaciones criminales podrían haber contaminado la economía, controlando compañías que anteriormente no habían infiltrado".
Poder con raíces históricas
La singularidad italiana en relación a las organizaciones del delito organizado reside en sus hondas raíces históricas y culturales.
Las grandes asociaciones criminales tienen una fortaleza y una tradición cimentada a lo largo de sucesivas generaciones.
El origen de la Mafia es previo a la fundación del Estado italiano, que este año cumple el sesquicentenario de su creación en 1870. Los historiadores de la segunda guerra mundial suelen obviar el hecho de que en 1942 Estados Unidos recurrió a los servicios de Lucky Luciano (famoso jerarca mafioso prisionero en una cárcel norteamericana) para facilitar el desembarco de las tropas aliadas en Sicilia.
La Ndrangheta, que en la década del 90 desplazó a la Camorra napolitana como la principal estructura del crimen organizado, tiene unos 150 clanes con unos 5.500 miembros plenos, unidos por antiguos lazos de sangre que garantizan la lealtad de sus integrantes.
El ingreso a la organización es a través de una ceremonia en la que el futuro integrante, frente a un revólver y una pastilla de cianuro, presta este juramento: "Desde este momento no os juzgan los hombres, os juzgáis vosotros mismos. Si habéis cometido alguna falta grave, vosotros mismos juzgarais qué camino seguir: suicidarse con cianuro o dispararse con el revólver. Debéis reservar siempre una bala en el cargador. Esa bala es para vosotros".
La mafia calabresa tiene su mayor fuente de ingresos en el tráfico de armas y de drogas. Controla el puerto de Gioia Tauro, por donde circula el 80% de la cocaína que ingresa a Europa Occidental.
Los especialistas estiman que su facturación anual asciende a unos 43.000 millones de dólares, una cifra equivalente al 2,9% del producto bruto nacional.
Mediante un sofisticado mecanismo de blanqueo de dinero fue alcanzando participación en una amplia variedad de negocios legales, que incluyen desde la actividad portuaria hasta los restaurantes, pasando por el transporte camionero hasta la industria de la construcción.
La Camorra napolitana, desplazada a un segundo lugar, tiene 111 clanes y 6.700 miembros. Su fama mundial deriva de la leyenda de Al Capone. A pesar de que sus brumosos orígenes históricos son aún más antiguos que la Ndrangheta y su sistema de reclutamiento es similar al de sus colegas calabreses, su estructura más horizontal torna frecuente la pelea interna entre pandillas. Esta debilidad relativa no le quita relevancia económica: la revista “Fortune” la sitúa en el tercer lugar entre las organizaciones criminales a nivel mundial.
Atrás de la Camorra, se ubican otras grandes dos organizaciones que completan este ranking de estructuras criminales incrustadas en la sociedad italiana: la Cosa Nostra siciliana, nacida a mediados del siglo XIX y popularizada en Estados Unidos por Luciano, con 161 clanes y 5.000 miembros e individualizada por su carácter particularmente sangriento que la lleva a recurrir al asesinato como método de escarmiento y extorsión, y la más reciente y ascendente Sacra Corona Unita, nacida en 1981, con 47 clanes y 1600 miembros.
Blanqueos
Un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito señala que luego de la crisis financiera internacional de 2008 las organizaciones del crimen organizado a nivel mundial, entre las que la mafia italiana ocupa un lugar relevante, aprovecharon las oportunidades derivadas de la disminución generalizada del precio de los activos para invertir 325.000 millones de dólares en el circuito legal, lo que facilitó la recuperación económica de los países desarrollados y facilitó el blanqueo de capitales más grande de la historia.
Los organismos de inteligencia financiera entienden que en la actual coyuntura internacional este fenómeno puede estar cerca de repetirse y que Italia es el lugar donde ese zarpazo puede resultar más contundente.