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Expulsada de un asentamiento, denunció el manejo de un puntero

La joven vivió más de un mes en el nuevo asentamiento Parque La Vega. Asegura que fue encargada del merendero y la echaron violentamente. Días atrás apedrearon la casa donde para ahora.
Domingo, 28 de junio de 2020 01:28

Paola Monteros, de 24 años, vivió más de un mes en el nuevo asentamiento ilegal de Parque La Vega y trabajó en el merendero, hasta que fue violentamente expulsada por un hombre que se adjudica ser el encargado del lugar.

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Paola Monteros, de 24 años, vivió más de un mes en el nuevo asentamiento ilegal de Parque La Vega y trabajó en el merendero, hasta que fue violentamente expulsada por un hombre que se adjudica ser el encargado del lugar.

La joven, madre de una niña de dos años, contó que el martes pasado, cerca de la medianoche, por su cumpleaños organizó una cena pero todo terminó muy mal.

Según una orden de un fiscal, las personas que salen del asentamiento no pueden volver. "Ante eso no tuve mejor idea que reunir a mis amigos, familiares y conocidos y hacer pollos a la parrilla. Sé que estuve mal, pero ahí dentro hay cosas peores. Compré una botella de bebida blanca dentro del predio. Eramos 20 personas", relató Paola.

Aseguró que a las 0.10 le cantaron el feliz cumpleaños, momento en el que apareció el supuesto encargado. "Vino Yuthiel Alderete con los delegados de cada sector que son como seis. Nos dio vuelta las carpas. Encontró la botella y nos ordenó que nos retiráramos ya. Mi pareja Mauro y yo fuimos agredidos y tuvimos que salir con lo puesto porque nos amenazaban que nos iban a quemar las carpas. A mi papá que también tenía una carpa lo expulsaron", aseguró la joven.

En el episodio no intervino la Policía. "Nos sacó Yuthiel de forma directa lo cual es injusto porque otra vecina, una noche consumió pastillas dentro del merendero y él la suspendió tres días. Le pedí que me suspendiera pero que no me sacara. Yo luchaba por mi terreno y cuando él me pidió que fuera encargada del merendero acepté", narró.

Paola expresó que luego buscó dialogar de nuevo con el presunto encargado, quien, desde el 21 de mayo pasado, según ella, lidera a las más de mil familias que se asentaron en las tierras. El hombre acostumbraría a colocar la letra "X" a los asentados que cometen "faltas". Vive en el barrio ampliación Parque La Vega y "actúa como si los terrenos fueran de su propiedad".

"Ya estuvo involucrado en un asentamiento anterior, el de Parque La Vega y ya tiene su casa y su negocio. Él dice que hace todo por el bienestar de los vecinos, para ayudarlos y que sean como él, con casa propia. A él le dieron su casa el año pasado. Está metido con agrupaciones políticas", sostuvo Paola.

Esa madrugada, alrededor de las 1, cuando Paola estaba por tocar la puerta de la casa del Alderete, unos individuos con palos y piedras empezaron a arrojar los objetos contra ella y su pareja. Dice que les propinaron una golpiza, pero que pudieron escapar.

Minutos después Paola, su pareja Mauro y el padre de ella fueron demorados en la Alcaidía Judicial.

"La esposa de Yuthiel, a quien nunca vi en mi vida, hizo una falsa denuncia acusándome de ir a hacer tiros a su casa cuando yo jamás toqué un arma. Infantería nos requisó. No teníamos nada", sostuvo Paola.

Cuando fue liberada hizo una denuncia. "Denuncié a Yuthiel por la falsa denuncia. Me lo tomé personal porque él una vez me dijo que quería tener una relación sentimental conmigo y lo rechacé. Desde ese momento empezaron los problemas y él buscó una oportunidad para sacarme", recalcó.

Y señaló: "En la toma de terrenos hay un trasfondo político. Hay dos mujeres que estuvieron presas, una de ellas por vender terrenos de forma ilegal. De a poco me fui enterando de todo".

Ahora Paola vive en la casa de su hermano, en el barrio El Círculo I, junto a su madre, su hija y su sobrino menor de edad, pero no sabe hasta cuándo porque "está hipotecada y en cualquier momento el banco nos saca", dijo.

El viernes sujetos desconocidos apedrearon la casa.

"Perdí todo y buscan seguir denigrándome. Estoy trabajando en una pizzería de la zona sur y hago producciones en dos radios también. No quiero que esta gente se acerque más a mí, ni a mi familia. Estoy en la calle prácticamente y si me metí en el asentamiento no es porque soy mala persona sino porque realmente necesito dónde vivir. No pido un lugar gratis sino algo para pagar. El Gobierno no nos puede dejar desamparados", finalizó la joven.

 

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